viernes, 17 de noviembre de 2017

Men's Only Series ~La historia de la Princesita Sara~ [ESPAÑOL]

¡No me olvido de los dramas cds! Y por eso hoy les traigo uno que tenía pendiente desde que inicié el blog. La idea original era sólo hacer un resumen, pero acabo de jugar una novela visual maravillosa "A little lily princess" basada en la clásica historia de "La Princesita" y bueno, recordé esta versión de la serie "Men's Only" y me dije ¿por qué no? "Men's Only" como su nombre lo dice presenta un elenco completamente masculino incluso para los roles femeninos. Suelen representar clásicos, tienen uno de "Alicia en el País de las Maravillas" con Kaji-kyun como Alicia, otro de "La Bella y la Bestia" con Taniyama Kishou como Bella y Suwabe Junichi como la Bestia, también tienen "Romeo y Julieta" con Ishida Akira como Romeo y Kamiya Hiroshi como Julieta, y muchos muchos más volúmenes. En esta versión de "La Princesita", tenemos un elenco bastante variado, la antagonista, Lavinia, es interpretada por Daisaku ¡y vaya que hace un gran trabajo! La ponzoña se siente en cada frase que pronuncia, jajaja. Tenemos a Miki Shinichirou como la directora Minchin, no sé, siento que igual le quedó como anillo al dedo, jaja. Yocchin hace de Ram Dass, y La Princesita es nada más ni nada menos que ¡Nobu! Un papel adorable para un niño adorable =3 Ya no diré más por si no conocen la historia, y si ya la conocen pues a ver qué les parece esta adaptación (^u^)

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Men's Only Series ~La historia de la Princesita Sara~


[CV: Okamoto Nobuhiko – Sara; Suganuma Hisayoshi – Ermengarde; Takeuchi Ken – Becky; Kishio Daisuke – Lavinia; Miki Shinichirou – Directora Minchin; Yoshino Hiroyuki – Ram Dass; Yamauchi Kenji – Carrisford; Nakanishi Toshihiko – Narración / Ralph Crewe; Eguchi Takuya – Profesora; Miyanaga Keita – Estudiante 1; Kobayashi Yuusuke – Estudiante 2]

Track 01
*aves trinando*

Sara: Mi nombre es Sara Crewe. Quedo en sus sabias manos.

Directora Minchin: Bienvenida Señorita Sara. Te damos la bienvenida al instituto.

Narrador: Ése día, Sara fue llevada por su padre al instituto de la Directora Minchin en Londres, Inglaterra. Sara tiene 10 años y hasta ahora ha vivido en la India, sin embargo, su padre pensó en hacerla cursar sus estudios en su país natal, por ello la inscribió en este instituto.

Directora Minchin: A Sara se le asignará una habitación especial, acorde a su alto rango. *a Sara* Es una habitación hermosa apropiada para ti.

Sara: Muchas gracias, Señorita Directora. Haré un buen uso de ella.

Directora Minchin: Bueno, no me cabe duda. Es algo notable que permanezcas erguida mirando a los ojos a tu interlocutor.

Padre de Sara: Para nada, sólo está fingiendo. Ayer no quería separarse de mí.

Sara: ¡Padre! ¡Si eras tú quien incluso lloró!

Padre de Sara: ¡Sara!

Directora Minchin: Se llevan muy bien ustedes dos.

Padre de Sara: Es porque su madre murió prematuramente y hemos vivido sólo los dos juntos. ¡Por favor guíela estrictamente!

Directora Minchin: Entendido.

Padre de Sara: Sara, nos despedimos por ahora. Espero con ansias encontrarte hecha una encantadora damita la próxima vez que nos veamos.

Sara: ¡Sí!

Narrador: Y así el padre de Sara volvió a la India.


*puerta*

Sara: Me pregunto si mi padre estará a bordo del barco ya. No necesito una habitación tan lujosa… Dime Emily, ¿no cambiará mi padre de parecer y volverá por mí? *suspiro*

Narrador: En la habitación de Sara estaba toda la ropa que su padre le había comprado, así como la muñeca a la que tan apegada estaba, Emily.

Sara: *suspiro* No debo llorar, eso entristecería a mi padre. ¡Me convertiré en una dama encantadora y le sorprenderé! ¡Así que me esforzaré y no lloraré más!


[02:45] Una obra de Frances Eliza Burnett. Drama CD “La historia de la Princesita Sara”.


Narrador: Al día siguiente Sara se presentó con las estudiantes del instituto a la hora del almuerzo. Varias de las estudiantes le hablaron de inmediato a Sara, quien se había convertido en el tema principal con su habitación especial y su vida en la India.

Ermengarde: Mucho gusto, yo soy Ermengarde. ¿Serías mi amiga?

Sara: Por supuesto. Tu cabello rubio es hermoso.

Ermengarde: ¡Tu cabello negro también lo es! Parece ser que la Señorita Directora te hará la líder de la excursión a la iglesia.

Sara: ¿A qué te refieres?

Emergarde: En este instituto todos nos reunimos para ir los domingos a la iglesia caminando, pero la representante del instituto es la que va a la vanguardia.

Sara: ¿Ah sí? Qué problema, yo apenas acabo de ingresar.

Narrador: Por otro lado, había una estudiante que no encontraba a Sara interesante.

*pasos*

Lavinia: Mucho gusto Señorita Sara. Decían que había una jovencita venida de la India, así que pensé en ver qué tipo de chica era, pero no eres la gran cosa.

Ermengarde: Lavinia, estás siendo grosera.

Lavinia: ¡Es que los ojos verdes y el cabello negro carecen de atractivo!

Ermengarde: ¡Lavinia!

Sara: No pasa nada, Ermengarde. Es cierto que carezco de atractivo. De cualquier modo, Señorita Lavinia, tu cabello rubio y tus ojos azules son preciosos.

Lavinia: ¡¡¡!!! ¡Qué dices! ¡A pesar de ser una pueblerina venida de la India!

Sara: Sí, me sorprendí de lo grande que es Londres. Supongo que soy una pueblerina.

Lavinia: ¡¡Gh!!

Narrador: Antes de que Sara llegara Lavinia era la más adinerada del instituto y quien lideraba el camino a la iglesia. Por otro lado, Sara atrajo la atención en poco tiempo.

Profesora: Bien, ¿leerías lo que sigue? ¿Has estudiado francés, señorita Sara?

Sara: No lo he estudiado, sin embargo…

Profesora: Puede ser complicado, pero intenta leerlo. Te enseñaré lo que no entiendas.

Sara: … ¡Sí!

Narrador: Al enterarse de que Sara no había estudiado francés, Lavinia se rió por lo bajo.

Lavinia: Fufufu. Con esto Sara se pondrá en vergüenza. Se hace pasar por una gran señorita, pero esto dejará al descubierto que no es la gran cosa.

Narrador: A todo esto, Sara hablaba francés fluido.

*exclamaciones de admiración*

Profesora: Señorita Sara, ¿qué significa esto? No es bueno mentir.

Sara: Lo lamento, no obstante, es verdad que nunca lo he estudiado. Mi difunta madre era francesa así que mi padre solía hablarme en francés y de ese modo lo aprendí.

Profesor: Con que eso era.

Lavinia: ¡¡Ghh!! ¿¡Qué se cree esa!?

[06:25] Narrador: De este modo pasaron varios meses y Sara se volvió popular en el instituto. Las estudiantes de su misma generación imitaban su postura erguida y majestuosa. Las estudiantes de grados menores le llamaban “Princesita” a manera de elogio.

Ermengarde: Sara, fue muy interesante la historia que me contaste sobre la revolución francesa.

Sara: Admiro mucho a María Antonieta. La historia la critica mucho pero Antonieta siempre estaba resuelta… ¡Ah!

*sonido de agua*

Lavinia: ¿¡Pero qué estás haciendo!?

Becky: ¡Lo siento muchísimo!

Sara: ¡Becky!

Narrador: La chica llamada Becky era una empleada residente encargada de cocinar, lavar y otras cosas.

Lavinia: ¡Me has empapado el vestido!

Becky: ¡Lo lamento mucho! ¡Lo limpiaré enseguida!

Lavinia: ¡No me toques con eso tan sucio! ¡En serio! ¡Ni siquiera puedes limpiar adecuadamente!

Becky: Tendrá que disculparme Señorita Lavinia, pero estaba charlando con sus amigas y no se dio cuenta cuando golpeó las cubetas.

Lavinia: ¿¡Dices que ha sido mi culpa!? ¡Una sirvienta no debe replicar!

Sara: ¡Becky!

Ermengarde: Sara, será mejor que desistas.

Sara: ¡Hu! ¿¡Por qué!?

Ermengarde: La Señorita Directora está por allá. La Señorita Directora es una persona muy estricta con las distinciones sociales. No le perdonará el solo hecho de haber replicado.

Sara: ¡Pero!

Ermengarde: Es por el bien de Becky. Si se crea un escándalo aquí, hará que Becky se vaya de forma definitiva.

Sara: ¡¡Ha!!

Narrador: Después de todo llegó la directora Minchin y castigó a Becky dejándole sin almuerzo. Sintiéndose impotente Sara observó lo ocurrido. Tiempo después de ese episodio.

Sara: ¡Oh vaya! ¡Becky!

Narrador: Becky se encontraba durmiendo plácidamente en un sillón en la habitación de Sara.

Sara: Debió estar tan cansada que se quedó dormida. Le pondré una cobija.

Becky: Hmm… ¡Ah! ¡Señorita Sara, me disculpo profundamente! ¡Me quedé dormida apenas me senté!

Sara: No pasa nada. Si te apetece descansa un poco más, debes estar cansada. Pondré un poco de té.

Becky: ¡No debo distraerme! ¡Debo terminar pronto lo que me resta por limpiar!

Sara: Por hoy ha sido suficiente. Quisiera agradecerte por siempre hacerme la limpieza. Anda, siéntate allí.

Becky: ¡Pero!

Sara: Becky…

Becky: … Entendido…

[09:20] Narrador: Entonces conversaron mientras bebían el té.

Becky: Verá, a veces mientras limpio esta habitación comienzo a fantasear. Cosas como, cómo sería si yo fuera la señorita de esta habitación. Hace un momento me quedé dormida mientras fantaseaba.

Sara: Aah, ¡juegas a simular! Yo también lo hago a veces.

Becky: ¿La señorita Sara también?

Sara: ¡Sí! La muñeca que está allí se llama Emily. Cuando no estoy camina por la habitación o lee libros. En el momento en que regreso y abro la puerta ella regresa a toda prisa a su lugar.

Becky: Es una muñeca increíble.

Sara: ¡Verdad que sí! Y bien, ¿te apetece otra taza de té?

Becky: No gracias, yo ya debo de…

*puerta*

Directora Minchin: Becky, ¿qué estás haciendo allí?

Becky: ¡Directora Minchin!

Directora Minchin: Escuché voces así que me detuve a ver, ¿qué crees que haces siendo una simple sirvienta?

Becky: ¡Lo siento muchísimo!

Sara: Señorita Directora, yo la invité a tomar el té. Si ha de regañar a alguien que sea a mí…

Directora Minchin: Guarde silencio, Señorita Sara. Voy a hacer que esta jovencita entienda su posición social. Becky, hace unos días replicaste, últimamente te estás relajando demasiado.

Becky: ¡Perdóneme por favor!

Sara: ¡En verdad que Becky no ha tenido la culpa! ¡Siempre limpia y deja impecable así que quería agradecerle!

Directora Minchin: Comprendo sus gentiles intenciones, sin embargo, Señorita Sara, hay diferencias en sus posiciones sociales, necesita aprender que hay personas nobles y personas de baja cuna.

Sara: ¿Personas nobles y personas de baja cuna? ¡Todas las personas somos iguales! ¡Como Becky y yo!

Directora Minchin: Pongamos un alto a esta discusión sin sentido. Becky, esta vez te disculparé en consideración a la Señorita Sara. Ponte pronto a hacer los preparativos para la cena.

Becky: ¡S-sí!

Sara: Becky…

Directora Minchin: Señorita Sara, le advierto que se abstenga de comportarse de manera que entristezca a su padre.

Sara: Mi padre estaría de acuerdo conmigo.

Directora Minchin: Ya veo.

Narrador: La Directora Minchin abandonó el cuarto de Sara.

Directora Minchin: Qué muchachita más insolente. Si no fuera por las donaciones de su padre…


Track 02
Narrador: Ese día se llevó a cabo la fiesta de cumpleaños de Sara.

Todos: ¡Feliz cumpleaños! *aplausos*

Sara: ¡Gracias! ¡Me hace muy feliz ver a tantos amigos reunidos!

Ermengarde: Es el resultado de tu conducta diaria.

Estudiante: Nos enseñas francés.

Estudiante: Y nos cuentas muchas historias.

Estudiante: ¡Ese vestido de seda es precioso! ¡Pareces una verdadera princesa!

Sara: ¿Será? ¡Ah! ¡Becky, has venido!

Becky: ¿Se me permitirá importunarles con mi presencia?

Sara: Qué cosas dices. Eres mi amiga, ¿no es así?

Becky: ¡Es una barbaridad! ¡Debería regresar!

Sara: Becky, hoy he conseguido el permiso de la Señorita Directora, si uno de mis invitados se marcha me dejaría en vergüenza.

Becky: Pero…

Ermengarde: Es tal y como dice Sara, ¡nosotros también queremos agradecerte por tu arduo trabajo!

Estudiante: ¡Así es! ¡Comamos pastel todas juntas!

Becky: ¡Muchas gracias! ¡Ha!

Ermengarde: Becky, has tirado algo. ¡Ah! Esto es acaso…

Becky: ¡No lo vea!

Sara: Becky, ¿es acaso un regalo de cumpleaños para mí?

Becky: Mmh…

Sara: Lo es, ¿no es así?

Becky: Sí…

Sara: ¿Está bien si lo abro?

Becky: Sí…

Sara: ¡Ah! Es un alfiletero. ¡Es precioso! ¡Gracias, Becky!

Becky: Lo hice con un trozo viejo de franela…

Narrador: Los dedos de Becky estaban llenos de cicatrices por su labor de costura. A Sara se le vino a la mente la imagen de Becky cosiendo, frotándose los ojos somnolienta.

Sara: Gracias, Becky. Me has hecho muy feliz. Estoy muy contenta

Becky: Señorita Sara…

Narrador: Todos querían a Sara, pero incluso a ella, alguien la resentía.

*pasos*

Lavinia: ¡Ghhh! ¡Se le han subido los humos a esa mosquita muerta! Algún día haré que se postre ante mí. ¿Huh? ¿Ese es?

Narrador: Desde la ventana del corredor podía verse a un caballero con mal semblante.

Lavinia: Esa persona es el abogado que se encarga de las finanzas de Sara.

Narrador: Tras asegurarse de que el abogado con inusual mal semblante entrara a la oficina de la directora Minchin, escuchó la conversación desde la puerta.

Lavinia: ¡Hooh! ¡Semejante cosa…! Pero con esto Sara… Fufufu, ha llegado el momento en que pases de ser una princesita a ser una miserable sirviente.

[03:28] Narrador: Una hora más tarde. Terminada la fiesta de cumpleaños, Sara fue llamada a la oficina de la directora donde escuchó una historia que no podía creer.

Sara: ¡Ah! ¡Eso…!

Directora Minchin: ¿Lo digo una vez más? Tu padre ha muerto.

Sara: ¿Muerto? ¿Mi padre ha muerto?

Directora Minchin: Al parecer tu padre murió durante la excavación de unas minas de diamante. Al no encontrar diamantes se llenó de preocupaciones y contrajo fiebre.

Sara: *sollozos*

Directora Minchin: ¡Cesa tu llanto! Tengo algo más que informarte. Parece ser que tu tonto padre invirtió toda su fortuna en las minas que no le dejaron ni un centavo y en consecuencia quedó en banca rota. Por culpa suya ahora tengo que cargar contigo. Si echara a la calle a una niña en la ruina la reputación de la escuela se vería afectada. Muy bien, ponte esta ropa. A partir de ahora trabajarás de sirvienta al igual que Becky. *sollozos* En serio, soy yo quien quiere llorar. Además, voy a vender el vestido de seda que llevas puesto así como todas tus pertenencias.

Narrador: Pronto fue bien sabido por todo el instituto que Sara se quedó sin familia y se volvió parte de la servidumbre al igual que Becky.

*murmullos*

Ermengarde: Aaah, Sara…

Lavinia: Ermengarde.

Ermengarde: Lavinia…

Lavinia: Te habías vuelto bastante engreída escudándote detrás de Sara, sin embargo, a partir de ahora harás todo lo que te diga.

Ermengarde: ¿Engreída, dices…?

Narrador: Sara fue transferida de su habitación especial al ático junto con su muñeca Emily, la cual se salvó de ser confiscada en condición de recuerdo. Era una habitación pequeña con una vieja cama de metal en una esquina.

Sara: Emily, esta silla será tu lugar. Mira, puede verse el sol desde el tragaluz. *toquidos* ¿Huh? *puerta* ¡Ah! ¡Becky!

Becky: Señorita Sara, no sé qué debería decirle.

Sara: Gracias por tu preocupación. Estoy bien.

Becky: Estoy en la habitación de junto, si necesita algo no dude en llamarme.

Sara: Gracias. Por hoy descansaré. Han sucedido tantas cosas, estoy cansada. Buenas noches. *puerta cerrándose* *pasos**sollozos* Padre… *sollozos* ¿por qué? ¿por qué? *sollozos* Quiero verte. Desearía que todo fuese un error. *sollozos* Padre…

Narrador: Para que Becky no pudiese escucharle Sara lloró suavemente. Sin embargo, su voz fue haciéndose más fuerte.

Sara: Padre… ¡Padre…! *sollozos*


Track 03
Narrador: A partir del día siguiente comenzó la vida de Sara como sirviente.

*ruido de agua*

Estudiante: Sara está limpiando los pisos.

Estudiante: Viste harapos.

Estudiante: No es para nada una princesita.

*pasos apresurados*

Becky: ¡Señorita Sara, yo haré ese trabajo!

Sara: Pero qué dices, al igual que tú yo también soy una sirvienta. Además, deja de llamarme Señorita Sara.

Becky: ¡Pero!

Sara: Muy bien. Ya quedó esta zona. Ahora iré a la zona de lavado, senpai.

Becky: Señorita Sara…

*pasos*

Estudiante: Aquí viene…

Estudiante: Vámonos…

*pasos*

Sara: Si fueran los viejos tiempos hubiesen venido corriendo… ¡Ah!

Narrador: A poca distancia se encontraba Ermengarde. Al cruzar miradas con Sara entró al aula luciendo incómoda.

Sara: Ha… Ermengarde…

Narrador: Mientras tanto, Lavinia y sus compañeras…

Lavinia: Limpia mi habitación. Que no quedé un rastro siquiera de suciedad.

Sara: Sí.

Lavinia: Debería ser “entendido, Señorita Lavinia”. Corrígete.

Sara: Ah. Entendido, Señorita Lavinia.

Lavinia: Sí, sí, así está muy bien. *risitas* Apresúrate con la limpieza.

Sara: Sí.

Estudiante: Es increíble. La famosa Sara Crewe sigue al pie de la letra tus palabras.

Lavinia: Obviamente, puesto que se trata ¡de una sirvienta! Aaah, qué terrible, el bote de basura se ha volteado. ¿Volverías a ponerlo en su lugar?

Sara: Ghhh. Sí.

Lavinia: ¡Nada de “Sí”! ¡Te dije que me llamaras “Señorita Lavinia”!

Sara: Usted disculpe, Señorita Lavinia.

Lavinia: Fufufu. Muy bien. ¡Tomemos el té, chicas! ¡Hoy llegó la mezcla especial que mi madre preparó!

Narrador: Y entonces, cuando Sara, que se ocupaba en limpiar el piso, se acercó…

*chorro de agua*

Sara: ¡Haaa!

Lavinia: Ups… ¿te cayó en la cabeza? Siempre he sido muy débil, por eso no pude sostener el vaso por mucho tiempo.

Sara: Ghhh…

Lavinia: ¿A qué viene esa mirada?

Sara: Mhhh… lo siento… pero hay cosas que pueden o no pueden hacerse *cachetada* ¡Ufh!

Lavinia: ¡Silencio! Al parecer todavía no comprendes tu posición.

Sara: Ghh… ¡pero!

Lavinia: ¡Jessie! Ve por la Señorita Directora, voy a contarle lo que acaba de suceder.

Jessie: Ufufu. Muy bien.

Narrador: Sin escuchar explicación alguna, la Directora Minchin mandó a Sara sin cenar a hacer la limpieza de la bodega como castigo. Para cuando Sara regresó a su habitación ya era entrada la noche.

[03:50] Sara: Aaah, aaah. Estoy exhausta. Trabajar me distrae de la tristeza, pero aun así no me daré por vencida. Si lloro o si pongo mala cara mi padre en el cielo se pondrá triste. Porque mi padre está mirando debo mantener la espalda erguida y avanzar hacia delante. *rugir de estómago* ¡Ah! Tengo hambre. *toquidos* ¿Quién es?

Becky: Señorita Sara.

Sara: ¡Becky! ¡Ahh! *pasos* ¡Becky! ¿Qué sucede?

Becky: Coma este pan.

Sara: Acaso…

Becky: Pensé en dárselo para que comiera, es sólo un pan que sobró de la cena, lo siento, pero la porción fue poca…

Sara: Haaa…

Becky: Además soy muy tonta y he guardado un alimento en este bolsillo sucio… ¿Señorita Sara?

Sara: *sollozos* Becky… gracias…

Becky: ¿Está llorando?

Sara: Jaja, claro que no… además, te dije que dejaras de llamarme Señorita Sara…

Narrador: Sara sabía que la ración de Becky era poca y siempre se quedaba con hambre.

Sara: Becky, come tú el pan.

Becky: Pero…

Sara: Yo estoy bien. Antes hablamos sobre “simular”. Yo en estos momentos soy María Antonieta prisionera en la Bastilla. María Antonieta nunca flaqueaba.

Becky: Señorita Sara…

Narrador: Animada por el recuerdo de su padre, así como por los gentiles sentimientos de Becky, Sara se presentó al trabajo al día siguiente llena de convicción.

Sara: Señorita Lavinia, el vestido que me pidió que planchara tenía un jirón así que lo he arreglado.

Lavinia: Ah, gracias…

Sara: Con su permiso, debo seguir con mis labores.

*pasos*

Lavinia: ¿¡Qué le sucede a esa niña!?

Narrador: Eventualmente la Directora Minchin reconoció el arduo trabajo de Sara y le asignó tareas más difíciles.

*pasos*

Sara: Muy bien. La ropa se ha secado. ¿Estás observando, padre? Me estoy valiendo por mí misma. Yo misma trabajo y me alimento. Estoy orgullosa de mí misma. ¡Aah! ¿Se encuentra bien? ¡Lo siento mucho! Ah, Ermengarde…

Ermengarde: Haa… ¡Sara!

Sara: Lo lamento. Cargando la ropa no podía ver al frente.

Ermengarde: No pasa nada, ha sido culpa mía también… bueno…

Sara: Sí… *pasos alejándose* Ermengarde, me duele que no pudiéramos seguir siendo amigas. ¡A pesar de lo mucho que me gustaba tu sonrisa!

Narrador: Sin embargo, aquella noche…

Sara: ¿Uh? ¿Qué ha sido ese ruido? ¡Oh! ¡Hay algo bajo la puerta! *pasos* ¿Una carta? ¡Ah! ¡Es de Ermengarde!

Ermengarde: Sara, lamento lo de esta tarde. Lo cierto es que me gustaría hablar contigo como solíamos hacer, pero Lavinia me ha amenazado con alejarme de todos en el instituto si me llevo bien contigo. Perdona a esta cobarde. Tienes mi respeto por esforzarte y mirar hacia adelante en medio de esta dolorosa pesadilla.

Sara: ¡Ermengarde! ¡Estoy segura que volveremos a ser amigas! ¡Sin duda podremos hablar de muchas cosas de nuevo!


Track 04
Narrador: A partir de entonces transcurrió un año. La Directora Minchin valoraba a Sara por su buen trabajo y sagacidad, sin embargo, Lavinia continuaba haciéndole maldades.

Sara: Haa…

Lavinia: Vaya, Sara está limpiando los pisos. Si derramo el agua de aquella cubeta todo quedará mojado.

*pasos*

Sara: Haa… disculpe mi torpeza. Dejar una cubeta en este lugar…

Lavinia: Urggghh… ¡Jum! ¿¡Qué le pasa a esa odiosa!? Pero, ¿por qué ella es siempre así? Si se tratara de mí… ¡No la tolero! ¡Quiero desaparecerla de mi vista!

Narrador: Un tiempo después…

*voces y ruido de coches*

Sara: ¿Eh? ¿Una mudanza? Alguien se está mudando a la casa vecina que permanecía desocupada. ¿Qué clase de persona será?

*pasos apresurados*

Becky: ¡Señorita Sara! *jadeos* ¡Trae muchas compras! ¡Le ayudaré con una!

Sara: Gracias, Becky.

*pasos*

Becky: Señorita Sara, al parecer la persona que se mudará a la casa vecina es un hindú adinerado.

Sara: ¿Hindú?

Becky: Aunque parece ser que a causa de una grave enfermedad no puede salir al exterior.

Sara: ¿Grave enfermedad?

Narrador: Al escuchar sobre la India y sobre una grave enfermedad, Sara recordó a su padre.

Sara: ¿Me pregunto si estará bien? Mi padre murió por una enfermedad, ojalá que el vecino se recupere.

Becky: Señorita Sara, al regresar hay que cortar la leña.

Sara: Es cierto. Comenzará a tornarse más frío el clima así que hay que preparar mucha.

Narrador: No obstante, una nueva prueba aguardaba a Sara. Al regresar al instituto fue llamada a la oficina de la directora.

Directora Minchin: Este broche fue encontrado en tu habitación. Sabes a quien le pertenece, ¿no es así?

Sara: ¿Eh?

Lavinia: ¡No te hagas la tonta! ¡Sé que estabas tras de mi broche! ¡Señorita Directora, ella sabía que es el preciado broche que mi difunta abuela me dejó y por eso lo robó! ¡Sabía que conseguiría dinero si lo vendía!

Sara: ¡Yo no haría algo así!

Lavinia: ¿¡Entonces por qué se encontraba en tu habitación!?

Sara: Eso… alguien debió…

Directora Minchin: Sara Crewe, las excusas son feas. Hoy fuiste tú quien se encargó de la limpieza de la habitación de la Señorita Lavinia, ¿no es así? El broche desapareció después de que hicieras la limpieza.

Sara: ¡Es cierto que yo hice la limpieza, pero…!

Directora Minchin: No puedo desviar la mirada de este asunto. Es un incidente grave. Habrá un castigo como es debido, así que prepárate.

Sara: ¡Señorita Directora, por favor créame! ¡No haría jamás nada que pudiese entristecer a mi difunto padre!

Lavinia: Eres de lo peor, Sara. Mintiendo y engañando. Señorita Directora, no puedo estar en el mismo lugar que una ladrona.

Sara: Lavinia…

Narrador: Sara, falsamente acusada, se llenó de mortificantes sentimientos. Además, la historia pronto se esparció entre todas las estudiantes.

Estudiante: Y pensar que la llamada Princesita es una ladrona…

Estudiante: Aunque es imposible de olvidar su antigua vida…

*puerta*

Estudiante: Miren, es Sara. Caminando con el pecho en alto, ¿acaso no le da vergüenza?

Narrador: Sara regresó a su habitación entre murmullos.

[04:17] Sara: *sollozos* Yo no lo hice. No soy una ladrona. *sollozos* *chillidos* ¿Eh? ¿Qué es eso? ¿Un mono? *chillidos* El vidrio del tragaluz se romperá si lo golpea tanto. *chillidos* *abre el tragaluz* ¡Haaa! *chillidos* ¿Qué debería hacer? *chillidos*

Ram Dass: Señorita, le pido una disculpa por los inconvenientes que mi amigo le está generando.

*chillidos*

Narrador: Al mirar hacia el tragaluz de dónde provenía la voz, un hombre hindú de tez marrón se encontraba allí sobre el techo exterior.

Sara: Ah, ¿usted es?

Ram Dass: Mucho gusto. Soy el mayordomo de la persona que hoy se ha mudado al lado. Mi nombre es Ram Dass. Me gustaría entrar a su habitación para atrapar a ese amigo mío que le está causando molestias.

Sara: ¿Por amigo se refiere a ese monito?

Ram Dass: Él es Pouki, es muy astuto y no creo que se deje agarrar si no lo hago yo.

Sara: Ah… entonces…

Ram Dass: Con su permiso. *chillidos* ¡Pouki! *chillidos* Anda, compórtate. *chillidos* No debes causarle molestias a la señorita.

Sara: Fufufu, seguramente el monito tenía frío afuera y por eso entró a mi habitación.

Ram Dass: Ya veo. También existe la posibilidad de que quisiera hacerse su amigo.

Sara: ¿Mi amigo? ¡Estoy feliz! ¡Quiero que seamos amigos! Soy Sara. Encantada, Pouki.
*chillidos* *risas*

Narrador: Sara rió y por un breve momento pudo dejar atrás los sentimientos desagradables. Como el monito iba diario a visitarle, de forma natural formó amistad con Ram Dass.

[06:51] Sara: Señor Ram Dass, desde mi habitación pueden verse las estrellas muy de cerca, y la gente que camina por las calle parecieran varitas. Es muy divertido.

Ram Dass: Eso es encantador. Yo también trepo al techo de vez en cuando para observar las estrellas, pero usted lo hace a diario.

Sara: Sí.

Narrador: Sin embargo, esos momentos de diversión fueron breves, y una cruel prueba le esperaba. El castigo por el incidente previo del broche.

Directora Minchin: Sara Crewe, ha llegado la decisión del consejo de directores. Serás expulsada de aquí.

Sara: ¡Ha…!

Directora Minchin: No pareces satisfecha, no obstante, has de agradecer que no llamemos a la policía.

Sara: Lo comprendo. Sin embargo, Señorita Directora, yo no lo hice. No soy ninguna ladrona.

Directora Minchin: Eso ya no importa. Anda, recoge tu equipaje y vete.

Sara: Ghh… me entristece que no me crea. Gracias por todo hasta ahora.

Narrador: Con el poco dinero acumulado durante su tiempo de trabajo como sirvienta y llevando a Emily consigo, Sara deambuló por las calles de Londres.

Sara: Necesito encontrar un lugar donde trabajar. *pasos* *impacto* ¡Gah!

Transeúnte: ¡No te quedes ahí parada!

Sara: Lo siento mucho. Verá, ¿no sabrá de casualidad de algún lugar donde puedan contratarme?

Transeúnte: ¿¡Ha!? ¿Dónde contratarían a una escuincla sucia como tú?

Sara: ¡Ah!


*lluvia y truenos* *pasos apresurados*

Sara: Resguardémonos aquí. Lamento que te hayas mojado, Emily. Haaa, hace frío. ¿Dónde dormiremos hoy?

*voces a la distancia*
Niño: Esto no me gusta, padre.

Padre: Si no lo comes no crecerás.

Niño: ¿Eeeeeeeh?
*risas lejanas*

Sara: Luce muy divertido, cenando todos juntos. Padre, yo ya no podré volver a cenar de ese modo, ¿verdad?


*viento*

Sara: Haa… me he quedado sin dinero. Me pregunto si de disculparme con la Señorita Directora me permitiría volver. Extraño a Becky. Pero yo no lo hice. *sonido metálico* ¿Huh?

Extraño: Con eso te alcanza, cómprate algo para comer.

Sara: Aprecio su intención, pero no soy limosnera.

Extraño: Con esa apariencia ya parece que no lo eres. Sólo tómalo.

Sara: Guh…

Narrador: A Sara le parecía que tomar ese dinero echaría abajo todo su esfuerzo y perdería ante sí misma.

Sara: ¡De verdad no es necesario! Le regreso su dinero.

Extraño: Schu… qué rara.


Narrador: Sin embargo, varios días después el hambre llegó a su límite.

Panadera: Ya está el pan fresco y rico.

Sara: Ah, hay dinero tirado. Haa…

Panadera: ¿Qué tal un rico pan? Una pieza a tan sólo un penique. Está fresquecito.

*Sara recoge la moneda y se acerca al panadero*

Panadera: Bienvenida, señorita.

Sara: Disculpe, ¿son suyos estos cuatro peniques que estaban tirados?

Panadera: No, no lo son. ¿Los has recogido tú?

Sara: Sí.

Panadera: Entonces tómalos para ti. Nadie buscará tan poca cantidad de dinero.

Sara: Pero…

*gruñido de estómago*

Panadera: ¿Qué tal si compras pan con ese dinero?

Sara: Uuhhh…

Panadera: Tienes hambre, ¿no es verdad? ¿Por qué no lo consideras un regalo de Dios?

Sara: Mhh…

[11:36] Panadera: Fufufu. Eres una muchachita obstinada.

Sara: Entonces…

Panadera: Con gusto.

Sara: ¿Uh? Disculpe, me parece que ha puesto dos de sobra.

Panadera: Es un extra. Anda, tómalos.

Sara: ¡Gracias! ¡Muchísimas gracias! *pasos* ¡Ah!

Narrador: Tras alejarse un poco, Sara vio a una niña pequeña en harapos.

Sara: Hola. ¿Tienes hambre? ¿Quieres pan?

Niña: Sí…

Sara: Entonces comamos juntas. Así sabrá incluso más rico. Toma.

Narrador: Juntas comieron el pan recién hecho. Como la niña parecía realmente hambrienta y deseosa de más, Sara al final sólo comió una pieza. Había alguien mirando atónito aquella escena.

Ram Dass: ¡Qué niña más excepcional!

Niña: ¡Gracias, señorita!

Sara: No es nada. Estuvo rico el pan, ¿verdad?

*pasos*

Ram Dass: ¡Sara, la he encontrado!

Sara: Ah, ¡señor Ram Dass!

Ram Dass: La he estado buscando todo este tiempo. Es amiga de Pouki, y mía también. ¿Por qué no vino a consultarme?

Sara: Eso…

Ram Dass: Vamos a que coma algo caliente, y si no se opone iré a hablar con la Señorita Directora para que regrese al instituto.

Sara: Señor Ram Dass…

[13:56] Narrador: Por otro lado, en el instituto una sola chica fue a hablar con la directora Minchin.

Ermengarde: ¡Sara fue incriminada en el robo del broche! ¡Yo lo escuché! ¡Lavinia contó con orgullo que ella misma puso el broche en el cuarto de Sara!

Directora Minchin: Ermengarde, ¿es eso cierto?

Ermengarde: ¡Sí! ¡Por favor traiga a Sara de vuelta!

Directora Minchin: Eso no es posible. El consejo de directores ya ha llegado a una decisión. Y existe la posibilidad de que estés mintiendo.

Ermengarde: ¡Eso es…!

Narrador: Ermengarde mantuvo su postura, pero la directora Minchin también tenía la presión de los padres, por lo que no accedió a su petición.

Directora Minchin: Regresa a tu cuarto, Ermengarde.

Ermengarde: ¿Por qué? ¡Es cierto que lo escuché!

Narrador: Entonces entró Ram Dass llevado por el monito Pouki.

Ram Dass: Disculpe la intromisión.

Directora Minchin: ¿Quién es usted?

Ram Dass: Con su permiso. Vengo en representación de la casa del Señor Carrisford, mi nombre es Ram Dass.

Directora Minchin: ¿Qué desea el señor Carrisford?

Ram Dass: Escuché su conversación de recién a través de la puerta. ¿No le parece mal hacer culpable a un inocente?

Directora Minchin: Eso es algo que a usted no le concierne.

Ram Dass: Comprendo su posición. Pero incluso usted debe estar vagamente consciente de la inocencia de Sara, ¿no es verdad?

[15:41] Narrador: Mientras apelaba a la directora Minchin refiriéndose a su difícil posición, encontró una salida.

Ram dass: ¿Qué le parece si el robo del broche fuese una travesura de este monito?
*chillidos*

Directora Minchin: Me pregunto si habría forma de convencer al consejo de directores y a los padres de semejante cosa.

Ram Dass: No tiene de qué preocuparse. Yo me disculparé con quien sea necesario.

Directora Minchin: Mkh…

Narrador: La directora Minchin pensó que sería bueno formar una relación con la casa Carrisford, por lo cual aceptó la propuesta de Ram Dass. Y así…

Ermengarde: ¡Sara!

Sara: ¡Ermengarde!

Ermengarde: ¡Me alegro! ¡Me alegro en verdad!

Sara: Me dijeron que abogaste por mí con la Señorita Directora. Gracias.

Ermengarde: No ha sido nada. Lamento no haber estado para ti todo este tiempo. A partir de ahora estaré contigo siempre.

Sara: ¿Pero está bien? ¿Lavinia no se meterá contigo?

Emergande: ¡Estaré bien! Mientras estés aquí. ¡Lucharé al igual que tú!

Sara: Ermengarde…

Narrador: Simultáneamente Ram Dass hablaba con el Señor Carrisford.

Carrisford: Al parecer has ayudado a la chica de junto.

Ram Dass: Me disculpo encarecidamente. Todo lo he hecho bajo mi propio juicio. Aceptaré cualquier represalia.

Carrisford: Pero qué dices. Ayudar a una pequeña a enmendar una injusticia ha sido lo correcto. Puede ser que la señorita que estoy buscando se enfrente a circunstancias similares.

Ram Dass: ¿Qué ha dicho Carmicheal al respecto?

Carrisford: Ha sido informado de una pequeña en Francia que parece ser ella, pero me pregunto qué resultará… De cualquier forma, hasta no encontrarla no podré darle la cara a mi difunto amigo. Él la amaba desde lo más profundo de su corazón. ¡Ah! *ataque de tos*

Ram Dass: ¡Resista, Señor! Sin duda alguna la ha de encontrar. Dios nos ha mostrar el camino.


Track 05
Narrador: Un tiempo después sucedió algo misterioso en el ático que hacía de cuarto a Sara.

*puerta*

Sara: No es posible. ¿Me habré equivocado de habitación? ¿Uh? Pero estas son las escaleras que llevan al ático. *puerta* ¿Qué significa esto?

Narrador: La sorpresa de Sara era de esperarse. En la escueta habitación una espléndida alfombra le adornaba. Sobre una mesita blanca yacía con cubertería de plata una variedad de ricos platillos. Sara fue por Becky y Ermengarde.

Ermengarde: ¿No estarás medio dormida?

Becky: Seguro ha sido una alucinación provocada por el hambre.

Sara: No es eso. *abre la puerta* Miren.

Ermengarde: Aaah, es verdad.

Becky: No, es una ilusión. Al tocarlo sin duda se desvanece… ¡Aah! ¡Está calientito! La carne, el pan, la sopa, ¡todo es real!

Ermengarde: ¿Pero cómo?

Becky: ¡Sin duda se trata de magia! ¡En esta habitación han de habitar hadas y ellas nos lo han hecho llegar!

Sara: Fufufu. Becky, eres una chiquilla.

Becky: ¡Incluso usted, Señorita Sara, dice cosas que parecen sueños, como el que la muñeca Emily camina por los alrededores!

Sara: Jaja, aun así…

Narrador: El misterio continuó sucediendo a diario. Por las mañanas, cuando Sara dejaba la habitación para irse a trabajar, los cubiertos eran recogidos, y al regresar por la noche ya habían sido dispuestos con comida de nuevo. Un día, al regresar de las compras Sara se encontró con Ram Dass y mientras caminaban juntos, charlaron.

Sara: Sabe Señor Ram Dass, en mi habitación… ah, no debo hacerlo, si de verdad son hadas las que nos hacen llegar la comida podrían molestarse.

Ram Dass: ¿Qué pasa con su habitación?

Sara: No es nada. Pero, verá, Señor Ram Dass, si existieran las hadas y quisiera demostrarles mi gratitud, ¿qué debería hacer?

Ram Dass: Mmm… hadas…

Sara: Son muy tímidas y no se muestran ante nadie.

Ram Dass: Parece que dichas hadas existen.

Sara: No, verá, eso…

Ram Dass: Jajaja. Yo escribiría una carta y la dejaría allí, así podrían leerla en mi ausencia.

Sara: Ah, es cierto. ¡Es una buena idea!

Narrador: Al regresar Sara escribió la carta de agradecimiento de inmediato. La carta que dejó sobre la mesa por la mañana había desaparecido cuando volvió a su cuarto por la noche.

Sara: ¿No está? ¿Será que las hadas en verdad se la llevaron?

[03:45] Narrador: Dicha carta en realidad estaba aquí.

Ram Dass: Señoritas Hadas, estoy en verdad agradecida. Escribí esta carta para hacerles saber mi gratitud puesto que son tímidas y no se muestran a nadie. Espero con ansias el día en que podamos conocernos. Atentamente, la chica del ático.

Carrisford: Jajajajaja, ¿yo, un hada? Hacía tiempo que no me reía así.

Ram Dass: Con todo, fue una gran idea la suya, esa de sorprenderla llevándole comida mientras se encuentra ausente.

Carrisford: De esa forma es mejor puesto que le da un aire de fantasía.

Ram Dass: Gracias a eso yo me veo en apuros a diario cargando la comida y demás suspendido de los techos.

Carrisford: Tú también lo disfrutas, ¿no es así? Pensando a diario en el menú y los horarios.
*risas*

Ram Dass: Sin embargo, sería bueno encontrar pronto a la hija del Señor Crewe. De ese modo podrá reír más de corazón.

Carrisford: Así es. La niña en Francia no era ella. ¿Dónde podrá estar la hija de Ralph?

Narrador: Transcurrido un tiempo algo sucedió.

Lavinia: Fufu. Sara, haré de ti una ladrona una vez más. *abre la puerta* Como siempre, es una habitación sórdida. Pondré este broche debajo de su almohada.

Ram Dass: No debería hacer eso.

Lavinia: ¡Haaa! ¡Usted es la persona de al lado!

*abre la ventana y entra*

Ram Dass: He visto todo desde el tragaluz. Señorita, divertirse haciendo sufrir a otros no es propio de una dama.

Lavinia: Gghh… ¡engreído!

*pasos*

Sara: ¿Señor Ram Dass? ¿Señorita Lavinia? ¿Sucede algo con mi habitación?

Lavinia: Ah, ¿y tú Sara, qué haces saltándote el trabajo?

Sara: Voy a ir a hacer las compras así que vine por mi sombrero… ¡Ah! Eso es… ese broche es…

Lavinia: …

[06:18] Ram Dass: Señorita, es mejor que usted misma reconozca sus actos.

Lavinia: Mhhh… Así es, yo lo puse aquí. ¡La vez pasada y esta! Lo hice para atormentarte.

Sara: ¡Ah! ¿Para atormentarme? Estoy consciente de que me odia, pero ¿por qué hacer algo tan bajo?

Lavinia: ¡Porque no quiero ver tu rostro! ¡Con solo verte me pongo furiosa!

Sara: Si hay algo que le disguste de mí, por favor señálemelo, ¡lo arreglaré! Pero hacer este tipo de cosas no es correcto. Sobre todo porque ese broche se lo dio su difunta abuela. Es algo valioso, ¿cierto?

Lavinia: Hahhhh…

Narrador: Lavinia recordó el momento en que su abuela le dio el broche. La abuela, que amaba a Lavinia profundamente, le dio el broche justo antes de morir y sujetándole la mano con fuerza le dijo estas palabras:

Abuela: Lavinia, conviértete en una espléndida damita. Una persona gentil que ilumine a los demás.

Lavinia: *sollozos* Abuela… tratar a todos con gentileza… alguien como yo… *sollozos*

Sara: Lavinia…

Lavinia: *sollozos* ¿¡Qué te crees actuando tan engreída!? ¡Siempre siendo gentil con todos! ¡Te detesto! *sollozos* ¡¡Te detesto!! *pasos apresurados*

Sara: Ha…

Ram Dass: Usted es demasiado encomiable para ella. Al ver que jamás podrá compararse con usted le maltrata a cambio.

Sara: Eso es… ¡Ah!

Narrador: Al fijarse, inesperadamente, Ram Dass llevaba en sus manos la cosas que creía eran obra de las hadas.

Sara: Umh…

Ram Dass: Me ha descubierto. Cuando cargaba la vajilla para poner la mesa, me encontré con la Señorita Lavinia.

Sara: Ah… ¿se estaba burlando de mí? Qué cruel…

Ram Dass: No nos burlábamos. El Señor de la casa pensó que sería mejor darle un toque de fantasía.

Sara: ¿Por el Señor de la casa se refiere a aquella persona enferma?

Ram Dass: Así es. El Señor Carrisford lo ideó para hacerla sonreír. Le hablé de varias cosas y terminó interesándose en usted también.

Sara: Um… me gustaría agradecerle. Señor Ram Dass, ¿será posible que pueda verle?

Ram Dass: ¿Agradecerle? Es un misántropo, tendré que ir a consultarle.

Narrador: A los dos días Sara pudo ir a ver al Señor Carrisford. Aunque nerviosa, la figura erguida expresando agradecimiento era refinada y bella.

Carrisford: En verdad es usted distinguida, ¿alguien le enseñó?

Sara: Así es. Mi padre me lo enseñó. Las damas siempre andan erguidas y miran a los ojos a su interlocutor.

Carrisford: Es un padre loable.

Sara: Sí, es mi orgullo. Incluso ahora cuando recuerdo sus enseñanzas trato siempre de llevarlas a cabo.

Carrisford: ¿Cuando recuerda?

Sara: Mi padre falleció hace dos años.

Carrisford: ¿De alguna enfermedad?

Sara: Así es. Cogió una fiebre durante la excavación de unas minas de diamante en la India…

Carrisford: Hahhhh…

Sara: Me disculpo por haber hablado tanto acerca de mí. Con su permiso. Cuide de su salud.

Carrisford: ¡Aguarde! ¿Cuál era el nombre de su padre?

Sara: Su nombre era Ralph Crewe.

Carrisford: ¡Ram Dass, es ella! ¡Es ella!

Ram Dass: ¡Sí!

Sara: ¿Eh? Umh…

Ram Dass: Sara, el Señor la ha estado buscando.

Sara: ¿Eh?

Ram Dass: El Señor era amigo de su padre y juntos emprendieron la excavación de las minas de diamantes.

[11:20] Narrador: De este modo el destino de Sara dio un gran giro. Ram Dass fue de inmediato a ver a la Directora Minchin.

Directora Minchin: Señor Ram Dass, ¿qué significa esta visita tan entrada la noche?

Ram Dass: Vengo a pedirle que vuelva a ingresar a Sara Crewe como estudiante.

Directora Minchin: Qué tonterías dice.

Ram Dass: La Señorita Sara ha heredado las ganancias de su padre, y las minas de diamante son ahora de su posesión. Se ha convertido en una de las personas más acaudaladas en toda Inglaterra.

Directora Minchin: ¿Ha? Este, ¿cómo?

Narrador: Una vez la directora Minchin comprendió la situación, su actitud dio la vuelta y mudó a Sara a una habitación especial.

Sara: Señor Ram Dass, esta habitación especial es muy amplia y espléndida. De cierto modo no me siento en paz, casi siento que quiero regresar al ático.

Ram Dass: Sara, eso significa que ha madurado. En la vida que llevó en el ático padeció el sufrimiento de las personas que nacieron sin suerte. Comprendió el valor de la amabilidad en los momentos difíciles.

Sara: Es verdad, siento que soy totalmente distinta a como solía ser…

Narrador: Sara recordó todo lo ocurrido hasta ahora.

*flashback*
Directora Minchin: Al parecer tu padre murió durante la excavación de unas minas de diamante. Al no encontrar diamantes se llenó de preocupaciones y contrajo fiebre.

*chorro de agua*

Lavinia: Ups… ¿te cayó en la cabeza?

Becky: Coma este pan. Pensé en dárselo para que comiera, es sólo un pan que sobró de la cena, lo siento, pero la porción fue poca…

Ermengarde: Sara, lamento lo de esta tarde. Perdona a esta cobarde.

Sara: ¡Señorita Directora, por favor créame! ¡No haría jamás nada que pudiese entristecer a mi difunto padre!

Panadera: Tienes hambre, ¿no es verdad? ¿Qué tal si compras pan con ese dinero?

Ram Dass: Es amiga de Pouki, y mía también. ¿Por qué no vino a consultarme?
*Fin del flashback*

Sara: En verdad han sucedido muchas cosas. Incluidas las cosas dolorosas, creo que todo tiene un propósito.

Narrador: Al final Sara no solicitó el cuarto especial y llevó su vida escolar en una habitación normal. Y con esa diferencia de dinero hizo que la directora Minchin admitiera a Becky como estudiante en el instituto.


Track 06
Narrador: Tiempo después, con el propósito de visitar la tumba de su padre Sara decidió irse temporalmente a la India.

*voces varias*

Ermengarde: Cuídate mucho, Sara. ¡Regresa sana y salva!

Sara: ¡Claro! En cuanto llegue te escribiré una carta.

Becky: Señorita Sara, últimamente me divierto estudiando, ¡muchas gracias!

Sara: Me alegro mucho. Y también has hecho amigas. Pero no vayas a olvidarte de mí.

Becky: ¡Claro que no!

Ermengarde: ¡Es verdad! Tengo una carta de Lavinia.

Sara: ¿De Lavinia? ¿De qué se tratará?

Lavinia: Para mi odiada Sara. No te quedes en la India y vuelve pronto. Me siento sola sin tener a quien atormentar. Atentamente, la siempre más bella y adorable Lavinia.

Sara: Fufufu. Muy propio de Lavinia.

Ram Dass: Sara, ya es hora de partir.

Sara: ¡Sí!

Narrador: Sara comenzó un viaje con Ram Dass y compañía.

Sara: Querido padre, por fin puedo ir a visitar tu tumba. Iré a contarte muchas cosas. Estando frente a tu tumba puede que rompa en llanto, pero no te preocupes por mí. Cuando regrese a Londres estudiaré como es debido, y me convertiré en una espléndida y gentil dama. Voy a hacer que te sorprendas desde el cielo, así que no dejes de mirarme y velar por mí.

Narrador: Aquella niña era una mujercita que se mantenía siempre erguida.

Sara: Aaah, qué bello cielo.

Narrador: El futuro de la chica se extendía inmenso y despejado tal como el cielo frente a sus ojos.


Una obra de Frances Eliza Burnett. Drama CD “La historia de la Princesita Sara”.

Sara Crewe, Okamoto Nobuhiko.
Directora Minchin, Miki Shinichirou.
Lavinia, Kishio Daisuke.
Ram Dass, Yoshino Hiroyuki.
Ermengarde, Suganuma Hisayoshi.
Becky, Takeuchi Ken.
Carrisford, Yamauchi Kenji.
Profesora, Eguchi Takuya.
Estudiante 1, Miyanaga Keita.
Estudiante 2, Kobayashi Yuusuke.

Narración, Nakanishi Toshihiko.


Track 07 - Cast Comment

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