¡No me olvido de los dramas cds! Y por eso hoy les traigo uno que tenía pendiente desde que inicié el blog. La idea original era sólo hacer un resumen, pero acabo de jugar una novela visual maravillosa "A little lily princess" basada en la clásica historia de "La Princesita" y bueno, recordé esta versión de la serie "Men's Only" y me dije ¿por qué no? "Men's Only" como su nombre lo dice presenta un elenco completamente masculino incluso para los roles femeninos. Suelen representar clásicos, tienen uno de "Alicia en el País de las Maravillas" con Kaji-kyun como Alicia, otro de "La Bella y la Bestia" con Taniyama Kishou como Bella y Suwabe Junichi como la Bestia, también tienen "Romeo y Julieta" con Ishida Akira como Romeo y Kamiya Hiroshi como Julieta, y muchos muchos más volúmenes. En esta versión de "La Princesita", tenemos un elenco bastante variado, la antagonista, Lavinia, es interpretada por Daisaku ¡y vaya que hace un gran trabajo! La ponzoña se siente en cada frase que pronuncia, jajaja. Tenemos a Miki Shinichirou como la directora Minchin, no sé, siento que igual le quedó como anillo al dedo, jaja. Yocchin hace de Ram Dass, y La Princesita es nada más ni nada menos que ¡Nobu! Un papel adorable para un niño adorable =3 Ya no diré más por si no conocen la historia, y si ya la conocen pues a ver qué les parece esta adaptación (^u^)
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Men's Only Series ~La historia de la Princesita Sara~
[CV: Okamoto Nobuhiko – Sara; Suganuma Hisayoshi – Ermengarde; Takeuchi
Ken – Becky; Kishio
Daisuke – Lavinia; Miki
Shinichirou – Directora Minchin; Yoshino
Hiroyuki – Ram Dass; Yamauchi
Kenji – Carrisford; Nakanishi
Toshihiko – Narración / Ralph Crewe; Eguchi Takuya – Profesora; Miyanaga Keita – Estudiante 1; Kobayashi Yuusuke – Estudiante 2]
Track 01
*aves trinando*
Sara: Mi nombre es Sara Crewe. Quedo
en sus sabias manos.
Directora Minchin: Bienvenida Señorita Sara. Te
damos la bienvenida al instituto.
Narrador: Ése día, Sara fue llevada por su padre al
instituto de la Directora Minchin en Londres, Inglaterra. Sara tiene 10 años y
hasta ahora ha vivido en la India, sin embargo, su padre pensó en hacerla
cursar sus estudios en su país natal, por ello la inscribió en este instituto.
Directora Minchin: A Sara se le asignará una habitación
especial, acorde a su alto rango. *a Sara* Es una habitación hermosa apropiada
para ti.
Sara: Muchas gracias, Señorita Directora. Haré un buen uso
de ella.
Directora Minchin: Bueno, no me cabe duda. Es algo notable
que permanezcas erguida mirando a los ojos a tu interlocutor.
Padre de Sara: Para nada, sólo está fingiendo. Ayer no
quería separarse de mí.
Sara: ¡Padre! ¡Si eras tú quien incluso lloró!
Padre de Sara: ¡Sara!
Directora Minchin: Se llevan muy bien ustedes dos.
Padre de Sara: Es porque su madre murió prematuramente y
hemos vivido sólo los dos juntos. ¡Por favor guíela estrictamente!
Directora Minchin: Entendido.
Padre de Sara: Sara, nos despedimos por ahora. Espero con
ansias encontrarte hecha una encantadora damita la próxima vez que nos veamos.
Sara: ¡Sí!
Narrador: Y así el padre de Sara volvió a la India.
*puerta*
Sara: Me pregunto si mi padre estará a bordo del barco ya.
No necesito una habitación tan lujosa… Dime Emily, ¿no cambiará mi padre de
parecer y volverá por mí? *suspiro*
Narrador: En la habitación de Sara estaba toda la ropa que
su padre le había comprado, así como la muñeca a la que tan apegada estaba,
Emily.
Sara: *suspiro* No debo llorar, eso entristecería a mi
padre. ¡Me convertiré en una dama encantadora y le sorprenderé! ¡Así que me
esforzaré y no lloraré más!
[02:45] Una obra de Frances Eliza Burnett. Drama CD “La
historia de la Princesita Sara”.
Narrador: Al día siguiente Sara se presentó con las
estudiantes del instituto a la hora del almuerzo. Varias de las estudiantes le
hablaron de inmediato a Sara, quien se había convertido en el tema principal
con su habitación especial y su vida en la India.
Ermengarde: Mucho gusto, yo soy Ermengarde. ¿Serías mi
amiga?
Sara: Por supuesto. Tu cabello rubio es hermoso.
Ermengarde: ¡Tu cabello negro también lo es! Parece ser que
la Señorita Directora te hará la líder de la excursión a la iglesia.
Sara: ¿A qué te refieres?
Emergarde: En este instituto todos nos reunimos para ir los
domingos a la iglesia caminando, pero la representante del instituto es la que
va a la vanguardia.
Sara: ¿Ah sí? Qué problema, yo apenas acabo de ingresar.
Narrador: Por otro lado, había una estudiante que no
encontraba a Sara interesante.
*pasos*
Lavinia: Mucho gusto Señorita Sara. Decían que había una
jovencita venida de la India, así que pensé en ver qué tipo de chica era, pero
no eres la gran cosa.
Ermengarde: Lavinia, estás siendo grosera.
Lavinia: ¡Es que los ojos verdes y el cabello negro carecen
de atractivo!
Ermengarde: ¡Lavinia!
Sara: No pasa nada, Ermengarde. Es cierto que carezco de atractivo.
De cualquier modo, Señorita Lavinia, tu cabello rubio y tus ojos azules son
preciosos.
Lavinia: ¡¡¡!!! ¡Qué dices! ¡A pesar de ser una pueblerina
venida de la India!
Sara: Sí, me sorprendí de lo grande que es Londres. Supongo
que soy una pueblerina.
Lavinia: ¡¡Gh!!
Narrador: Antes de que Sara llegara Lavinia era la más
adinerada del instituto y quien lideraba el camino a la iglesia. Por otro lado,
Sara atrajo la atención en poco tiempo.
Profesora: Bien, ¿leerías lo que sigue? ¿Has estudiado
francés, señorita Sara?
Sara: No lo he estudiado, sin embargo…
Profesora: Puede ser complicado, pero intenta leerlo. Te
enseñaré lo que no entiendas.
Sara: … ¡Sí!
Narrador: Al enterarse de que Sara no había estudiado francés,
Lavinia se rió por lo bajo.
Lavinia: Fufufu. Con
esto Sara se pondrá en vergüenza. Se hace pasar por una gran señorita, pero
esto dejará al descubierto que no es la gran cosa.
Narrador: A todo esto, Sara hablaba francés fluido.
*exclamaciones de admiración*
Profesora: Señorita Sara, ¿qué significa esto? No es bueno
mentir.
Sara: Lo lamento, no obstante, es verdad que nunca lo he
estudiado. Mi difunta madre era francesa así que mi padre solía hablarme en
francés y de ese modo lo aprendí.
Profesor: Con que eso era.
Lavinia: ¡¡Ghh!! ¿¡Qué
se cree esa!?
[06:25] Narrador: De este modo pasaron varios meses y Sara
se volvió popular en el instituto. Las estudiantes de su misma generación
imitaban su postura erguida y majestuosa. Las estudiantes de grados menores le
llamaban “Princesita” a manera de elogio.
Ermengarde: Sara, fue muy interesante la historia que me
contaste sobre la revolución francesa.
Sara: Admiro mucho a María Antonieta. La historia la critica
mucho pero Antonieta siempre estaba resuelta… ¡Ah!
*sonido de agua*
Lavinia: ¿¡Pero qué estás haciendo!?
Becky: ¡Lo siento muchísimo!
Sara: ¡Becky!
Narrador: La chica llamada Becky era una empleada residente
encargada de cocinar, lavar y otras cosas.
Lavinia: ¡Me has empapado el vestido!
Becky: ¡Lo lamento mucho! ¡Lo limpiaré enseguida!
Lavinia: ¡No me toques con eso tan sucio! ¡En serio! ¡Ni
siquiera puedes limpiar adecuadamente!
Becky: Tendrá que disculparme Señorita Lavinia, pero estaba
charlando con sus amigas y no se dio cuenta cuando golpeó las cubetas.
Lavinia: ¿¡Dices que ha sido mi culpa!? ¡Una sirvienta no
debe replicar!
Sara: ¡Becky!
Ermengarde: Sara, será mejor que desistas.
Sara: ¡Hu! ¿¡Por qué!?
Ermengarde: La Señorita Directora está por allá. La Señorita
Directora es una persona muy estricta con las distinciones sociales. No le
perdonará el solo hecho de haber replicado.
Sara: ¡Pero!
Ermengarde: Es por el bien de Becky. Si se crea un escándalo
aquí, hará que Becky se vaya de forma definitiva.
Sara: ¡¡Ha!!
Narrador: Después de todo llegó la directora Minchin y
castigó a Becky dejándole sin almuerzo. Sintiéndose impotente Sara observó lo
ocurrido. Tiempo después de ese episodio.
Sara: ¡Oh vaya!
¡Becky!
Narrador: Becky se encontraba durmiendo plácidamente en un
sillón en la habitación de Sara.
Sara: Debió estar tan
cansada que se quedó dormida. Le pondré una cobija.
Becky: Hmm… ¡Ah! ¡Señorita Sara, me disculpo profundamente!
¡Me quedé dormida apenas me senté!
Sara: No pasa nada. Si te apetece descansa un poco más,
debes estar cansada. Pondré un poco de té.
Becky: ¡No debo distraerme! ¡Debo terminar
pronto lo que me resta por limpiar!
Sara: Por hoy ha sido suficiente. Quisiera agradecerte por
siempre hacerme la limpieza. Anda, siéntate allí.
Becky: ¡Pero!
Sara: Becky…
Becky: … Entendido…
[09:20] Narrador: Entonces conversaron mientras bebían el
té.
Becky: Verá, a veces mientras limpio esta habitación
comienzo a fantasear. Cosas como, cómo sería si yo fuera la señorita de esta
habitación. Hace un momento me quedé dormida mientras fantaseaba.
Sara: Aah, ¡juegas a simular! Yo también lo hago a veces.
Becky: ¿La señorita Sara también?
Sara: ¡Sí! La muñeca que está allí se llama Emily. Cuando no
estoy camina por la habitación o lee libros. En el momento en que regreso y
abro la puerta ella regresa a toda prisa a su lugar.
Becky: Es una muñeca increíble.
Sara: ¡Verdad que sí! Y bien, ¿te apetece otra taza de té?
Becky: No gracias, yo ya debo de…
*puerta*
Directora Minchin: Becky, ¿qué estás haciendo allí?
Becky: ¡Directora Minchin!
Directora Minchin: Escuché voces así que me detuve a ver,
¿qué crees que haces siendo una simple sirvienta?
Becky: ¡Lo siento muchísimo!
Sara: Señorita Directora, yo la invité a tomar el té. Si ha
de regañar a alguien que sea a mí…
Directora Minchin: Guarde silencio, Señorita Sara. Voy a
hacer que esta jovencita entienda su posición social. Becky, hace unos días
replicaste, últimamente te estás relajando demasiado.
Becky: ¡Perdóneme por favor!
Sara: ¡En verdad que Becky no ha tenido la culpa! ¡Siempre
limpia y deja impecable así que quería agradecerle!
Directora Minchin: Comprendo sus gentiles intenciones, sin
embargo, Señorita Sara, hay diferencias en sus posiciones sociales, necesita
aprender que hay personas nobles y personas de baja cuna.
Sara: ¿Personas nobles y personas de baja cuna? ¡Todas las
personas somos iguales! ¡Como Becky y yo!
Directora Minchin: Pongamos un alto a esta discusión sin
sentido. Becky, esta vez te disculparé en consideración a la Señorita Sara.
Ponte pronto a hacer los preparativos para la cena.
Becky: ¡S-sí!
Sara: Becky…
Directora Minchin: Señorita Sara, le advierto que se
abstenga de comportarse de manera que entristezca a su padre.
Sara: Mi padre estaría de acuerdo conmigo.
Directora Minchin: Ya veo.
Narrador: La Directora Minchin abandonó el cuarto de Sara.
Directora Minchin: Qué
muchachita más insolente. Si no fuera por las donaciones de su padre…
Track 02
Narrador: Ese día se llevó a cabo la fiesta de cumpleaños de
Sara.
Todos: ¡Feliz cumpleaños! *aplausos*
Sara: ¡Gracias! ¡Me hace muy feliz ver a tantos amigos
reunidos!
Ermengarde: Es el resultado de tu conducta diaria.
Estudiante: Nos enseñas francés.
Estudiante: Y nos cuentas muchas historias.
Estudiante: ¡Ese vestido de seda es precioso! ¡Pareces una
verdadera princesa!
Sara: ¿Será? ¡Ah! ¡Becky, has venido!
Becky: ¿Se me permitirá importunarles con mi presencia?
Sara: Qué cosas dices. Eres mi amiga, ¿no es así?
Becky: ¡Es una barbaridad! ¡Debería regresar!
Sara: Becky, hoy he conseguido el permiso de la Señorita Directora,
si uno de mis invitados se marcha me dejaría en vergüenza.
Becky: Pero…
Ermengarde: Es tal y como dice Sara, ¡nosotros también
queremos agradecerte por tu arduo trabajo!
Estudiante: ¡Así es! ¡Comamos pastel todas juntas!
Becky: ¡Muchas gracias! ¡Ha!
Ermengarde: Becky, has tirado algo. ¡Ah! Esto es acaso…
Becky: ¡No lo vea!
Sara: Becky, ¿es acaso un regalo de cumpleaños para mí?
Becky: Mmh…
Sara: Lo es, ¿no es así?
Becky: Sí…
Sara: ¿Está bien si lo abro?
Becky: Sí…
Sara: ¡Ah! Es un alfiletero. ¡Es precioso! ¡Gracias, Becky!
Becky: Lo hice con un trozo viejo de franela…
Narrador: Los dedos de Becky estaban llenos de cicatrices
por su labor de costura. A Sara se le vino a la mente la imagen de Becky
cosiendo, frotándose los ojos somnolienta.
Sara: Gracias, Becky. Me has hecho muy feliz. Estoy muy
contenta
Becky: Señorita Sara…
Narrador: Todos querían a Sara, pero incluso a ella, alguien
la resentía.
*pasos*
Lavinia: ¡Ghhh! ¡Se le
han subido los humos a esa mosquita muerta! Algún día haré que se postre ante
mí. ¿Huh? ¿Ese es?
Narrador: Desde la ventana del corredor podía verse a un
caballero con mal semblante.
Lavinia: Esa persona
es el abogado que se encarga de las finanzas de Sara.
Narrador: Tras asegurarse de que el abogado con inusual mal
semblante entrara a la oficina de la directora Minchin, escuchó la conversación
desde la puerta.
Lavinia: ¡Hooh! ¡Semejante
cosa…! Pero con esto Sara… Fufufu, ha llegado el momento en que pases de ser
una princesita a ser una miserable sirviente.
[03:28] Narrador: Una hora más tarde. Terminada la fiesta de
cumpleaños, Sara fue llamada a la oficina de la directora donde escuchó una
historia que no podía creer.
Sara: ¡Ah! ¡Eso…!
Directora Minchin: ¿Lo digo una vez más? Tu padre ha muerto.
Sara: ¿Muerto? ¿Mi padre ha muerto?
Directora Minchin: Al parecer tu padre murió durante la
excavación de unas minas de diamante. Al no encontrar diamantes se llenó de
preocupaciones y contrajo fiebre.
Sara: *sollozos*
Directora Minchin: ¡Cesa tu llanto! Tengo algo más que informarte. Parece ser
que tu tonto padre invirtió toda su fortuna en las minas que no le dejaron ni
un centavo y en consecuencia quedó en banca rota. Por culpa suya ahora tengo
que cargar contigo. Si echara a la calle a una niña en la ruina la reputación
de la escuela se vería afectada. Muy bien, ponte esta ropa. A partir de ahora
trabajarás de sirvienta al igual que Becky. *sollozos* En serio, soy yo quien
quiere llorar. Además, voy a vender el vestido de seda que llevas puesto así
como todas tus pertenencias.
Narrador: Pronto fue bien sabido por todo el instituto que
Sara se quedó sin familia y se volvió parte de la servidumbre al igual que
Becky.
*murmullos*
Ermengarde: Aaah, Sara…
Lavinia: Ermengarde.
Ermengarde: Lavinia…
Lavinia: Te habías vuelto bastante engreída escudándote
detrás de Sara, sin embargo, a partir de ahora harás todo lo que te diga.
Ermengarde: ¿Engreída, dices…?
Narrador: Sara fue transferida de su habitación especial al
ático junto con su muñeca Emily, la cual se salvó de ser confiscada en
condición de recuerdo. Era una habitación pequeña con una vieja cama de metal
en una esquina.
Sara: Emily, esta silla será tu lugar. Mira, puede verse el
sol desde el tragaluz. *toquidos* ¿Huh? *puerta* ¡Ah! ¡Becky!
Becky: Señorita Sara, no sé qué debería decirle.
Sara: Gracias por tu preocupación. Estoy bien.
Becky: Estoy en la habitación de junto, si necesita algo no
dude en llamarme.
Sara: Gracias. Por hoy descansaré. Han sucedido tantas
cosas, estoy cansada. Buenas noches. *puerta cerrándose* *pasos**sollozos*
Padre… *sollozos* ¿por qué? ¿por qué? *sollozos* Quiero verte. Desearía que
todo fuese un error. *sollozos* Padre…
Narrador: Para que Becky no pudiese escucharle Sara lloró
suavemente. Sin embargo, su voz fue haciéndose más fuerte.
Sara: Padre… ¡Padre…! *sollozos*
Track 03
Narrador: A partir del día siguiente comenzó la vida de Sara
como sirviente.
*ruido de agua*
Estudiante: Sara está limpiando los pisos.
Estudiante: Viste harapos.
Estudiante: No es para nada una princesita.
*pasos apresurados*
Becky: ¡Señorita Sara, yo haré ese trabajo!
Sara: Pero qué dices, al igual que tú yo también soy una
sirvienta. Además, deja de llamarme Señorita Sara.
Becky: ¡Pero!
Sara: Muy bien. Ya quedó esta zona. Ahora iré a la zona de
lavado, senpai.
Becky: Señorita Sara…
*pasos*
Estudiante: Aquí viene…
Estudiante: Vámonos…
*pasos*
Sara: Si fueran los
viejos tiempos hubiesen venido corriendo… ¡Ah!
Narrador: A poca distancia se encontraba Ermengarde. Al
cruzar miradas con Sara entró al aula luciendo incómoda.
Sara: Ha… Ermengarde…
Narrador: Mientras tanto, Lavinia y sus compañeras…
Lavinia: Limpia mi habitación. Que no quedé un rastro
siquiera de suciedad.
Sara: Sí.
Lavinia: Debería ser “entendido, Señorita Lavinia”.
Corrígete.
Sara: Ah. Entendido, Señorita Lavinia.
Lavinia: Sí, sí, así está muy bien. *risitas* Apresúrate con
la limpieza.
Sara: Sí.
Estudiante: Es increíble. La famosa Sara Crewe sigue al pie
de la letra tus palabras.
Lavinia: Obviamente, puesto que se trata ¡de una sirvienta!
Aaah, qué terrible, el bote de basura se ha volteado. ¿Volverías a ponerlo en
su lugar?
Sara: Ghhh. Sí.
Lavinia: ¡Nada de “Sí”! ¡Te dije que me llamaras “Señorita
Lavinia”!
Sara: Usted disculpe, Señorita Lavinia.
Lavinia: Fufufu. Muy bien. ¡Tomemos el té, chicas! ¡Hoy
llegó la mezcla especial que mi madre preparó!
Narrador: Y entonces, cuando Sara, que se ocupaba en limpiar
el piso, se acercó…
*chorro de agua*
Sara: ¡Haaa!
Lavinia: Ups… ¿te cayó en la cabeza? Siempre he sido muy
débil, por eso no pude sostener el vaso por mucho tiempo.
Sara: Ghhh…
Lavinia: ¿A qué viene esa mirada?
Sara: Mhhh… lo siento… pero hay cosas que pueden o no pueden
hacerse *cachetada* ¡Ufh!
Lavinia: ¡Silencio! Al parecer todavía no comprendes tu
posición.
Sara: Ghh… ¡pero!
Lavinia: ¡Jessie! Ve por la Señorita Directora, voy a
contarle lo que acaba de suceder.
Jessie: Ufufu. Muy bien.
Narrador: Sin escuchar explicación alguna, la Directora
Minchin mandó a Sara sin cenar a hacer la limpieza de la bodega como castigo.
Para cuando Sara regresó a su habitación ya era entrada la noche.
[03:50] Sara: Aaah, aaah. Estoy exhausta. Trabajar me distrae de la tristeza, pero aun así no me
daré por vencida. Si lloro o si pongo mala cara mi padre en el cielo se pondrá
triste. Porque mi padre está mirando debo mantener la espalda erguida y avanzar
hacia delante. *rugir de estómago* ¡Ah! Tengo
hambre. *toquidos* ¿Quién es?
Becky: Señorita Sara.
Sara: ¡Becky! ¡Ahh! *pasos* ¡Becky! ¿Qué sucede?
Becky: Coma este pan.
Sara: Acaso…
Becky: Pensé en dárselo para que comiera, es sólo un pan que
sobró de la cena, lo siento, pero la porción fue poca…
Sara: Haaa…
Becky: Además soy muy tonta y he guardado un alimento en
este bolsillo sucio… ¿Señorita Sara?
Sara: *sollozos* Becky… gracias…
Becky: ¿Está llorando?
Sara: Jaja, claro que no… además, te dije que dejaras de
llamarme Señorita Sara…
Narrador: Sara sabía que la ración de Becky era poca y
siempre se quedaba con hambre.
Sara: Becky, come tú el pan.
Becky: Pero…
Sara: Yo estoy bien. Antes hablamos sobre “simular”. Yo en
estos momentos soy María Antonieta prisionera en la Bastilla. María Antonieta
nunca flaqueaba.
Becky: Señorita Sara…
Narrador: Animada por el recuerdo de su padre, así como por
los gentiles sentimientos de Becky, Sara se presentó al trabajo al día
siguiente llena de convicción.
Sara: Señorita Lavinia, el vestido que me pidió que
planchara tenía un jirón así que lo he arreglado.
Lavinia: Ah, gracias…
Sara: Con su permiso, debo seguir con mis labores.
*pasos*
Lavinia: ¿¡Qué le sucede a esa niña!?
Narrador: Eventualmente la Directora Minchin reconoció el
arduo trabajo de Sara y le asignó tareas más difíciles.
*pasos*
Sara: Muy bien. La ropa
se ha secado. ¿Estás observando, padre? Me estoy valiendo por mí misma. Yo
misma trabajo y me alimento. Estoy orgullosa de mí misma. ¡Aah! ¿Se
encuentra bien? ¡Lo siento mucho! Ah, Ermengarde…
Ermengarde: Haa… ¡Sara!
Sara: Lo lamento. Cargando la ropa no podía ver al frente.
Ermengarde: No pasa nada, ha sido culpa mía también… bueno…
Sara: Sí… *pasos alejándose* Ermengarde, me duele que no pudiéramos seguir siendo amigas. ¡A pesar
de lo mucho que me gustaba tu sonrisa!
Narrador: Sin embargo, aquella noche…
Sara: ¿Uh? ¿Qué ha
sido ese ruido? ¡Oh! ¡Hay algo bajo la puerta! *pasos* ¿Una carta? ¡Ah! ¡Es de Ermengarde!
Ermengarde: Sara,
lamento lo de esta tarde. Lo cierto es que me gustaría hablar contigo como
solíamos hacer, pero Lavinia me ha amenazado con alejarme de todos en el
instituto si me llevo bien contigo. Perdona a esta cobarde. Tienes mi respeto
por esforzarte y mirar hacia adelante en medio de esta dolorosa pesadilla.
Sara: ¡Ermengarde!
¡Estoy segura que volveremos a ser amigas! ¡Sin duda podremos hablar de muchas
cosas de nuevo!
Track 04
Narrador: A partir de entonces transcurrió un año. La Directora
Minchin valoraba a Sara por su buen trabajo y sagacidad, sin embargo, Lavinia
continuaba haciéndole maldades.
Sara: Haa…
Lavinia: Vaya, Sara
está limpiando los pisos. Si derramo el agua de aquella cubeta todo quedará
mojado.
*pasos*
Sara: Haa… disculpe mi torpeza. Dejar una cubeta en este
lugar…
Lavinia: Urggghh… ¡Jum! ¿¡Qué
le pasa a esa odiosa!? Pero, ¿por qué ella es siempre así? Si se tratara de mí…
¡No la tolero! ¡Quiero desaparecerla de mi vista!
Narrador: Un tiempo después…
*voces y ruido de coches*
Sara: ¿Eh? ¿Una
mudanza? Alguien se está mudando a la casa vecina que permanecía desocupada.
¿Qué clase de persona será?
*pasos apresurados*
Becky: ¡Señorita Sara! *jadeos* ¡Trae muchas compras! ¡Le
ayudaré con una!
Sara: Gracias, Becky.
*pasos*
Becky: Señorita Sara, al parecer la persona que se mudará a
la casa vecina es un hindú adinerado.
Sara: ¿Hindú?
Becky: Aunque parece ser que a causa de una grave enfermedad
no puede salir al exterior.
Sara: ¿Grave enfermedad?
Narrador: Al escuchar sobre la India y sobre una grave
enfermedad, Sara recordó a su padre.
Sara: ¿Me pregunto si
estará bien? Mi padre murió por una enfermedad, ojalá que el vecino se
recupere.
Becky: Señorita Sara, al regresar hay que cortar la leña.
Sara: Es cierto. Comenzará a tornarse más frío el clima así
que hay que preparar mucha.
Narrador: No obstante, una nueva prueba aguardaba a Sara. Al
regresar al instituto fue llamada a la oficina de la directora.
Directora Minchin: Este broche fue encontrado en tu
habitación. Sabes a quien le pertenece, ¿no es así?
Sara: ¿Eh?
Lavinia: ¡No te hagas la tonta! ¡Sé que estabas tras de mi
broche! ¡Señorita Directora, ella sabía que es el preciado broche que mi
difunta abuela me dejó y por eso lo robó! ¡Sabía que conseguiría dinero si lo
vendía!
Sara: ¡Yo no haría algo así!
Lavinia: ¿¡Entonces por qué se encontraba en tu habitación!?
Sara: Eso… alguien debió…
Directora Minchin: Sara Crewe, las excusas son feas. Hoy
fuiste tú quien se encargó de la limpieza de la habitación de la Señorita
Lavinia, ¿no es así? El broche desapareció después de que hicieras la limpieza.
Sara: ¡Es cierto que yo hice la limpieza, pero…!
Directora Minchin: No puedo desviar la mirada de este
asunto. Es un incidente grave. Habrá un castigo como es debido, así que
prepárate.
Sara: ¡Señorita Directora, por favor créame! ¡No haría jamás
nada que pudiese entristecer a mi difunto padre!
Lavinia: Eres de lo peor, Sara. Mintiendo y engañando.
Señorita Directora, no puedo estar en el mismo lugar que una ladrona.
Sara: Lavinia…
Narrador: Sara, falsamente acusada, se llenó de
mortificantes sentimientos. Además, la historia pronto se esparció entre todas
las estudiantes.
Estudiante: Y pensar que la llamada Princesita es una
ladrona…
Estudiante: Aunque es imposible de olvidar su antigua vida…
*puerta*
Estudiante: Miren, es Sara. Caminando con el pecho en alto,
¿acaso no le da vergüenza?
Narrador: Sara regresó a su habitación entre murmullos.
[04:17] Sara: *sollozos* Yo no lo hice. No soy una ladrona.
*sollozos* *chillidos* ¿Eh? ¿Qué es eso? ¿Un mono? *chillidos* El vidrio del
tragaluz se romperá si lo golpea tanto. *chillidos* *abre el tragaluz* ¡Haaa!
*chillidos* ¿Qué debería hacer? *chillidos*
Ram Dass: Señorita, le pido una disculpa por los
inconvenientes que mi amigo le está generando.
*chillidos*
Narrador: Al mirar hacia el tragaluz de dónde provenía la
voz, un hombre hindú de tez marrón se encontraba allí sobre el techo exterior.
Sara: Ah, ¿usted es?
Ram Dass: Mucho gusto. Soy el mayordomo de la persona que
hoy se ha mudado al lado. Mi nombre es Ram Dass. Me gustaría entrar a su
habitación para atrapar a ese amigo mío que le está causando molestias.
Sara: ¿Por amigo se refiere a ese monito?
Ram Dass: Él es Pouki, es muy astuto y no creo que se deje
agarrar si no lo hago yo.
Sara: Ah… entonces…
Ram Dass: Con su permiso. *chillidos* ¡Pouki! *chillidos*
Anda, compórtate. *chillidos* No debes causarle molestias a la señorita.
Sara: Fufufu, seguramente el monito tenía frío afuera y por
eso entró a mi habitación.
Ram Dass: Ya veo. También existe la posibilidad de que
quisiera hacerse su amigo.
Sara: ¿Mi amigo? ¡Estoy feliz! ¡Quiero que seamos amigos!
Soy Sara. Encantada, Pouki.
*chillidos* *risas*
Narrador: Sara rió y por un breve momento pudo dejar atrás
los sentimientos desagradables. Como el monito iba diario a visitarle, de forma
natural formó amistad con Ram Dass.
[06:51] Sara: Señor Ram Dass, desde mi habitación pueden
verse las estrellas muy de cerca, y la gente que camina por las calle
parecieran varitas. Es muy divertido.
Ram Dass: Eso es encantador. Yo también trepo al techo de
vez en cuando para observar las estrellas, pero usted lo hace a diario.
Sara: Sí.
Narrador: Sin embargo, esos momentos de diversión fueron
breves, y una cruel prueba le esperaba. El castigo por el incidente previo del
broche.
Directora Minchin: Sara Crewe, ha llegado la decisión del
consejo de directores. Serás expulsada de aquí.
Sara: ¡Ha…!
Directora Minchin: No pareces satisfecha, no obstante, has
de agradecer que no llamemos a la policía.
Sara: Lo comprendo. Sin embargo, Señorita Directora, yo no
lo hice. No soy ninguna ladrona.
Directora Minchin: Eso ya no importa. Anda, recoge tu
equipaje y vete.
Sara: Ghh… me entristece que no me crea. Gracias por todo
hasta ahora.
Narrador: Con el poco dinero acumulado durante su tiempo de
trabajo como sirvienta y llevando a Emily consigo, Sara deambuló por las calles
de Londres.
Sara: Necesito encontrar un lugar donde trabajar. *pasos*
*impacto* ¡Gah!
Transeúnte: ¡No te quedes ahí parada!
Sara: Lo siento mucho. Verá, ¿no sabrá de casualidad de
algún lugar donde puedan contratarme?
Transeúnte: ¿¡Ha!? ¿Dónde contratarían a una escuincla sucia
como tú?
Sara: ¡Ah!
*lluvia y truenos* *pasos apresurados*
Sara: Resguardémonos aquí. Lamento que te hayas mojado,
Emily. Haaa, hace frío. ¿Dónde dormiremos hoy?
*voces a la distancia*
Niño: Esto no me gusta, padre.
Padre: Si no lo comes no crecerás.
Niño: ¿Eeeeeeeh?
*risas lejanas*
Sara: Luce muy
divertido, cenando todos juntos. Padre, yo ya no podré volver a cenar de ese
modo, ¿verdad?
*viento*
Sara: Haa… me he
quedado sin dinero. Me pregunto si de disculparme con la Señorita Directora me
permitiría volver. Extraño a Becky. Pero yo no lo hice. *sonido metálico*
¿Huh?
Extraño: Con eso te alcanza, cómprate algo para comer.
Sara: Aprecio su intención, pero no soy limosnera.
Extraño: Con esa apariencia ya parece que no lo eres. Sólo
tómalo.
Sara: Guh…
Narrador: A Sara le parecía que tomar ese dinero echaría
abajo todo su esfuerzo y perdería ante sí misma.
Sara: ¡De verdad no es necesario! Le regreso su dinero.
Extraño: Schu… qué rara.
Narrador: Sin embargo, varios días después el hambre llegó a
su límite.
Panadera: Ya está el pan fresco y rico.
Sara: Ah, hay dinero
tirado. Haa…
Panadera: ¿Qué tal un rico pan? Una pieza a tan sólo un
penique. Está fresquecito.
*Sara recoge la moneda y se acerca al panadero*
Panadera: Bienvenida, señorita.
Sara: Disculpe, ¿son suyos estos cuatro peniques que estaban
tirados?
Panadera: No, no lo son. ¿Los has recogido tú?
Sara: Sí.
Panadera: Entonces tómalos para ti. Nadie buscará tan poca
cantidad de dinero.
Sara: Pero…
*gruñido de estómago*
Panadera: ¿Qué tal si compras pan con ese dinero?
Sara: Uuhhh…
Panadera: Tienes hambre, ¿no es verdad? ¿Por qué no lo
consideras un regalo de Dios?
Sara: Mhh…
[11:36] Panadera: Fufufu. Eres una muchachita obstinada.
Sara: Entonces…
Panadera: Con gusto.
Sara: ¿Uh? Disculpe, me parece que ha puesto dos de sobra.
Panadera: Es un extra. Anda, tómalos.
Sara: ¡Gracias! ¡Muchísimas gracias! *pasos* ¡Ah!
Narrador: Tras alejarse un poco, Sara vio a una niña pequeña
en harapos.
Sara: Hola. ¿Tienes hambre? ¿Quieres pan?
Niña: Sí…
Sara: Entonces comamos juntas. Así sabrá incluso más rico.
Toma.
Narrador: Juntas comieron el pan recién hecho. Como la niña
parecía realmente hambrienta y deseosa de más, Sara al final sólo comió una
pieza. Había alguien mirando atónito aquella escena.
Ram Dass: ¡Qué niña más excepcional!
Niña: ¡Gracias, señorita!
Sara: No es nada. Estuvo rico el pan, ¿verdad?
*pasos*
Ram Dass: ¡Sara, la he encontrado!
Sara: Ah, ¡señor Ram Dass!
Ram Dass: La he estado buscando todo este tiempo. Es amiga
de Pouki, y mía también. ¿Por qué no vino a consultarme?
Sara: Eso…
Ram Dass: Vamos a que coma algo caliente, y si no se opone
iré a hablar con la Señorita Directora para que regrese al instituto.
Sara: Señor Ram Dass…
[13:56] Narrador: Por otro lado, en el instituto una sola
chica fue a hablar con la directora Minchin.
Ermengarde: ¡Sara fue incriminada en el robo del broche! ¡Yo
lo escuché! ¡Lavinia contó con orgullo que ella misma puso el broche en el
cuarto de Sara!
Directora Minchin: Ermengarde, ¿es eso cierto?
Ermengarde: ¡Sí! ¡Por favor traiga a Sara de vuelta!
Directora Minchin: Eso no es posible. El consejo de
directores ya ha llegado a una decisión. Y existe la posibilidad de que estés
mintiendo.
Ermengarde: ¡Eso es…!
Narrador: Ermengarde mantuvo su postura, pero la directora
Minchin también tenía la presión de los padres, por lo que no accedió a su
petición.
Directora Minchin: Regresa a tu cuarto, Ermengarde.
Ermengarde: ¿Por qué? ¡Es cierto que lo escuché!
Narrador: Entonces entró Ram Dass llevado por el monito
Pouki.
Ram Dass: Disculpe la intromisión.
Directora Minchin: ¿Quién es usted?
Ram Dass: Con su permiso. Vengo en representación de la casa
del Señor Carrisford, mi nombre es Ram Dass.
Directora Minchin: ¿Qué desea el señor Carrisford?
Ram Dass: Escuché su conversación de recién a través de la
puerta. ¿No le parece mal hacer culpable a un inocente?
Directora Minchin: Eso es algo que a usted no le concierne.
Ram Dass: Comprendo su posición. Pero incluso usted debe
estar vagamente consciente de la inocencia de Sara, ¿no es verdad?
[15:41] Narrador: Mientras apelaba a la directora Minchin
refiriéndose a su difícil posición, encontró una salida.
Ram dass: ¿Qué le parece si el robo del broche fuese una
travesura de este monito?
*chillidos*
Directora Minchin: Me pregunto si habría forma de convencer
al consejo de directores y a los padres de semejante cosa.
Ram Dass: No tiene de qué preocuparse. Yo me disculparé con
quien sea necesario.
Directora Minchin: Mkh…
Narrador: La directora Minchin pensó que sería bueno formar
una relación con la casa Carrisford, por lo cual aceptó la propuesta de Ram
Dass. Y así…
Ermengarde: ¡Sara!
Sara: ¡Ermengarde!
Ermengarde: ¡Me alegro! ¡Me alegro en verdad!
Sara: Me dijeron que abogaste por mí con la Señorita Directora.
Gracias.
Ermengarde: No ha sido nada. Lamento no haber estado para ti
todo este tiempo. A partir de ahora estaré contigo siempre.
Sara: ¿Pero está bien? ¿Lavinia no se meterá contigo?
Emergande: ¡Estaré bien! Mientras estés aquí. ¡Lucharé al
igual que tú!
Sara: Ermengarde…
Narrador: Simultáneamente Ram Dass hablaba con el Señor
Carrisford.
Carrisford: Al parecer has ayudado a la chica de junto.
Ram Dass: Me disculpo encarecidamente. Todo lo he hecho bajo
mi propio juicio. Aceptaré cualquier represalia.
Carrisford: Pero qué dices. Ayudar a una pequeña a enmendar
una injusticia ha sido lo correcto. Puede ser que la señorita que estoy
buscando se enfrente a circunstancias similares.
Ram Dass: ¿Qué ha dicho Carmicheal al respecto?
Carrisford: Ha sido informado de una pequeña en Francia que
parece ser ella, pero me pregunto qué resultará… De cualquier forma, hasta no
encontrarla no podré darle la cara a mi difunto amigo. Él la amaba desde lo más
profundo de su corazón. ¡Ah! *ataque de tos*
Ram Dass: ¡Resista, Señor! Sin duda alguna la ha de
encontrar. Dios nos ha mostrar el camino.
Track 05
Narrador: Un tiempo después sucedió algo misterioso en el ático
que hacía de cuarto a Sara.
*puerta*
Sara: No es posible. ¿Me habré equivocado de habitación?
¿Uh? Pero estas son las escaleras que llevan al ático. *puerta* ¿Qué significa
esto?
Narrador: La sorpresa de Sara era de esperarse. En la
escueta habitación una espléndida alfombra le adornaba. Sobre una mesita blanca
yacía con cubertería de plata una variedad de ricos platillos. Sara fue por
Becky y Ermengarde.
Ermengarde: ¿No estarás medio dormida?
Becky: Seguro ha sido una alucinación provocada por el
hambre.
Sara: No es eso. *abre la puerta* Miren.
Ermengarde: Aaah, es verdad.
Becky: No, es una ilusión. Al tocarlo sin duda se desvanece…
¡Aah! ¡Está calientito! La carne, el pan, la sopa, ¡todo es real!
Ermengarde: ¿Pero cómo?
Becky: ¡Sin duda se trata de magia! ¡En esta habitación han
de habitar hadas y ellas nos lo han hecho llegar!
Sara: Fufufu. Becky, eres una chiquilla.
Becky: ¡Incluso usted, Señorita Sara, dice cosas que parecen
sueños, como el que la muñeca Emily camina por los alrededores!
Sara: Jaja, aun así…
Narrador: El misterio continuó sucediendo a diario. Por las
mañanas, cuando Sara dejaba la habitación para irse a trabajar, los cubiertos
eran recogidos, y al regresar por la noche ya habían sido dispuestos con comida
de nuevo. Un día, al regresar de las compras Sara se encontró con Ram Dass y
mientras caminaban juntos, charlaron.
Sara: Sabe Señor Ram Dass, en mi habitación… ah, no debo hacerlo, si de verdad son hadas
las que nos hacen llegar la comida podrían molestarse.
Ram Dass: ¿Qué pasa con su habitación?
Sara: No es nada. Pero, verá, Señor Ram Dass, si existieran
las hadas y quisiera demostrarles mi gratitud, ¿qué debería hacer?
Ram Dass: Mmm… hadas…
Sara: Son muy tímidas y no se muestran ante nadie.
Ram Dass: Parece que dichas hadas existen.
Sara: No, verá, eso…
Ram Dass: Jajaja. Yo escribiría una carta y la dejaría allí,
así podrían leerla en mi ausencia.
Sara: Ah, es cierto. ¡Es una buena idea!
Narrador: Al regresar Sara escribió la carta de
agradecimiento de inmediato. La carta que dejó sobre la mesa por la mañana
había desaparecido cuando volvió a su cuarto por la noche.
Sara: ¿No está? ¿Será
que las hadas en verdad se la llevaron?
[03:45] Narrador: Dicha carta en realidad estaba aquí.
Ram Dass: Señoritas Hadas, estoy en verdad agradecida.
Escribí esta carta para hacerles saber mi gratitud puesto que son tímidas y no
se muestran a nadie. Espero con ansias el día en que podamos conocernos.
Atentamente, la chica del ático.
Carrisford: Jajajajaja, ¿yo, un hada? Hacía tiempo que no me
reía así.
Ram Dass: Con todo, fue una gran idea la suya, esa de
sorprenderla llevándole comida mientras se encuentra ausente.
Carrisford: De esa forma es mejor puesto que le da un aire
de fantasía.
Ram Dass: Gracias a eso yo me veo en apuros a diario
cargando la comida y demás suspendido de los techos.
Carrisford: Tú también lo disfrutas, ¿no es así? Pensando a
diario en el menú y los horarios.
*risas*
Ram Dass: Sin embargo, sería bueno encontrar pronto a la
hija del Señor Crewe. De ese modo podrá reír más de corazón.
Carrisford: Así es. La niña en Francia no era ella. ¿Dónde
podrá estar la hija de Ralph?
Narrador: Transcurrido un tiempo algo sucedió.
Lavinia: Fufu. Sara,
haré de ti una ladrona una vez más. *abre la puerta* Como siempre, es una habitación sórdida. Pondré este broche debajo de
su almohada.
Ram Dass: No debería hacer eso.
Lavinia: ¡Haaa! ¡Usted es la persona de al lado!
*abre la ventana y entra*
Ram Dass: He visto todo desde el tragaluz. Señorita,
divertirse haciendo sufrir a otros no es propio de una dama.
Lavinia: Gghh… ¡engreído!
*pasos*
Sara: ¿Señor Ram Dass? ¿Señorita Lavinia? ¿Sucede algo con
mi habitación?
Lavinia: Ah, ¿y tú Sara, qué haces saltándote el trabajo?
Sara: Voy a ir a hacer las compras así que vine por mi
sombrero… ¡Ah! Eso es… ese broche es…
Lavinia: …
[06:18] Ram Dass: Señorita, es mejor que usted misma
reconozca sus actos.
Lavinia: Mhhh… Así es, yo lo puse aquí. ¡La vez pasada y
esta! Lo hice para atormentarte.
Sara: ¡Ah! ¿Para atormentarme? Estoy consciente de que me
odia, pero ¿por qué hacer algo tan bajo?
Lavinia: ¡Porque no quiero ver tu rostro! ¡Con solo verte me
pongo furiosa!
Sara: Si hay algo que le disguste de mí, por favor
señálemelo, ¡lo arreglaré! Pero hacer este tipo de cosas no es correcto. Sobre
todo porque ese broche se lo dio su difunta abuela. Es algo valioso, ¿cierto?
Lavinia: Hahhhh…
Narrador: Lavinia recordó el momento en que su abuela le dio
el broche. La abuela, que amaba a Lavinia profundamente, le dio el broche justo
antes de morir y sujetándole la mano con fuerza le dijo estas palabras:
Abuela: Lavinia,
conviértete en una espléndida damita. Una persona gentil que ilumine a los
demás.
Lavinia: *sollozos* Abuela… tratar a todos con gentileza…
alguien como yo… *sollozos*
Sara: Lavinia…
Lavinia: *sollozos* ¿¡Qué te crees actuando tan engreída!?
¡Siempre siendo gentil con todos! ¡Te detesto! *sollozos* ¡¡Te detesto!! *pasos
apresurados*
Sara: Ha…
Ram Dass: Usted es demasiado encomiable para ella. Al ver
que jamás podrá compararse con usted le maltrata a cambio.
Sara: Eso es… ¡Ah!
Narrador: Al fijarse, inesperadamente, Ram Dass llevaba en
sus manos la cosas que creía eran obra de las hadas.
Sara: Umh…
Ram Dass: Me ha descubierto. Cuando cargaba la vajilla para
poner la mesa, me encontré con la Señorita Lavinia.
Sara: Ah… ¿se estaba burlando de mí? Qué cruel…
Ram Dass: No nos burlábamos. El Señor de la casa pensó que
sería mejor darle un toque de fantasía.
Sara: ¿Por el Señor de la casa se refiere a aquella persona
enferma?
Ram Dass: Así es. El Señor Carrisford lo ideó para hacerla
sonreír. Le hablé de varias cosas y terminó interesándose en usted también.
Sara: Um… me gustaría agradecerle. Señor Ram Dass, ¿será
posible que pueda verle?
Ram Dass: ¿Agradecerle? Es un misántropo, tendré que ir a
consultarle.
Narrador: A los dos días Sara pudo ir a ver al Señor
Carrisford. Aunque nerviosa, la figura erguida expresando agradecimiento era
refinada y bella.
Carrisford: En verdad es usted distinguida, ¿alguien le
enseñó?
Sara: Así es. Mi padre me lo enseñó. Las damas siempre andan
erguidas y miran a los ojos a su interlocutor.
Carrisford: Es un padre loable.
Sara: Sí, es mi orgullo. Incluso ahora cuando recuerdo sus
enseñanzas trato siempre de llevarlas a cabo.
Carrisford: ¿Cuando recuerda?
Sara: Mi padre falleció hace dos años.
Carrisford: ¿De alguna enfermedad?
Sara: Así es. Cogió una fiebre durante la excavación de unas
minas de diamante en la India…
Carrisford: Hahhhh…
Sara: Me disculpo por haber hablado tanto acerca de mí. Con
su permiso. Cuide de su salud.
Carrisford: ¡Aguarde! ¿Cuál era el nombre de su padre?
Sara: Su nombre era Ralph Crewe.
Carrisford: ¡Ram Dass, es ella! ¡Es ella!
Ram Dass: ¡Sí!
Sara: ¿Eh? Umh…
Ram Dass: Sara, el Señor la ha estado buscando.
Sara: ¿Eh?
Ram Dass: El Señor era amigo de su padre y juntos
emprendieron la excavación de las minas de diamantes.
[11:20] Narrador: De este modo el destino de Sara dio un
gran giro. Ram Dass fue de inmediato a ver a la Directora Minchin.
Directora Minchin: Señor Ram Dass, ¿qué significa esta
visita tan entrada la noche?
Ram Dass: Vengo a pedirle que vuelva a ingresar a Sara Crewe
como estudiante.
Directora Minchin: Qué tonterías dice.
Ram Dass: La Señorita Sara ha heredado las ganancias de su
padre, y las minas de diamante son ahora de su posesión. Se ha convertido en
una de las personas más acaudaladas en toda Inglaterra.
Directora Minchin: ¿Ha? Este, ¿cómo?
Narrador: Una vez la directora Minchin comprendió la
situación, su actitud dio la vuelta y mudó a Sara a una habitación especial.
Sara: Señor Ram Dass, esta habitación especial es muy amplia
y espléndida. De cierto modo no me siento en paz, casi siento que quiero
regresar al ático.
Ram Dass: Sara, eso significa que ha madurado. En la vida
que llevó en el ático padeció el sufrimiento de las personas que nacieron sin suerte.
Comprendió el valor de la amabilidad en los momentos difíciles.
Sara: Es verdad, siento que soy totalmente distinta a como
solía ser…
Narrador: Sara recordó todo lo ocurrido hasta ahora.
*flashback*
Directora Minchin: Al
parecer tu padre murió durante la excavación de unas minas de diamante. Al no
encontrar diamantes se llenó de preocupaciones y contrajo fiebre.
*chorro de agua*
Lavinia: Ups… ¿te cayó
en la cabeza?
Becky: Coma este pan.
Pensé en dárselo para que comiera, es sólo un pan que sobró de la cena, lo
siento, pero la porción fue poca…
Ermengarde: Sara,
lamento lo de esta tarde. Perdona a esta cobarde.
Sara: ¡Señorita
Directora, por favor créame! ¡No haría jamás nada que pudiese entristecer a mi
difunto padre!
Panadera: Tienes
hambre, ¿no es verdad? ¿Qué tal si compras pan con ese dinero?
Ram Dass: Es amiga de
Pouki, y mía también. ¿Por qué no vino a consultarme?
*Fin del flashback*
Sara: En verdad han sucedido muchas cosas. Incluidas las
cosas dolorosas, creo que todo tiene un propósito.
Narrador: Al final Sara no solicitó el cuarto especial y
llevó su vida escolar en una habitación normal. Y con esa diferencia de dinero
hizo que la directora Minchin admitiera a Becky como estudiante en el
instituto.
Track 06
Narrador: Tiempo después, con el propósito de visitar la
tumba de su padre Sara decidió irse temporalmente a la India.
*voces varias*
Ermengarde: Cuídate mucho, Sara. ¡Regresa sana y salva!
Sara: ¡Claro! En cuanto llegue te escribiré una carta.
Becky: Señorita Sara, últimamente me divierto estudiando,
¡muchas gracias!
Sara: Me alegro mucho. Y también has hecho amigas. Pero no
vayas a olvidarte de mí.
Becky: ¡Claro que no!
Ermengarde: ¡Es verdad! Tengo una carta de Lavinia.
Sara: ¿De Lavinia? ¿De qué se tratará?
Lavinia: Para mi
odiada Sara. No te quedes en la India y vuelve pronto. Me siento sola sin tener
a quien atormentar. Atentamente, la siempre más bella y adorable Lavinia.
Sara: Fufufu. Muy propio de Lavinia.
Ram Dass: Sara, ya es hora de partir.
Sara: ¡Sí!
Narrador: Sara comenzó un viaje con Ram Dass y compañía.
Sara: Querido padre,
por fin puedo ir a visitar tu tumba. Iré a contarte muchas cosas. Estando
frente a tu tumba puede que rompa en llanto, pero no te preocupes por mí.
Cuando regrese a Londres estudiaré como es debido, y me convertiré en una
espléndida y gentil dama. Voy a hacer que te sorprendas desde el cielo, así que
no dejes de mirarme y velar por mí.
Narrador: Aquella niña era una mujercita que se mantenía
siempre erguida.
Sara: Aaah, qué bello cielo.
Narrador: El futuro de la chica se extendía inmenso y
despejado tal como el cielo frente a sus ojos.
Una obra de Frances Eliza Burnett. Drama CD “La historia de
la Princesita Sara”.
Sara Crewe,
Okamoto Nobuhiko.
Directora
Minchin, Miki Shinichirou.
Lavinia,
Kishio Daisuke.
Ram Dass,
Yoshino Hiroyuki.
Ermengarde,
Suganuma Hisayoshi.
Becky, Takeuchi
Ken.
Carrisford, Yamauchi Kenji.
Profesora, Eguchi Takuya.
Estudiante 1, Miyanaga Keita.
Estudiante 2, Kobayashi Yuusuke.
Narración, Nakanishi Toshihiko.
Track 07 - Cast Comment
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