¡Espero sea de su agrado! Y no olviden comentar :>
[Nota: Gracias a A Lady por haberme hecho notar algunos errores que tenía el capítulo. He trabajado en ellos y creo que la narración es más fluida ahora ^^.]
Disclaimer: Los personajes utilizados en esta historia no son de mi propiedad, pertenecen enteramente a su creadora ChiNoMiko.
**********************************************
Siempre
me ha gustado estar aquí… en el jardín… dibujando… se respira un aura muy
pacífica. Rara vez llega el barullo del Instituto… es muy agradable… y
silencioso… Por eso el otro día cuando escuché un par de voces gritando me
llevé el susto de mi vida.
—¿¡Sabes
qué!? ¡Olvídalo! ¡Quédate con tus benditas flores!
—¡Sí,
eso haré! Ya puedes irte a tu importantísima práctica sin preocupaciones.
—¡No
sé cómo me fui a liar con un tipo obsesionado con plantas y más plantas!
—¡Y
yo con uno que no piensa más que en baloncesto!
Por
un momento sólo escuché el rumor de los árboles al pasar. Yo me encontraba detrás
de un arbusto temblando… siempre he temido los conflictos… y nunca creí que
Jade pudiese ser tan temperamental… y el otro chico, con uniforme de
baloncesto… no creo haberlo visto antes… pero nunca me paso por el gimnasio…
—¡Argh!
Al
escucharlo gruñir molesto tirando sus guantes al césped volví a asustarme y se
me escapó un gritito…
—¿Violeta?
No me digas que estabas espiando.
—No…
no… eso no… yo sólo dibujaba… y entonces los escuché discutir…
Jade
soltó una gran exhalación como fastidiado.
—Sólo
no digas nada de lo que oíste. Podría traernos problemas.
—Yo…
no diré nada…
Había
dejado de pasarme por el club de jardinería porque había encontrado historias
muy interesantes dentro del Instituto… cuando Alexy me dijo que no podría
corresponderme porque en realidad le gustaban los chicos… me decepcioné mucho…
es un chico muy lindo… pero luego cada vez que hablaba con otros estudiantes
como que… no sabría bien explicarlo… pero… mi corazón se aceleraba y la cara me
quemaba… pronto una amiga me dijo que se les llama fujoshi a las chicas que
disfrutan viendo a dos chicos juntos… me ruboricé ante la idea… pero cuando
pensé en Alexy… una sonrisa me vino a la cara… y luego, ya no era solamente
emparejando a Alexy que me emocionaba…
—Este…
yo… quisiera a… a… ayudarlos de algún modo…
—¿Eh?
—Yo…
podría cuidar del jardín por ti… y así tengas tiempo para él…
—Es
muy amable de tu parte, Violeta. Pero no creo que esa sea la solución, desde un
principio no tenemos una base.
—¿A
qué te refieres? Si… si es que está bien contigo… puedes hablarme de ello… pero
si prefieres no hacerlo… también está bien…
Soltando
un hondo suspiro se sentó en el sendero junto a los geranios y comenzó a
contarme todo desde el principio.
—Cuando
lo conocí fue porque uno de los balones de baloncesto se vino a impactar contra
mis geranios. Recuerdo la impresión que ello me causó. El verlos destrozados
fue horrible y luego cuando llegó y se disculpó tan fríamente como si no le
hubiese importado en lo más mínimo no pude contenerme. Los pétalos de las flores
habían sido separados de sus pistilos y yacían esparcidos por el suelo y él sin
siquiera detenerse a reflexionar en el daño que le había causado al arbusto
dijo “lo siento” y recogió su balón como si nada. Por supuesto me puse como
loco y le grité reclamándole su descuido hasta el punto en que se desesperó y
comenzamos una discusión que terminó en la intervención del Señor Farrés, quien
instó a Dajan a ayudarme con las labores del Jardín. Honestamente seguía yo muy
molesto por el incidente con los geranios y aunque por fortuna las raíces no se
dañaron me entristecía ver los pétalos desperdigados y arruinados sin remedio. —Tras hacer una pausa... como si estuviera guardando un minuto de silencio... por las flores caídas... continuó—, en un principio, Dajan lo hacía todo de mala gana y con demasiada
torpeza, a veces me preguntaba si no lo hacía a propósito para exasperarme y hacer que yo mismo lo corriera y así quedara dispensado de su castigo. Pero yo no estaba dispuesto a dejarlo ir sin que antes repara el daño hecho.
—Supongo que sería difícil... trabajar juntos... sin hablarse siquiera...
—Eso pronto cambió. Precisamente para aligerar la tensa atmósfera que nos rodeaba comenzamos a conversar y a entender un poco más uno del otro. Su pasión y determinación por el baloncesto me admiró, cuando hablaba de convertirse en jugador profesional en sus ojos no brillaba esa chispa de ingenuidad juvenil que suele traslucirse en las miradas de aquellos que sueñan a la ligera. Así, para sorpresa de ambos, comenzamos a disfrutar de nuestra mutua compañía y las labores del Jardín dejaron de ser una molestia para él. Trabajamos la tierra hombro con hombro, sonriendo ante el fruto de nuestro esfuerzo. Un día mientras recogíamos los utensilios de jardinería ya para irnos, se me ocurrió pedirle que me permitiera asistir a una de sus prácticas; desconcertado accedió, y al día siguiente ya me encontraba sentado en las gradas comprobando lo que ya infería: tenía talento y cumpliría su propósito.
—Y... ¿có-cómo comenzaron a sa-salir? —me atreví a preguntar... sólo esperaba que no molestara... y me creyera entrometida...
—Las cosas simplemente se dieron, no podría determinar el cuándo o el cómo. Pero desde aquél momento hemos intentado trabajar las innumerables diferencias; porque sin importar cuanta admiración sienta por su dedicación, también llego a frustrarme por el mismo motivo. En ocasiones me parece que su mundo se revuelve alrededor de un balón y un gimnasio únicamente y a él le pasa igual, mi pasión por la botánica se le apetece exagerada. ¿Te das cuenta? Aquello que nos unió es lo mismo que ahora nos separa. Y no hay nada que pueda hacerse, porque nos conocimos así debemos de aceptarnos tal cual y así hemos hecho hasta ahora. Pero hemos alcanzado el límite de la comprensión, estamos en un punto donde sabemos que nuestras actividades no nos permiten vernos con la frecuencia que desearíamos y explotamos ante la impotencia de no poder hacer nada para cambiarlo.
—Supongo que sería difícil... trabajar juntos... sin hablarse siquiera...
—Eso pronto cambió. Precisamente para aligerar la tensa atmósfera que nos rodeaba comenzamos a conversar y a entender un poco más uno del otro. Su pasión y determinación por el baloncesto me admiró, cuando hablaba de convertirse en jugador profesional en sus ojos no brillaba esa chispa de ingenuidad juvenil que suele traslucirse en las miradas de aquellos que sueñan a la ligera. Así, para sorpresa de ambos, comenzamos a disfrutar de nuestra mutua compañía y las labores del Jardín dejaron de ser una molestia para él. Trabajamos la tierra hombro con hombro, sonriendo ante el fruto de nuestro esfuerzo. Un día mientras recogíamos los utensilios de jardinería ya para irnos, se me ocurrió pedirle que me permitiera asistir a una de sus prácticas; desconcertado accedió, y al día siguiente ya me encontraba sentado en las gradas comprobando lo que ya infería: tenía talento y cumpliría su propósito.
—Y... ¿có-cómo comenzaron a sa-salir? —me atreví a preguntar... sólo esperaba que no molestara... y me creyera entrometida...
—Las cosas simplemente se dieron, no podría determinar el cuándo o el cómo. Pero desde aquél momento hemos intentado trabajar las innumerables diferencias; porque sin importar cuanta admiración sienta por su dedicación, también llego a frustrarme por el mismo motivo. En ocasiones me parece que su mundo se revuelve alrededor de un balón y un gimnasio únicamente y a él le pasa igual, mi pasión por la botánica se le apetece exagerada. ¿Te das cuenta? Aquello que nos unió es lo mismo que ahora nos separa. Y no hay nada que pueda hacerse, porque nos conocimos así debemos de aceptarnos tal cual y así hemos hecho hasta ahora. Pero hemos alcanzado el límite de la comprensión, estamos en un punto donde sabemos que nuestras actividades no nos permiten vernos con la frecuencia que desearíamos y explotamos ante la impotencia de no poder hacer nada para cambiarlo.
—Pero…
entonces… ¿qué pasará con… la relación?
—¿Alguna
vez te has enamorado, Violeta?
—Yo…
no lo sé… me gustaba alguien… —confesé ruborizándome— pero… no creo haber
alcanzado a enamorarme.
—Cuando
al fin lo hagas, entenderás que una relación no está hecha sólo de amor. Ahora
ve a clase o te ganarás una detención. —Me dijo con una cálida sonrisa.
Sin
comprender muy bien sus palabras asentí y abrazando con fuerza mi rotafolio fui
a clase… “una relación no está hecha sólo de amor”… no podía dejar de darle
vueltas a la frase mientras hacía diversos dibujos en mi cuaderno de notas…
—S…
¿qué crees que signifique… “una relación no está hecha sólo de amor”…?
—¿Hm?
¿A qué viene eso? ¿Es algo que has leído en un libro? Porque de ser así, si tú
no sabes ¡menos yo!
—No…
es algo que escuché decir a alguien…
—¿Tiene
esa persona problemas con su pareja?
—¡Sí!...
pero… ¿cómo has sabido?
Riendo
gentilmente como S… suele hacer cuando habla conmigo me respondió: —Porque
entonces quiso dar a entender que a pesar de lo enamorados que están el uno del
otro hay obstáculos que el amor no puede franquear.
—¿Cómo
es que sabes algo así?
—¡No
me subestimes! Que no tenga novio no significa que nunca me haya enamorado
antes.
—¿Estás
enamorada, S…?
—No,
ya no, pero lo estuve. —Quise preguntarle de quién pero… tuve miedo de parecer
demasiado entrometida…
Al
poco rato entró en el comedor el hermano de S…, Wenka, y fue a sentarse con
Kentin como ya se había hecho costumbre. Pensando en lo monos que se veían
juntos me olvidé por el momento de Jade y Dajan.
—¿Podrías
al menos mirarlos con más discreción? Creo que Wenka ya se ha dado cuenta del
interés con que los observas ¡y piensa que yo también participo de tus
fantasías!
—Tienes
mucha suerte de poder verlos en primera fila… interactuando libremente…
—No
estoy muy segura de llamarlo “suerte”. —Respondió arrugando las cejas.
Después
de clases volví al jardín… Jade estaba allí, regando los geranios con especial
cuidado. Seguro echaba de menos a Dajan. Habían discutido apenas hacía unas
horas pero… recordé lo de cuando el mal entendido con Debrah y S…, fue horrible…
sentía como un hoyo en el corazón, supuse que Jade sentía algo similar… pensé
en que me gustaría mucho hacer algo por él… Él siempre había sido muy amable
conmigo y era mi turno de corresponder a su amabilidad… pero… a pesar de que no
estaba segura de cómo podría ayudar sí estaba segura que yo sola no podría
lograrlo…
Cap. 19 - Entre geranios y violetas 2da. Pte.
Violeta la fugoshi xDD, eso estuvo divertido, nunca me lo hubiese imaginado, ¿Algún día se enterara de la pareja de su amado Alexy?.
ResponderBorrarEl único problema que encontré fue que hay un "ladrillo" en medio de la historia que es difícil de leer, deberías revisarlo, es un párrafo que mide mucho y mezcla demasiadas cosas.
Me agrada esta pareja, sin embargo, siendo la porta voz del pueblo, ¿Donde está el Cast x Lys?, lo necesitamos XDD, y no estoy muy segura, pero ¿Porque no cambiar S..., por Suzumiya de una buena vez?
Bueno como siempre, amo tus historias, no creas que nos las amo por criticarlas, ya que siempre deseare que mejores,
Un abrazo, esperare por el siguiente con gusto
Atte A.Lady
¡Hola! ^^
Borrarjajaja, sí, ¡Violetita fujoshi es la onda! Desde "Sorpresa en los vestidores" quise dar pistas de su fujoshismo pero creo que fueron demasiado sutiles y pasaron desapercibidas xD. Si se enterará algún día de la pareja de Alexy, es una buena pregunta, ¡su reacción sería épica! jaja.
Sí, ¡creo que ya vi donde está el problema! Ahorita que lo releí noté que está muy revuelto D: ¡Lo voy a revisar más a fondo e intentar corregirlo! ¡Muchas gracias por hacérmelo notar!
¡Cas y Lys! ¡Waaa! Sí, debí haber aprovechado las fechas y haber hecho un especial de Halloween o algo así, pero mi cerebro es de acción retardada xD Creo que ya le di la vuelta a todas las parejas, bueno sólo faltan Viktor y Charli, pero ya después de ellos prometo algo nuevo de la pareja que dio vida al fic =D
Y de lo de S... ps es que en realidad es S... de Sucrette, pero como que no me gustaba como sonaba y como he leído algunos libros donde el nombre del protagonista permanece de incógnito con tan sólo la inicial ps pensé en dejar la identidad de Sucrette en el misterio xP
¡Al contrario! Para mí significan mucho tus críticas porque así me doy cuenta de aquello en lo que estoy fallando y así puedo corregirlo en el futuro ^u^
¡Saludos y abrazos! ❤