Advertencia: Contiene spoilers del capítulo 11 de cdm y escenas de sexo explícitas.
Disclaimer: Los
personajes utilizados en esta historia no son de mi propiedad, pertenecen
enteramente a su creadora ChiNoMiko.
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Era la carrera
de orientación. Nathaniel había escuchado hablar de ella durante semanas y
aunque no tenía muchas ganas de participar era un alivio que al fin se llevara
a cabo, sería un asunto menos por el cual preocuparse, como Delegado principal
siempre tenía un montón de cosas que hacer, mismo motivo que hizo que por su
falta de socialización nadie lo buscara para ser su pareja y terminara haciendo
equipo con el reservado albino de ojos bicolor.
Parecía que el
clima sería gentil con ellos y si acataban las indicaciones de los profesores
podrían terminar con todo éste alboroto pronto. Lysandro era olvidadizo y por
ende bastante despistado, sin embargo, parecía ser un chico confiable y dispuesto
a cumplir con sus obligaciones.
Al momento de
comenzar la carrera les fue entregado un mapa del bosque, bien consciente de la
legendaria libreta perdida de Lysandro, Nathaniel decidió hacerse responsable
de llevar el mapa. Llegando a la primera intersección, el Delegado hurgó sus
bolsillos en busca de él y vaya sorpresa que se llevó al encontrarlos
vacíos. —Lo siento, el mapa debió de haberse caído
en el camino, —estaba
que se moría de vergüenza, Lysandro pensaría que era un incompetente. El albino
le instó a no preocuparse, ya encontrarían el camino, el bosque no podía ser
muy grande y aún había mucha luz. Caminaron y caminaron sin encontrar señales
de los otros participantes ni de la línea de llegada. Nathaniel se detuvo unos
momentos a descansar, comenzaba a sentirse deshidratado debido al sol y al
esfuerzo físico. Cerró los ojos unos segundos y al momento siguiente de
abrirlos se encontró con la imagen del bosque vacío, Lysandro no estaba por
ningún lado cerca. Respira profundo,
se dijo antes de continuar solo el camino. La situación ya era bastante mala
habiéndose perdido los dos juntos, pero ahora que ambos seguían perdidos y además
separados, el panorama habíase tornado un tanto nefasto.
Después de haber
avanzado un gran tramo hacia no sabía dónde, escuchó el ruido de ramas
moviéndose y el crujido de pisadas descuidadas, cauteloso se acercó a la
dirección de donde el sonido provenía. Lo que vio lo dejó boquiabierto: ahí estaba
Lysandro con ¿orejas y cola de conejo? Se talló los ojos con ambas manos, tenía
que estar alucinando. Aunque no hacía tanto calor ni habían estado tanto tiempo
deambulando por el bosque para justificar insolación. Después de frotarlos con
fuerza decidió mantenerlos cerrados unos segundos más, tenía miedo de abrirlos
y encontrarse de nuevo con aquella extraña visión. Lento, muy lento, abre los ojos… ¡no puede ser! Sí, sí podía ser y
era. El albino seguía allí merodeando el claro del bosque con cola y orejas de
conejo. —¿Lysandro? ¿Por qué estás disfrazado?, —preguntó el incrédulo Delegado que se
quedó esperando respuesta, puesto que el otro chico estaba tan absorto
murmurando para sí y buscando algo en el césped que seguramente creía que
seguía solo. Nathaniel intentó acercarse a él para sacarlo de su ensimismamiento
y exigir una explicación razonable, ¿de dónde había sacado esa ropa… y esa
cola… ¡y esas orejas!? Pero vaya
sorpresa que se llevó el rubio cuando estando ya a unos cuantos pasos del
albino sintió de pronto un jalón y como succionado por una potente fuerza cayó
en un hoyo irracionalmente profundo. Por más que caía y caía no dejaba de caer
y el eco de su grito inicial seguía resonando a la distancia, como si siguiera
gritando, aunque ya tenía rato que había dejado de hacerlo porque le había
entrado tierra en la garganta y casi se ahogaba. ¿Cuánto más podía seguir
cayendo? ¿De cuánto era el diámetro de la tierra? Pero ¿de qué le serviría
recordarlo si por el susto de la caída ni siquiera era capaz de hacer un
cálculo de cuantos metros llevaba cayendo? Intentó ver cuánto espacio había a
su alrededor pero no logró ver nada, estaba demasiado oscuro y no se
arriesgaría a estirar sus brazos y tratar de tentar a sus lados y al frente.
Luego, súbitamente, tal y como comenzó a caer, terminó de caer. ¡Ouch! Tremendo
sentonazo que se habría dado si algo en el suelo no hubiese amortiguado su
caída. —¿Te importaría levantarte? ¡Pesas! —Asustado, Nathaniel se puso en pie como
si un resorte lo hubiera impulsado y volteó a ver sobre quién había aterrizado.
Era Alexy, el chico de nuevo ingreso. —Lo siento, estaba muy oscuro y creí que no terminaría de
caer jamás. —Sacudiéndose,
el peliazul se puso de pie y miró al recién llegado de pies a cabeza frunciendo
la boca—. No sé cómo decir esto pero, el lado
izquierdo de tu vestido se atoró con tu liguero.
—¿Pero
qué estás…? —Nathaniel
se quedó a media frase. No era ninguna broma, en serio su falda se había atorado
en su liguero. Su cara se tiñó completamente de rojo. ¿¡Cómo es que había
terminado usando un vestido!? Rápidamente se bajó la falda sin atreverse a
mirar de nuevo de frente al peliazul, ¿qué pensaría de él de ahora en adelante?
—¿Otra
vez ligando con tus compañeros, Alexy? Contigo nadie está a salvo, —dijo burlón su gemelo pelinegro que
acababa de llegar. —¡Cómo
crees! No son mi tipo los chicos con vestido, —de inmediato volteó hacia Nathaniel, no
lo decía con mala intención, pero era verdad lo que había dicho. Preocupado de
haber herido sus sentimientos, añadió—, eso no significa que no te veas bien vestido así, ni que
tenga prejuicios al respecto, es sólo que los prefiero un poco más… masculinos.
—¡Es que
yo no me vestí así! —El
Delegado cada vez se sentía más avergonzado, ¿por qué no se abría la tierra y
se lo tragaba de nuevo?
—Su pecho
es demasiado plano para mi gusto, —dijo Armin mirándolo con atención mientras le daba la
vuelta. Pues claro que su pecho era plano, ¡era un chico! El pelinegro se
detuvo a su espalda y sin previo aviso le alzó la falda agachándose para tener
un mejor ángulo del trasero del rubio. —No está nada mal de éste lado.
—Aunque a
mí me interesa más lo que hay delante. —Comentó Alexy.
—¡Qué
demonios crees que estás haciendo! —Arrebatándole el pedazo de falda que sostenía en alto,
Nathaniel se alejó de los gemelos. Algo andaba muy mal con ellos.
—No creo
que Castiel esté feliz si se entera de lo que acabas de hacer. —Dijo una voz que parecía provenir de la
nada. El rubio miró a su alrededor pero no vio a nadie.
—¡Qué
sorpresa! Pudiste decir su nombre sin temblar de miedo. —Respondió Armin con una satírica sonrisa.
—¿Qué
insinúas? ¿Que le tengo miedo? La voz se volvió más fuerte y clara, y de pronto
de entre los arbustos salió un chico de cabello castaño y ojos verdes, era
Kentin, cuando lo vio de vuelta en el instituto haciendo el papeleo para reincorporarse
a su antigua clase, no lo reconoció debido al gran cambio en su apariencia, sin
embargo, ahora sí lo había hecho. Los ojos del Delegado brillaron al verle sus
orejas, su cola de gato y por si fuera poco también llevaba guantes asemejando
las patas de un felino. Sin pensarlo dos veces se le acercó, tomó una de sus
manos cubierta por el peluche esponjoso del guante y frotó su mejilla contra
ella. —¡Es tan suave!
—¡Hey!
¡Suéltame! —Reclamó
el castaño sin éxito. Aunque realmente nunca llegó a conocer a fondo a
Nathaniel, poco se imaginaba de su obsesión por los gatos.
—¿Qué
está pasando aquí? —El
pelirrojo había hecho su aparición, y no lucía nada complacido con la escena
que presenció.
—¡Ny…nya…
nyada!
— Exclamó el castaño
librándose de Nathaniel y desapareciendo a toda velocidad entre los arbustos.
—Vaya,
vaya, ¿pero qué tenemos aquí? Tan lindo y tan travieso. —Instintivamente el Delegado dio un paso
atrás. Castiel lo miraba de forma extraña—. Creo que tendré que enseñarte a comportarte. —Nathaniel continuó retrocediendo hasta
que topó con algo a su espalda. Eran Alexy y Armin que le sonreían
sospechosamente—. Llévenlo al Castillo. —Acto seguido, los gemelos lo tomaron por los brazos y por
más que forcejeaba para liberarse, igual se lo llevaron.
Una vez en el Castillo, el rubio fue llevado a los aposentos
reales. ¿Qué hacía un Castillo en medio del bosque? ¿Y por qué parecía que
Castiel era quien mandaba allí? Mientras esperaba a que apareciera el pelirrojo
para pedirle una explicación, escuchó unas fuertes pisadas avanzando por el
pasillo. Seguro era él. Cuando la puerta se abrió, su sospecha fue comprobada y
Castiel entró a la habitación.
—¿Qué está sucediendo aquí? ¡Exijo una explicación! —Exclamó
caminando hacia él para enfrentarlo.
—Shhhh. ¡Qué escándalo!
—¿Eres tú quien me vistió a… —Tomándolo con fuerza de la
mandíbula lo cayó con un beso. Forzando su lengua dentro de la boca del
Delegado logró que éste dejara de apretar los labios para así morderle con
ferocidad el labio inferior.
Nunca lo habían besado con tanta bravura, la sensación de
los dientes del pelirrojo era algo completamente nuevo para él. Podía sentir su
labio hinchándose y adormeciéndose ligeramente con cada nueva mordida. Aunque
intentaba empujarlo con todas sus fuerzas para que aquel violento beso
terminara, Castiel no cedía. Cuando por fin se separaron sus labios, el
pelirrojo continuó sosteniéndolo de la mandíbula, pero el rubio de un manotazo
hizo que le soltara, luego se llevó la mano a la boca, sentía como su labio
pulsaba adolorido.
—Vaya, vaya, ¿te pones rebelde? Eso me gusta. —El pelirrojo
avanzaba con determinación. Nathaniel se mantuvo en su sitio listo para
recibirlo con un puñetazo. Pero en vez de alterarse y devolverle el golpe como
el rubio esperaba, Castiel se rió— Esto sólo lo hace más interesante.
El Delegado retrocedió nuevamente, un tanto alarmado. No sabía
qué estaba sucediendo, ¿por qué Castiel lo había besado? ¡Y de aquella forma
tan violenta! ¿Por qué no respondía al golpe? De pronto sintió que ya no podía
retroceder más, había chocado con el borde de la cama que se encontraba justo
en el centro de la enorme habitación, intentó alejarse hacia el otro lado del
cuarto, pero el pelirrojo lo alcanzó con un par de zancadas y lo tumbó de
frente sobre el colchón, se colocó sobre de él, y poniendo el brazo derecho
sobre su espalda le impidió reincorporarse. Luego se acercó a su oreja, y
comenzó a mordisquearla. —¿Qué haces? Déjame ir. —Ignorándolo, Castiel comenzó
a acariciar su muslo izquierdo suavemente, trazando con sus dedos el contorno
del delicado liguero de encaje que el rubio llevaba puesto y recorriéndolo
después hasta llegar a su entrepierna—. Te digo que me sueltes. —El rubio
sentía un cosquilleo por donde la mano del pelirrojo pasaba, como si su piel se
erizara ante su roce, pero eso no podía ser, se negaba a creerlo y se esforzaba
por librarse de él, pero el que su oreja estuviera siendo lamida y mordisqueada
no ayudaba. Cuando la mano de Castiel fue más arriba de su entrepierna, todo su
cuerpo se crispó—. ¿Qué… qué haces? ¡Suéltame ahora mismo! —El pelirrojo rió en
respuesta.
—¿Crees que me voy a detener en la mejor parte? —Y así, por
encima de su ropa interior comenzó a estimular el miembro del Delegado, quien
seguía resistiéndose a aceptar ser tocado de esa manera. Poco a poco sintió
como su pene se erguía y dejaba salir gotas de semen. El pelirrojo consciente
de esto, decidió bajarle la prenda que cubría el miembro del rubio.
—No, Castiel, por favor, ya suéltame. —La voz de Nathaniel
sonaba a plegaria, estaba desesperado, su cuerpo respondía al estímulo y no
sabía hasta dónde estaba dispuesto a llegar Castiel. Sin embargo, el pelirrojo
no hizo caso de su súplica y continuó estimulándolo con más fuerza que antes,
sentía como el miembro del Delegado iba endureciéndose en su mano, cada vez salía
más líquido de la punta. Podía escuchar los gemidos que el rubio intentaba
ahogar con todas sus fuerzas. Luego, cuando estuvo seguro de que Nathaniel
estaba perdido en el placer que su mano le estaba proporcionando, quitó el
brazo de su espalda y abrió los botones del vestido dejando su espalda al
descubierto. Después deslizó su mano por entre la tela hasta alcanzar su pecho
y tomar uno de sus pezones entre sus dedos—. ¡Ah! —El rubio no pudo contener
más la voz.
Castiel dejó de estimular su erección de repente. ¿Por fin
iba a dejarlo ir? Pero si lo hacía tendría que terminar él mismo lo que el otro
había comenzado, sería doloroso quedarse así a medias. No obstante, el
pelirrojo no tenía intenciones de dejarlo aún, alzándole el vestido dejó
completamente al descubierto su trasero. Y aunque ello ya le parecía
suficientemente vergonzoso, lo que siguió lo fue más. La mano que había estado
jugueteando con su pequeño pezón ahora se había deslizado hacia su abdomen bajo
y lo había jalado hacia él, haciendo que sus caderas se alzaran. Antes de que
pudiera quejarse de lo vergonzoso que era tener su trasero al aire de aquella
forma, sintió como los dedos del pelirrojo recorrieron el espacio entre sus
nalgas hasta dar con el punto preciso que buscaban—. ¡Qué… —Apenas comenzaba a
protestar cuando sintió un dedo adentrándose en él—. No… no hagas eso. —Su voz
era apenas un murmullo, se moría de vergüenza tan sólo de pensar en los dedos
de Castiel que no se habían conformado con tocar su pene y sus pezones, sino
que ahora se movían dentro del orificio en su trasero. Y lo que más lo
avergonzaba y no le permitía desenterrar el rostro de entre las sábanas era que
comenzaba a disfrutar ése movimiento, que su erección estaba goteando cada vez
más, que sus pezones se alzaban aunque ni siquiera los estaba tocando ya. Era como
si su cuerpo entero estuviera erotizado. La mano de Castiel que continuaba
sosteniendo su abdomen comenzó a recorrer su pecho, su cuello, hasta llegar a
su mentón y luego sus labios. Sus trémulos labios que silenciosamente
gesticulaban su placer, las yemas de los dedos de su compañero los dibujaban y
desdibujaban, quería que se detuviera pero al mismo tiempo deseaba que no, en
su agitación dejó que los dedos que jugaban con sus labios se metieran en su
boca y comenzó a morderlos y lamerlos con avidez. Entonces el pelirrojo
retirando sus dedos, abrió su pantalón y descubrió su propio pene que estaba
tan enhiesto como el del rubio. Comenzó a frotarlo suavemente entre las nalgas
de Nathaniel, abriéndolas poco a poco. El Delegado ya no aguantaba más, sentía
que explotaría si Castiel no continuaba con lo que había comenzado.
Acercándose a su oído y tomando de nuevo sus pezones,
susurró—Estás muy mojado. Apuesto a que mueres por sentirlo dentro, ¿verdad? —Sí,
moría por sentirlo dentro, pero se mordía los labios con vehemencia con tal de
no admitirlo—. Vamos, de nada sirve quedarte callado, tu cuerpo habla por ti. Déjame
escuchar tu linda voz.
Incapaz de resistir más, cedió —Ponlo dentro. —Y así fue. El
pelirrojo se dejó de sutilezas y permitió que su miembro se deslizara dentro
del Delegado, quien tras ser embestido una y otra vez por fin dejó de tragarse
la voz—. ¡Ah! Nn… —Cerró sus ojos con fuerza, nunca en su vida había sentido
tanto placer. Sentía que se correría en cualquier instante—. Castiel… Nn…
Cuando alzó sus párpados vio la silueta de Castiel de pie frente
a él, vestido de chándal, se miró él y ya no llevaba el vestido de hace unos
momentos, sino su ropa deportiva; enseguida miró a su alrededor y para su sorpresa,
estaban en el bosque donde había estado llevándose a cabo la carrera. Él estaba
sentado a la sombra de un árbol, recargado en el tronco. Tímidamente y sin
atreverse a mirar de frente al pelirrojo se levantó y preguntó. —¿Qué pasó?
—¡Tch! ¿Qué pasó? ¡Que tú y Lysandro se perdieron en el
bosque y nos pusieron a todos a buscarlos! En el camino te encontré ahí tirado
haciendo ruidos raros y llamando mi nombre. —El rostro de Nathaniel se puso más
rojo que un tomate, casi casi le salía humo por las orejas de tanta pena que
sintió al escuchar las palabras de Castiel y asociarlas con lo que acababa de,
evidentemente, soñar—. No sabía que tenías esa clase de sueños conmigo, quizá
si me encuentras de buen humor uno de estos días pueda hacer realidad tu sueño.
—¡Te equivocas! Yo no… —Sin pensarlo había volteado en dirección
al pelirrojo, quien con una sonrisa burlona lo miró desafiante.
—¡Nathaniel! ¿Estás por aquí? —Una voz de mujer se escuchó a
la cercanía.
—Debe ser la pesada de tu ayudante. Vamos antes de que se
ponga histérica por no encontrarte. Otro día continuaremos.
Oh dios jajajaja me morí de risa con el final, ojalá Cas si le ayude a cumplir su sueño xD me sorprende que Nath no allá estado duro después de soñar eso LOL
ResponderBorrarjajaja síiii!! esperemos que Cas sea benevolente y le cumpla sus fantasías a Nath muajaja. Ciertoooo!! Debía haber estado durísimo!! ups! xDD
BorrarPero que pervertido eres Nath al tener esos sueños ya sabes que los sueños son deseos
ResponderBorrarjijiji, dicen que los más tranquilitos son de los que más hay que cuidarse!! xP
Borrarbien que le gusto ewe
BorrarPero el más tranquilo es Lyssandro y Jade XD
Borrar:3 que sexy ,en especial todo el manoseo de Castiel
ResponderBorrarjejejeje, ése Nathaniel y su imaginación pervertida ewe
BorrarMori con el final, XDDDD, a mi me hubiera dado miedo ...el que encuentres a alguien gimiendo y diciendo tu nombre o.O,
ResponderBorrarAwww Lysandro de conejo *O* ... y los gemelos queriendose violar a Nathaniel... pero obtuvo algo mejor XDD, me encantooooo \(*^*)/...
Y en medio del bosque para colmo!! jajajaja
BorrarLa verdad sí, le fue RE-bien a Nath! Quién fuera él! xD
Gracias! Me da mucho gusto que así fuera! Wiii \(^u^)/
Por primera vez le tengo envidia a Nath, mira que estar en medio de un bosque ver a Lys como conejito, a Kentin de gato y los gemelos queriéndote violar no es cualquier cosa y lo que mas envidia me dio fue su sueño con Cast.
ResponderBorrarJAJA ya me imaginaba la cara de Cast escuchando a Nath 0///0
ME ENCANTO * u*
jajajaja Sí! Nath suertudote! Quién fuera él! x3
Borrar¡Me da muchísimo gusto que lo disfrutaras! <3
Jujuju me encanto *-* necesito segunda parte ya >///////< es una pena que haya sido un sueño u.u xD
ResponderBorrarEsos gemelos son unos loquillos, y me imagino la cara de WTF de Cast cuando escuchaba a Nath </3 Pues me encanta
tu blog sigue asi! Felina~sensei!!
¡Yay! Me alegra que así fuera \(^w^)/
Borrarjajajaja síiii, la cara de Castiel en ese momento seguro fue invaluable! xD
¡Mil gracias! De verdad me hace muy feliz que te guste el blog *o* <3
Fani
ResponderBorrarTienes un talento innato para esto, incluso lo que dijo Castiel a Nathaniel cuando se desperto, si sono a algo que realmente diria en corazon de melon por le personalidad que tiene °//°, que... que penrvertido es Nataniel, mira que tener ese tipo se sueños, pero bueno ya saben lo que dicen de los que son callados...
Arigato por tu trabajo.
¡Nuevamente mil gracias Fani-chan! :3
BorrarSí, Nath se me hace de los más pervertidos del juego, jejeje, detrás de esa dulce sonrisa apuesto que hay un gran pervertido esperando el momento justo para salir, jojojo.
Fani
BorrarEso te lo aseguro, no creo que sea tan inocente como aparenta en cuanto a castiel y lo conocemos asi que podemos esperar mucho de esa pareja XD
me encanto como lo dije en cdm es muy bueno este y todos tus fanfics ay voy a publikar uno va a tener lemon ay les aviso por si les interesa am por cierto susu-chan soy lucy147
ResponderBorrar¡Gracias! ^u^ me alegra que te gusten mis fics =3 Y sip, estoy segura que muchas estaremos felices de leer tus fics lemon ewe
BorrarxDD DEOS MEOH, "Estás muy mojado. Apuesto a que mueres por sentirlo dentro, ¿verdad?" *///Q///* Me mató esa parte, fué tan provocativa y más viniéndo de Castiel, aslksa x/D Qué te viola con la mirada (?).
ResponderBorrarY al final morí de risa con sólo imaginarme la cara de Nath escuchándo eso xDD.
Me encantó éste cap. x3.Y Lyss todo hermoso y a.. a Kentin asñkada *////////////*
Pobre Nath, antes no se volvió loco con TREMENDA alucinación qué se llevó D:
Sigue así, en verdad me encantan tus historias :3
Abrazos y Saludos
Atte: Anónimo :I (Seeu c:)
Waaa! Ya me dio penita! >///< jajaja. Se nota que mi mente andaba muy intensa cuando lo escribí! jajaja. Pero bueno, me alegra que te gustara ^^
BorrarOh sí, totalmente de acuerdo ¡Castiel es la sensualidad en persona! ewe
jajaja, sí, qué vergüenza que sus salvajes fantasías quedara semi-expuestas xD.
¡Mil gracias por leer y comentar! Significa mucho para mí <3
kyaaaa q genial es el fic *o* me encanto cuando empece a leerlo me dio un ataque de risa ya q casi todos los chicos encajan en la historia XD gracias me encanto OwO
ResponderBorrar¡¡Yay!! ¡¡Me da mucho gusto que así fuera!! ^o^
Borrar¡Gracias a ti por leer y comentar! =3
¡Un abrazo!
ooh es genial, me encanta como escribes, y me encantan los fics Castiel x Nathaniel *-*
ResponderBorrareste es genial, el final increible :D
¡Yay! ^o^ ¡Mil gracias! <3
Borrar¡¡Un saludo y un gran abrazo!!
wooooojhojho.... quiero maaas *ww*!!!!! me encanto xD
ResponderBorrar¡¡Gracias por leer y comentar!! ¡¡Qué genial que te gustara!! ^o^
BorrarOOHH GOD Nathaniel in Wonderland xD es algo extraño pero me gusto *-*. Lys vestido de conejo, Kentin de gato >w< (estaba que me moría cuando Nath le agarro una de sus manos xD), los gemelos metiéndose con el xD, Castiel la Reina(? EPIC. No puedo imaginar que cara habra puesto Castiel al ver a Nath gimiendo y diciendo su nombre *////*. En fin seguire leyendo los one-shot tuyos ewe, hasta pronto~
ResponderBorrarJajajaja, yo tampoco me imagino la cara de Castiel xD Me alegra mucho que te haya gustado ^^ Espero tmb te gusten los demás.
Borrar¡Mil gracias por tomarte el tiempo de leer y comentar!
¡Saludos!
me encanto *-* <3 <3 ese nath es bien... perver,,, XDD QUE SUERTE TUVO OKEY NO xDDD pero sigue asi me encanto <3
ResponderBorrar¡¡Muchas gracias!! =3
BorrarEnserio casi me muero de la risa , que pervertido nath teniendo fantasias con Cassy , esperemos que Castiel sea amable y le haga el favor de cumplirselas jajaja , me imagino el cuadro en el que lo encontro Castiel, el gemiendo su nombre y Cassy como whhaaaaatttt, pero estubo muy bueno tienes mil likes de mi parte
ResponderBorrarJajajajajaja, la cara de Cast ha de haber sido invaluable xDD
BorrarMil gracias de mi parte!! >w<
Es invierno y me dio calor leyendo esto
ResponderBorrarnecesito un baño en agua bendita
precioso 11/10
Un baño de agua bendita!! Jajajajajajajajajajajajajajajajaja, me matas! xDDDD
Borrar¡¡Mil gracias!! ^o^
¡Saludos y un abrazo!
me encanto!! espero que sigas escribiendo
ResponderBorrary creo que yo tambien necesito agua bendita