Disclaimer: Los
personajes utilizados en esta historia no son de mi propiedad, pertenecen
enteramente a su creadora ChiNoMiko.
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—¡Nathaniel!
—llamó una voz que me había acostumbrado a escuchar diariamente en el
instituto desde hace algún tiempo: Melody. Alcé la vista para ver qué se le
ofrecía— ¿Alexy? ¿Qué haces aquí? —preguntó al reparar en su presencia.
—¡Ah,
Melody! Hola —saludó alegremente— Pues ¡ya ves! Me he ofrecido a ayudar a Nath,
jeje
—Con
que es eso… —masculló con una expresión ligeramente angustiada, lo cual me
pareció extraño, aunque no le presté mayor importancia. Volviendo la mirada
hacia mí frunció el ceño profundamente— hace un rato la directora te buscaba
por todo el colegio. Está furiosa.
—Tenía
que entregarle unos formularios hace una hora… ahora mismo estamos
terminándolos. —Gracias a la persona que se le ocurrió jugar ésa estúpida broma
de encerrarnos en los vestidores tendría que soportar los gritos de la
directora, “¡Justo lo que me hace falta!”. Sin dar mayor explicación volví a mi
tarea olvidándome de Melody que seguía en el umbral de la puerta como en espera
de que dijera algo más.
—¿Quieres
que te ayude? —Ofreció— Probablemente Alexy tenga cosas que hacer y yo puedo
llegar un poco tarde a mi casa
—¡Qué
considerada! —Exclamó él inmediatamente, casi interrumpiéndola— Pero ya estamos
por terminar así que no hace falta.
No
me tomé la molestia de ver su reacción, pero tardó un rato en responder,
supongo que quería que yo confirmara o negara lo dicho por el gemelo; su voz
sonaba insegura. —Entiendo. Nos vemos mañana, Nathaniel. —escuché la puerta
cerrarse después de que nuevamente esperara unos instantes un “sí, hasta
mañana” que nunca llegó. Quizá se lo tomara a mal, pero no estaba de humor para
ser amable con nadie, además… ¿por qué sólo se despidió de mí?
—Tu
novia es bastante aprehensiva, ¿verdad? ¿Metí la pata quedándome yo en vez de
ella? Debiste haber dicho algo, sabes.
—No
es mi novia, y tú en vez de andar imaginando cosas deberías darte prisa. —Gruñí.
Alexy,
volviendo a su labor de rellenar formularios continuó —¡Juraba que ustedes dos
andaban o por lo menos salían! Además, cómo no voy a imaginarme cosas si eres
el único chico con el que la he visto. Y tú, tampoco socializas con muchas
chicas aparte de ella, ¿me equivoco?
Desvié
la mirada hacia él en silencio. A simple vista no parecía del tipo observador,
así como tampoco parecía del tipo que se sale de su camino sólo para ayudar a
su compañero de clase con el que apenas si había interactuado y sin embargo,
allí estaba… ¿qué clase de persona era él en realidad? … Sin darme cuenta seguí
observándolo, su semblante era serio mientras me ayudaba diligente. “No hay
duda de porqué las chicas del instituto se hicieron sus amigas con tanta
facilidad. Además de tener una personalidad agradable también es bastante
atractivo…” —¿Pasa algo? —preguntó, encontrando sus ojos fucsia con los míos.
—Nada
—dije nervioso, “y sus ojos… son tan… ¿¡pero qué estoy pensando!?”, necesitaba
apurarme y ahí estaba yo, ¡pensando cosas innecesarias! Ignorando el calor que
sentía en mi rostro retomé mi tarea y dejé que la habitación volviera a quedar
en silencio.
Después
de recibir una histérica reprimenda por parte de la directora, fui con Alexy al
centro comercial. Le dije que estaba cansado y prefería posponerlo pero fue tan
insistente que no tuve más remedio que ir con él. Al principio fue un poco
raro, había pasado tiempo desde la última vez que había convivido con alguno de
mis compañeros fuera del instituto, sin embargo, después de un rato me alegré
de haber accedido, la verdad es que Alexy era una compañía muy refrescante
capaz de hacerme olvidar la mala racha que me perseguía.
Al
día siguiente, me encontré con Melody en la sala de delegados, lucía preocupada
y estaba más callada de lo habitual.
De
la nada decidió abordarme con una pregunta que me tomó por sorpresa —¿Eres muy
cercano a Alexy?
—¿A
qué viene eso?
—Bueno,
ayer los dos desaparecieron durante algunas horas y luego estaba aquí
ayudándote… —explicó.
—¿Y
eso qué?
—Bueno,
yo, me preguntaba si ustedes dos…
Silencio.
—¿Nosotros
dos qué?
—Ya
sabes, ¿no?
—No.
No sé —comenzaba a hartarme del suspenso de Melody, me gustan las novelas
policíacas por el suspenso pero los rumores de instituto me parecen
intolerables y por la forma en que hablaba, tenía pinta de que terminaría
contándome algún chisme de pasillo.
—Alexy…
él… —en su expresión se reflejaba cuán dudosa estaba de continuar— mmm…
olvídalo… —la sala volvió a quedar en silencio. “¿Qué demonios?”. Actuar así no
era propio de Melody, me vi tentado a presionarla para que terminara de decirme
lo que había comenzado, pero ella puso fin definitivo a la conversación
excusándose del aula.
Durante
clase no pude evitar notar que Melody miraba de reojo a Alexy, quien a su vez
estaba totalmente distraído mirando por la ventana abierta. El aire que entraba
jugaba suavemente su azulado cabello.
“¿Qué estará viendo tan atento? Probablemente
nada, probablemente sólo está aburrido…
¿Y
yo? ¿Qué estoy viendo yo?
¿Por
qué en vez de estar atento a la clase, estoy atento a él?”,
sacudí
la cabeza intentando concentrarme en tomar notas y cuando la campana anunciando
el cambio de salón sonó, la página de los apuntes del día estaba repleta de
garabatos intentando lucir como orquídeas. Cerré la libreta de golpe antes de
que alguien lo notara y salí deprisa al pasillo, presionando fuertemente el
cuaderno contra mi pecho como si tuviera algún secreto importante escrito en
él.
“¿Por
qué estoy tan agitado? Cualquiera puede divagarse en clase y terminar
rayoneando la hoja…”
—Si
fuera él, yo también te odiaría.
—¿De
qué hablas?
—¿Crees
que no te vi? ¡Te la pasaste viendo a su “cariñito” toda la clase! Y estando él
ahí junto, que es lo peor. Y luego te quejas de que te fusile con la mirada.
—Alucinas,
¡eso ya fue!… en realidad me preguntaba si tuvo algo que ver con…
Eran
Alexy y Armin cuya conversación había alcanzado mis oídos cuando pasaron junto
a mí, sin embargo fui incapaz de escuchar más debido a que conforme se alejaban
su plática se iba haciendo incomprensible. “Así que a Alexy le gusta alguien…
me pregunto quién…”
………………
—Nathaniel,
¿estás bien? —La chica nueva estaba parada frente a mí, mirándome angustiada,
tardé en darme cuenta de que seguía de pie afuera del aula sosteniendo mis
notas contra mí— luces ausente, además llevas un buen rato aquí parado y la
clase está por comenzar, ¿te sientes mal? ¿Quieres que vayamos a la enfermería?
—No,
yo, estoy bien. Gracias por preocuparte… pero ¿no deberías ir al aula tú
también? —dije, intentando desviar su atención. ¿Cuánto tiempo había estado
ella observándome sin que yo lo notase? Es oficial: algo andaba mal conmigo.
—Jeje.
¿Sí, verdad? —Respondió riendo nerviosamente— la verdad es que estaba haciendo
tiempo para llegar tarde a clase y que no me dejaran pasar… quería que el
profesor creyera que al menos hice el intento, pero creo que ya no podrá ser —explicó
rascándose la cabeza y frunciendo la boca.
—Si
quieres hazlo. No diré nada.
La
castaña abrió los ojos estupefacta —¿Hablas en serio? ¿No querrás jugármela por
lo del otro día o sí?
—Tch…
te dije que olvidarás eso. Ahora vete a hacer tonta fuera de mi vista si no
quieres que cambie de opinión —repliqué.
—¡Sí,
señor! —contestó enderezando su postura y haciendo un saludo militar antes de
darse la vuelta y caminar rápidamente en dirección opuesta al salón.
Y
así, entre mis deberes de Delegado, garabatos en medio de las notas, pequeñas
charlas con Alexy, miradas furtivas y, notas en medio de los garabatos se me
pasó el resto de la semana… y luego lo poco que quedaba del mes, así como en un
delirio febril donde el tiempo no se deja medir
……
Siempre …… con Armin…
……………gusta
alguien?
…taba
Gustaba……
……………
¿A ti?
¿A mí? …… gu… tus ojos…
……………………………………
Debe…… nreír más a ………
……
…res que … ayu…
……………
Es agra…… …tar ……… tigo
…
………
—Creo
que me gustas.
Impactado
parpadeó varias veces mientras continuaba mirándome cada vez que sus parpados
se alzaban. ¿Esperaba que en uno de esos tantos
abrir y cerrar de ojos yo desapareciera del frente y él se encontrara
dormitando y extrañándose de haber tenido tan disparatado sueño? Comenzaba a
sentirme abochornado, ni siquiera sabía por qué le había dicho algo así.
Me
encontraba en la sala de delegados considerando si ir a la biblioteca a leer un
poco antes de ir a casa o si dar un paseo y visitar a la camada de gatitos que
solía rondar el parque cuando la puerta se abrió dejando entrar en la
habitación a Alexy.
—¡Nath!
¡Qué bueno que te encuentro!
—¿Necesitas
algo? —pregunté.
—Algo
así —su eterna sonrisa juguetona me hizo imposible desviar la mirada de él—
Quería saber si tienes tiempo para acompañarme al centro comercial, las veces
que he ido contigo me la he pasado geni… mmm… —repentinamente su alegre
expresión se transformó en una de inquietud— ¿Pasa algo, Nath?
—No,
¿por qué?
—Por
la forma en que me miras tan fijamente, ¿he hecho algo que te molestara?
—No,
no pasa nada…
—Mmm…
está bien… —respondió no muy convencido y adoptando nuevamente una pequeña
sonrisa prosiguió— ¿entonces? ¿Qué dices? ¿Me acompañas?
¿Cuántas
veces había dicho “no pasa nada” cuando en realidad sí pasaba?, aquél fue el
pensamiento que asaltó mi mente, el cual provocó que en un impulso las palabras
se dijeran solas; y así sin que me diera cuenta ya estaban dichas: creo que me
gustas.
—Yo,
no debí… —balbuceé volviendo en mí y desviando la mirada avergonzado— olvida lo
que dije, por favor —me puse de pie y me dirigí a la puerta a toda velocidad,
pasando tan cerca de él que el aire que mi apresurado escape robó un poco
del aroma de Alexy envolviéndome en él. A cinco segundos de girar el pomo de la
puerta sentí su mano tomándome del brazo con firmeza. Me detuve en seco y dejé
de respirar.
—Lo
que dijiste, ¿es cierto? —quise decirle no, pero de qué me serviría negárselo a
él si no podía negármelo a mí.
—Sí
—dije al fin, volviendo suavemente a respirar.
—¿Alguna
vez te ha gustado un chico antes? —desconcertado contesté que no. Hubo un
momento de silencio, sentí la urgencia de salir de allí, el nerviosismo
comenzaba a crecer en mí. Con fuerza me jaló hacia él dándome la vuelta para
quedar cara a cara y besarme sin mayor aviso. Mis ojos saltaron sorprendidos.
Sus labios se sentían tersos y cálidos, era agradable. Mis ojos se relajaron y
mi cuerpo que se había crispado todo ante el repentino movimiento también lo
hizo. Sentí su lengua humedecer mis labios, como un gatito haría él había
pasado su lengua por mi boca para luego continuar con el suave jugueteo de
labios— Si te arrepientes de lo que dijiste habla ahora o calla para siempre,
porque después no dejaré que te eches para atrás —murmuró, clavando su mirada
en la mía, una mirada que no le había conocido hasta ése momento, tan intensa,
tan sensual, una mirada que no me dejaría retractarme aunque quisiera, una
mirada que más bien hacía que quisiera ser callado para siempre con uno de sus
besos.
—Ya
no creo que me gustas —susurré con el poco aliento que logré reunir, abrumado
por la situación, por su presencia, me hacía sentir que todo el oxígeno del
mundo me era insuficiente— ahora estoy seguro de que así es.
Sonrió
—me alegra escuchar eso —y volvió a besarme— porque tú también me gustas —nuestras
lenguas se buscaron con naturalidad, moviéndose en sincronía, cual si
estuviesen creando un lenguaje propio. Avanzando él retrocedí yo hasta quedar
contra la pared. Sus labios se desviaron de los míos, trazando lentamente el
recorrido hasta mi cuello. Sentí su aliento incendiar mi piel. Su boca destrazó
el camino y los besos se hicieron de nuevo.
—Espera
—musité poniendo un poco de distancia entre ambos— creo que escuché algo, como
si hubieran abierto la puerta.
—Yo
no escuché nada, pero no hay remedio más fácil que ponerle seguro a la puerta,
¿no crees? —argumentó con su usual actitud despreocupada.
Después
de haber asegurado la entrada, regresó a donde estaba yo como afianzado a la
pared, incluso si hubiese querido moverme no hubiese sido capaz de hacerlo. Se
recargó en la mesa que estaba al centro del aula y nos miramos en silencio. A
pesar de sentirme nervioso por el lugar en el que estábamos y el hecho de que
justo acababa de, inesperadamente, confesármele a un chico, su presencia me
reconfortaba. Finalmente despegué la espalda del muro que me sostenía y me
acerqué a él sin romper el contacto visual. Sus ojos me retaban a tomar la
iniciativa, ¿me estaba poniendo a prueba? —¿Por qué pareces tan cómodo con esto?
—¿A
qué te refieres? —preguntó extrañado.
—No
pareces tener problemas con que ambos seamos hombres —expliqué.
Alexy
rió tan pronto terminé de hablar —¿Entonces nadie te lo ha dicho?
—¿Decirme
qué?
Atrayéndome
hacia él en un ágil movimiento volvimos a quedar casi cuerpo a cuerpo como hace
unos momentos —Que a mí me gustan los chicos —comprendí el extraño
comportamiento de Melody, “con que de eso se trataba”— ¿en qué piensas? —me
había quedado callado y eso comenzaba a inquietarlo.
—Yo,
nunca he salido con un chico, así que no sé muy bien cómo funcionan las cosas… —confesé,
desviando la mirada avergonzado de mi poca experiencia en el amor, porque a
decir verdad tampoco había salido nunca formalmente con alguna chica, pero
prefería guardarme ése detalle. Por donde lo viera yo estaba en desventaja,
enamorándome por primera vez, de un chico cuya existencia me había venido a menear el frágil mundo que intentaba construirme. Un mundo que hasta hace menos
de un mes no tenía nada en él y que sin darme cuenta se dejó perfumar del aroma
de su frescura, que se dejó colorear con las flores de sus ojos, que se dejó
iluminar con la radiación de su sonrisa.
Recuperando
su expresión desenfadada dijo —No creas que hay una guía para ello o algo así,
jajaja. Nos gustamos, no hace falta más, ya todo se irá dando solo —volví la
vista hacia él y esta vez fui yo quien buscó sus labios.
Unidos
en un beso, con una mano rodeando su cuello y la otra entrelazada con la suya
pude sentir como el mundo se iba desmoronando y perdiendo importancia.
Únicamente sus impresiones permanecían flotando sobre la nada. Su brazo
alrededor de mi cintura, sosteniéndome con fuerza era el único soporte que
necesitaría en adelante.
Y
así, combinando nuestros alientos agradecí el instante en que nos quedamos
atrapados en los vestidores.
Cap. 8 - Sorpresa en los vestidores 1ra. Pte.
Continuación de Alexy x Nath - Atrapado(s) entre las garras del amor
Cap. 8 - Sorpresa en los vestidores 1ra. Pte.
Continuación de Alexy x Nath - Atrapado(s) entre las garras del amor
Dejame amarte *^*
ResponderBorrar*^* Me dejo amar [se acerca a dar abrazotote]
BorrarHermosoooo1!! *w*
ResponderBorrarY^u^Y Gracias!!
BorrarNo había pensado en esta pareja pero quedan realmente bien juntos y se compenetran ala perfección. Nath necesita a un chico como Alexy. Me ha encantado :3.
ResponderBorrar¡Verdad que sí! Nath necesita a alguien que le alegre la vida :3 Qué bueno que te haya gustado tanto ^w^
Borrar¡Abrazos y besos!
>///< no leo mucho de esta pareja, mas bien me gusta mas la pareja de castiel x nathaniel o lysandro x castiel!!! *-* pero debo admitir que me encantoooooooooooo x3 son hermosos !!!!!!!!
ResponderBorrar¡¡Gracias!! Me alegra que te gustara!! Y^u^Y Creo que son una pareja peculiar, pero muy mona :3
BorrarSaludos!!
Asdfajsf, ¡lo amé! ;u; Nunca se me había ocurrido esta pareja, hasta que ayer leí un fic de Castiel x Nathaniel donde Alexy se volvía un amigo cercano de Nath y eso (?) y entonces pensé: Nathaniel x Alexy... why not? xDDD
ResponderBorrarA partir de ahora soy fan de ésta pareja *^* (?)
jijiji, es que son una pareja muy tierna :3 me alegra que se hayan ganado un nuevo fan!! Mil gracias por leer y comentar!! <3
Borrar*-* simplemente hermoso .. nunca hubiera imaginado que se verían tan bien juntos >w< Escribes genialoso :B
ResponderBorrarMuchas gracias!! <3 Me ha hecho muy feliz tu comentario :3
BorrarCreo que es de las parejas más raras que he formado pero al mismo tiempo ha sido de las más gustadas! me alegra mucho eso ^^
¡Awww lindísimo! ¡Precioso! >//< sencillamente me quedé cautivada por la idea de que Nathaniel pueda enamorarse y descuidar las clases... quien se lo imaginaría... ¬u¬ y concuerdo con las chicas de comentarios anteriores, de verdad que el rubio necesita a alguien alegre como Alexy para ser felíz -u- ¡Felicidades por el blog y sigue escribiendo! Sobre todo si es mucho yaoi *///*
ResponderBorrar*^* Waaa! Qué linda!! Muchas gracias por tu apoyo!! <3 Y síii, yo tmb concuerdo, Alexy es exactamente lo que a Nath le hace falta c:
Borrarwaaay me encanto, la verdad a mi nunca se me habia cruzado por la cabeza esta pareja es hermosa :kittyface:
ResponderBorrarPD: Y EL PORNO DONDE ESTA EL PORNO!!! XDDD
Me da gusto que te encantar esta combinación tan peculiar :3
BorrarEl porno, pues aún es incierto si habrá xD yo espero que sí, pero como quiero algo original y distinto para cada pareja, entonces tardaré un poquito en escribir los capítulos XXX jijiji
Creo que ya habras escuchado mucho esto, pero tal como comentarios anteriores es una pareja bastante peculiar, cuando hay más Castiel x Nathaniel o Kentin x Alexy pero vaya que a pesar de que me descolocó tanto como el Leight x Armin, creo que tu redacción me a enamorado, leer los pensamiento de Nath era casi como poesía dedicada a Alexy, en serio me fascina como escribes y fue tan lindo como es que ese rubio se declaró, apuesto a que el alegre peliazul no lo vio venir y a todo esto, alguna vez sabré quien los encerro?
ResponderBorrarWow, ¡muchisísimas gracias! Me hacen muy feliz tus palabras ❤
BorrarSi soy honesta, éste es de los capítulos que más trabajo me ha costado D: dado que no soy muy fan de Nathaniel y ponerme en sus zapatos ¡no fue tarea fácil! jajaja. Sin embargo al ser Alexy el otro involucrado, la tarea se aligeró bastante ^^. Y bueno, esto viene a colación porque me reconforta mucho ver que pese a las enormes dudas que me asaltaron cuando lo terminé (de si había logrado presentar a un Nathaniel verosimil), ha sido un capítulo que ha recibido gran aceptación y eso me hace increíblemente dichosa :)
Con respecto a tu duda, sipi, en la continuación de Cas y Lys se descubre quien fue el cupido accidental ^^