sábado, 4 de mayo de 2013

ROMÁNTICAMENTE EGOÍSTA [Akihiko x Hiroki][Junjou][Yaoi][+18]

Este es el primer fic que escribí, jiji. Así que tiene bastantes clichés y así :P
Es sobre una versión distinta de los hechos de Junjou Romántica, un ¿qué tal si Hiro y Usagi hubiesen terminado juntos?
Está un poco larguito, originalmente lo serialicé en mundoyaoi, pero la verdad me da flojera hacer varias entradas jajaja así que lo publico todo junto ^^
Contiene escenas para mayores de 18 años, se recomienda discreción por parte del lector (jajaja, siempre había querido escribir eso xD pero en serio, sí contiene varias escenas hard, así que están advertid@s)

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son propiedad de su creadora Nakamura Shungiku

***


Acto 1

Escena 1

Hiroki sintió cómo su corazón saltó esperanzado al escuchar la media voz de Akihiko llamando su nombre,

Hiro…

Es sorprendente cómo un sonido logró detener y, en seguida, estrujar violentamente su corazón.

Taka… Hiro…

Los ojos de Hiroki se anegaron de lágrimas al instante. Había creído que podía hacer a Akihiko olvidar a aquel amor no correspondido que continuaba lacerando su delicado corazón.
Desde niños Hiroki había sentido la necesidad de protegerlo y de dibujar una sonrisa en ese rostro taciturno, de despojar a su alma de la sombría melancolía que había percibido desde el primer relato que por accidente leyó en su habitación. No sabía en qué momento esos sentimientos se habían tornado en amor, ¿había sido la primera vez que su pequeño amigo de cabello plateado lo besó o cuando tomó su mano para protegerla del frío que la congelaba? Sólo sabía que Akihiko era aquella persona a la que quería estrechar entre sus brazos el resto de su vida.

Cuando Usami sintió caer sobre su pecho desnudo las lágrimas de Kamijou, algo en su interior se sobresaltó. ¿Acaso Hiroki estaba llorando por él? Tantos años de conocerse, tantos recuerdos juntos y nunca se había percatado de los sentimientos de Hiroki. Ahora la expresión afectada y un tanto grave que se asomaba en su rostro, cada vez que mencionaba a Takahiro, tenía sentido. ¿Lo había estado lastimando siempre que le hablaba de Takahiro y de sus sentimientos hacia aquel? ¿Por qué no le había dicho nada? De haberlo sabido antes no habría sido tan insensible… o quizá era precisamente por eso que Hiroki no le había confesado sus sentimientos: porque no quería que se alzara una pared entre los dos.
Akihiko llamó su nombre mientras descubría sus ojos de la venda que Hiroki le había colocado, al hacerlo vio la  figura de su amigo, despedazada por el llanto que trataba de ocultar tras ambas manos, sintió un deseó irrefrenable de abrazarlo

Hiroki, lo siento. No me había dado cuenta de tus sentimientos. Lo siento, lo siento tanto.

Nunca lo había visto llorar así. No desde que dejaron de ser niños. Era una persona que se siempre se esforzaba por ocultar su fragilidad bajo una personalidad mal humorada. ¿Cómo fue que ese amor unilateral se engendró? ¿Por qué él no se había enamorado también? ¿Qué fue aquello que no pudo ver en Hiroki durante todos estos años y que él sí vio en su persona?


Escena 1.5

“¡Akihiko idiota! Por qué tenía que abrazarme y disculparse, ¿acaso no sabe que eso sólo me hace sentir más miserable?” pensaba Kamijou mientras tomaba un baño para tratar de tranquilizar sus emociones. “Yo también soy un idiota por no poder aguantar las lágrimas, ahora, ¡cómo se supone que lo vea a la cara!”. Su orgullo estaba aplastado, se había mostrado indefenso y roto ante aquel por quien debía velar. No soló falló en hacerlo olvidarse de Takahiro, aunque fuera por esa noche, sino que falló en mantener su defensa alta y ocultar sus sentimientos hasta que Usami cambiara los suyos.
Sumergido en el agua de la tina sentía como si fuera el dolor el que rodeaba su cuerpo, y ante la opresión que no había podido quitar de su pecho las lágrimas brotaron de sus ojos una vez más de forma tan natural que no pudo evitar derramarlas, sabía que por más que llorase no dejaría de oprimírsele el corazón, sin embargo, el llanto no paraba de fluir y pronto su vista se nubló por completo entre las lágrimas que brotaban de sus ojos y el vapor despedido por el agua caliente.



Acto 2

Sólo olvidemos eso. Pretende que lo de anoche nunca sucedió le dijo a Akihiko, incapaz de sostenerle la mirada estoy consciente de que lo que sientes por Takahiro no lo sentirás por mí. Así que sólo déjalo correr.

El joven escritor no supo cómo responder, rara vez se quedaba sin palabras, tal vez fuese porque sabía que no había nada que pudiera decirle para reconfortarlo; era cierto que los sentimientos que había venido sintiendo por Takahiro no se transferirían a Hiroki a voluntad y también sabía que tratar de reafirmar la atmósfera con palabras cálidas y amistosas sólo lo incomodaría más está bien contestó al fin.

Kamijou únicamente quería salir de allí lo más pronto posible, la tensa atmósfera lo asfixiaba, pero si daba algún pretexto y huía, Akihiko sabría de inmediato que aquella situación lo perturbaba más de lo que quería aparentar y esta vez no se permitiría bajar la guardia en frente de él. Trató de cambiar de tema y llevar una conversación trivial, sin embargo, no pudo mirarlo a los ojos ni una sola vez, de hacerlo su corazón podría traicionarlo de nuevo haciéndolo estallar en llanto repentinamente.

“Ha evitado mi mirada durante todo el rato. Conociéndolo, debe sentirse avergonzado”, dijo para sí Usami mientras le daba un sorbo a su café humeante. Su amigo se había ido ya, él decidió quedarse un poco más, de todas formas no se sentía con ánimos de escribir. Sus pensamientos no tenían rumbo fijo y así no podía crear nada bueno.
Después de terminar su café salió a caminar un poco y fumar un par de cigarrillos antes de subirse a su coche y volver a casa.



Acto 3

Durante más de un mes no volvieron a verse. Usami había estado ocupado con la universidad y la fecha de entrega de un manuscrito; y por su parte Kamijou se había mantenido más ocupado de lo habitual para así evitar siquiera encontrárselo por accidente en la Universidad, aún no estaba preparado para encararlo; seguía dolido y avergonzado. No quería perder a su amigo de la infancia pero tampoco podía olvidarse de que su amor nunca sería correspondido. ¿Por qué tuvo que enamorarse de él? Habiendo tantas personas en el mundo ¿Por qué tenía que enamorarse de aquella persona que nunca devolvería sus sentimientos?
Se arrepentía de haber intentado hacer un avance con Akihiko, haber sentido sus manos refrescando su cuerpo, que ardía con la ambición de transmitir sus sentimientos y que temblaba con la incertidumbre de la respuesta, y saber que nunca volvería a sentirlas. Haber sentido la calidez de su cuerpo ahora lo atormentaba: esa calidez jamás le pertenecería.
Si no fuera tan testarudo, tal vez él… si fuera un poco más amable… pero… ¿habría en verdad alguna diferencia?





Acto 4

Escena 1

¡Ni pienses que puedes relajarte! ¡¡Aún tienes otro manuscrito que entregar en dos semanas!! Le había gritado su editora totalmente irritada al salir del apartamento para dirigirse a la editorial.

“Qué fastidio”, pensó Akihiko, pero aun así se puso a trabajar en dicho manuscrito. Después de un rato una idea vino a su mente y de inmediato se dispuso a buscar entre sus libros un título en particular, al no encontrarlo recordó que Hiroki se lo había pedido prestado. Pensó en ir por él en ese instante, pero al darse cuenta de la hora decidió dejarlo para el día siguiente. Sabía que probablemente su amigo estaría despierto aún trabajando en algún reporte o tesis, no obstante, por algún motivo sintió que era mejor esperar. Como no tenía hambre pese a no haber comido nada, decidió irse directo a la cama.
“Desde aquel incidente sólo nos volvimos a ver en el café” dijo Usami para sí.
A su mente vino el recuerdo de aquella noche en que Hiroki trató de hacerlo olvidar a Takahiro con el ardor de su cuerpo… “Ahora que pienso en ello, los labios de Hiroki de algún modo tenían una sensación familiar…”  pensando en ello el sueño cerró sus ojos y fue hasta la mañana siguiente cuando despertó que fue asaltado por un recuerdo de la infancia:
Hiroki no paraba de llorar porque se sentía presionado por todas sus obligaciones y aun así no quería abandonar ninguna, así que decidió callarlo con un beso, Hiroki se había alterado demasiado y su cara estaba completamente roja.
No había manera de que él lo hubiera seducido involuntariamente todo este tiempo ¿o si? ¿Con pequeñas acciones inconscientes como esa había provocado que se enamorara de él? …
“Si ese es el caso, debería hacerme responsable”.


Escena 1.5

Hiroki no pudo evitar sorprenderse al ver parado en el umbral de su puerta al joven escritor. Con un ligero rubor en sus mejillas, el ceño fruncido y la mirada esquiva le preguntó:
—¿Qúe quieres?

Usami acostumbrado a esa brusca actitud tan característica en él no esperó a ser invitado y entró en la habitación

Vengo por el libro que te presté hace tiempo, lo necesito para un manuscrito.

¡Ah cierto, ese libro! En un momento te lo doy.

Akihiko permaneció de pie observando fijamente la silueta de su amigo de castaño cabello que buscaba entre sus pilas de libros el ejemplar que le había pedido; pese a haberlo visto tantas veces antes hacer lo mismo, era la primera vez que notaba lo estilizada que era su figura.

Tu casa sigue siendo un desastre

Hiroki irritado por el comentario le arrojó el libro ¡Cómo si tú pudieras ponerte exigente! Tu casa bien podría confundirse con un basurero… aquí está tu libro… gracias.

Akihiko soltó una ligera y despreocupada risa que desconcertó a Kamijou, generalmente no reiría sino que permanecería con su indiferente expresión y diría cualquier cosa irrelevante.
Después de un breve silencio el semblante del escritor de plateado cabello se tornó serio Sabes, he pensado mucho acerca de nosotros y tal vez pudiéramos intentarlo… después de todo, cabe la posibilidad de que hubiera sido yo quien te sedujo inadvertidamente desde niños

La atmósfera había pasado de la incomodidad a la agitación para finalmente ceder ante la opresiva tensión, que se hizo presente tan pronto se pronunció la última oración, en tan poco tiempo que incluso el aire parecía haberse transformado también, volviéndose más denso y difícil de respirar.
Hiroki rojo de ira trataba de controlarse para no estallar, sabía que una palabra más bastaría para terminar de alterarlo

¡Qué demonios!

…Es por eso que creo que debo hacerme responsable - completó Usami

Y tal como Hiroki había predicho, incapaz de refrenarse por más tiempo, explotó con violencia

¡No quiero que te hagas responsable de nada! ¿¡Me crees tan desesperado para aceptar algo así!? Mira que venir y tratar de aceptar mis sentimientos porque se te ha metido una idea estúpida y te sientes culpable… ¡realmente debes ser idiota!

Akihiko intervino para tratar de calmarlo, pero no había nada que pudiera decir para lograrlo. Una vez más había encontrado la forma de herir su orgullo y su corazón.

¡Ya cállate! ¡Basta de estupideces! … ¡No digas más ni te creas tanto… BAKAHIKO!

Y así, hecho una furia, dejó el apartamento.
Sólo una vez en la calle se dio cuenta de que el que tenía que haber abandonado la habitación era Usami y no él; además de que con la prisa y el enojo había terminado poniéndose las zapatillas para interiores en vez de los zapatos.
“¡Qué le pasa a ese idiota!”  mascullaba entre dientes “ir a casa de alguien y ofrecer ser su pareja por compasión… ¿Acaso me cree tan patético para acceder a algo así? … ¡arrgg!  ¡Estoy tan furioso!”

Akihiko permaneció unos minutos desconcertado. Sabía lo irascible que era el carácter de Hiroki, pero aun así no pudo evitar sorprenderse, de algún modo esperaba que estuviese más receptivo. “Tal vez debí haber pensado mejor lo que iba a decir”.
Después de reflexionar un poco concluyó que definitivamente su reacción era de esperarse, si se ponía en su lugar, él tampoco estaría feliz si la persona que ama sólo estuviera a su lado por compromiso. Había hablado descuidadamente y tratando de mejorar las cosas, sólo había había conseguido empeorarlas.
Al reparar en lo mucho que acababa de volver a herir a su amigo, inconscientemente rozó sus labios con sus dedos y lo helado de su propio tacto le hizo recordar la tibieza de los labios de Hiroki.
No tardó en abandonar el apartamento, puesto que aquella figura estilizada de tibios labios debía estar cerca esperando a que se fuera, después de todo, con el enojo había dejado sus zapatos.

No fue hasta que Kamijou se aseguró de que el coche rojo había desaparecido por completo, que regresó a su casa. La rabia en su interior no parecía ceder, pero no iba dirigida únicamente a su amigo, sino a él mismo: “Que miserable debo verme a sus ojos, pues aunque él también ha estado enamorado, por varios años ya, sin ser correspondido, yo he estado enamorado de él por muchos años más, seguro hasta él me encuentra demasiado patético”.
Sentado en un rincón de la habitación continuó recriminándose.

“Estúpido Akihiko”.


Acto 5

Escena 1

A pesar de que Usami ya había recuperado el libro, fue incapaz de escribir si quiera una palabra.
Sumido en sus pensamientos fue sorprendido por una llamada telefónica: era Takahiro; de inmediato contestó. Le llamaba para que fuera a su casa, tenía algo importante que pedirle.
Al llegar, Akihiko fue recibido cálidamente como siempre, pero algo había cambiado. Usualmente el sólo estar cerca de Takahiro lo haría sentir sereno; no obstante, la agitación por la “discusión” que acababa de tener hace algunas horas con Hiroki no desapareció. Esta vez la presencia de Takahiro no logró librarlo de su ansiedad.

Por favor, ayuda a mi hermano con su ensayo; si no lo hace bien reprobará la materia, y mira lo que lleva.

Takahiro le mostró una hoja con un título poco esforzado 'Ensayo de historia por Takahashi Misaki'. “Siempre se trata de su hermano” pensó Akihiko, sin embargo, no sintió la decepción que otras veces hubiera sentido y sin soltar siquiera un suspiro accedió a la petición, más por costumbre que por verdadera disposición.
El escritor no se quedó mucho tiempo. Su mente no dejaba de girar alrededor de Kamijou; y ni siquiera se esforzó en seguir la conversación que Takahiro trató de llevar.


Acto 6

Escena 1

Sin darse cuenta se había quedado dormido sentado en el piso; fue su teléfono el que lo despertó, sin siquiera ver de quien era la llamada contestó. Los ojos de Kamijou saltaron sorprendidos, no supo qué decir, o más bien era el sonido de su voz el que se negaba a salir y dejarlo decir algo al escuchar por el auricular

Hiroki, lamento lo de ésta mañana… dije cosas innecesarias descuidadamente…

Algo estaba mal con Akihiko, podía decirlo por el tono de su voz, seguramente había ocurrido algo con Takahiro.

¿Estás bien? suenas extraño al fin asertó a decir Kamijou.
Usami permaneció en silencio unos instantes para después responder un tanto dubitativo —Sí, estoy bien.

Hiroki fue incapaz de contener su preocupación, Akihiko nunca hablaría por sí solo de lo que fuera que le estuviese molestando, así que alzando la voz insistió

Algo pasó con Takahiro, ¿no es así? dímelo, lo que sea que te moleste yo… ¡lo escucharé!


Acto 7

Escena 1.5

Había llamado a Hiroki porque quería arreglar las cosas con él, y deshacerse de ese abrumador desasosiego que lo acometía desde la mañana; quería ir a su apartamento pero terminó deliberando que sería mejor llamarlo primero y comprobar si ya se habían calmado sus ánimos. No obstante, no esperaba que su amigo de la infancia fuese capaz de discernir sólo por escuchar su voz en el teléfono que algo le sucedía. No creyó que la aflicción de la que se veía presa fuese tan obvia; aunque ahora que lo pensaba, siempre había sido así: él siempre podía percibir cuando algo le tenía preocupado y sobretodo era capaz de distinguir cuando su ánimo se veía afectado por Takahiro.
Pese al difícil carácter que siempre había tenido, aquel hombre de castaño cabello y ceño fruncido era una persona realmente considerada y que siempre buscaba la forma de hacerlo sentir mejor, incluso si eso significaba escucharlo sufrir por un amor no correspondido y tragarse su propio sufrimiento. Sólo que esta vez sí se había equivocado

No, no es acerca de Takahiro… sino…


Acto 8

Escena 1.5

“¿Por qué tuve que decirle: ¡voy para allá!?” reclamábase Kamijou sentado en el metro. Usami le había dicho que no se trataba de Takahiro, pero él no se molestó en terminar de escuchar, y después de decirle que iría a verlo, había colgado. No había pensado sólo había reaccionado. ¡En qué incómoda situación se acababa de meter! Aun así, no podía dejar a Akihiko solo. “Ese tipo tiene una tendencia natural a reprimir su tristeza”.


Acto 9

Cuando Usami abrió la puerta y vio a Hiroki con las mejillas coloreadas de un ligero rubor y su característica mirada esquiva, una cálida y sutil sonrisa se dibujó en su rostro, cosa que le tomó por sorpresa. Por supuesto su amigo no se percató de ello, en su nerviosismo ni siquiera lo miró de soslayo, sólo entró rápidamente al cuarto y se sentó en uno de los sofás simulando actuar con naturalidad; al reparar en la pila de documentos sobre la mesa pensó que hablarle de trabajo sería una buena forma de suavizar la atmósfera

¿Cómo vas con el manuscrito?

Aún tengo tiempo, la fecha de entrega es en un par de semanas, así que supongo todo va bien… respondió mientras se sentaba en el sillón de enfrente.

Sabes, Akihiko, llevamos mucho tiempo de conocernos y sé que algo te está molestando… está bien si no quieres decírmelo… —dijo Hiroki no es como si de verdad me importara claro… añadió riendo nerviosamente; pero no tardó más de unos instantes en adoptar de nuevo un tono grave pero si es por temor a herirme, entonces, no está bien… porque no me gustaría que dejaras de contarme tus problemas… incluso si se trata de Takahiro… después de todo, siempre hemos sido amigos...

Akihiko había estado mirando atentamente a Hiroki desde que comenzó a hablar, detrás de esa armadura que siempre llevaba puesta se encontraba un hombre de sentimientos puros que se preocupaba por él y que anteponía siempre su bienestar.
Antes de que Kamijou pudiera continuar hablando, Usami se inclinó hacia él y tomándolo por el cuello acercó su sorprendido rostro y depositó un beso en aquellos labios que hubiera probado descuidadamente por primera vez hace tantos años. El castaño se libró de un empujón haciéndolo retroceder y caer de nuevo sobre el sofá

¡Idiota! ¿¡Qué demonios crees que estas haciendo!? … ¡Ya te he dicho que no quiero, ni necesito tu lástima!

Cada músculo de Kamijou se había tensado durante el arranque de furia, su ceño se encontraba más fruncido de lo habitual y sus dientes ejercían tanta presión entre ellos que daban la impresión de romperse en cualquier momento. En contraste, Usami tranquilamente comenzó a explicar

Te equivocas Hiroki, esto no es por lástima. Yo estaba equivocado esta mañana. Creía haber visto las cosas con claridad, pero no era así. En cambio ahora lo entiendo todo Mientras hablaba, lentamente iba acortando la distancia entre los dos Hoy fui a ver a Takahiro, me pidió que ayudara a su hermano con algo de la escuela, pero cuando lo vi me di cuenta de que aun en su presencia seguía sintiéndome inquieto por nuestra discusión y no fui capaz de sonreír sinceramente ni una sola vez, sin embargo, hace unos momentos, cuando llegaste, tu mera visión me arrancó una sonrisa; de hecho, el que te preocuparas tanto por mí me reconfortó, porque eso significa que aún no es demasiado tarde

Hiroki no parecía dar crédito a sus oídos, su mente parecía ser incapaz de procesar la información que recibía
¿Qué… qué es lo que dices? … yo… no… no estoy entendiendo…

Su rostro se había suavizado y una especie de melancolía se asomaba. Su nerviosismo aumentó ante la realización de la amenazante cercanía de su amigo.
Lo que quiero decir es que…

Y así, sin más preámbulos, Akihiko volvió a besar al turbado Hiroki; quien se disponía a empujarlo de nuevo, de no haber sido inmovilizado por su firme abrazo. Cuando separaron sus labios, Usami buscó el sensible oído de Kamijou y en un susurro le dijo:
Te quiero

La peligrosa combinación del suave aliento de Akihiko rosando su cabello; su tersa voz colándose en su oído; sus dulces palabras descifrándose letra por letra en su cerebro, le hicieron estremecerse.
No digas cosas así respondió casi inaudiblemente.
¿Por qué no? solo estoy expresando lo que siento… TE QUIERO, HIROKI

Usami no pudo evitar conmoverse por la reacción que sus palabras tenían en Kamijou, pues tan pronto hubo pronunciado su nombre sintió sus brazos rodearlo dulcemente, una sonrisa se asomó en sus labios, y con un suave movimiento acarició el cabello de su compañero; quien hundió el rostro en su hombro.

Pronto sintió su camisa humedecerse y supo que Hiroki lloraba. Con suavidad se separó de él para poder mirar de lleno su rostro; en efecto, las lágrimas corrían por sus mejillas. Akihiko alzó con delicadeza aquel fino rostro que le era tan familiar y con sus frías pero gentiles manos secó sus lágrimas.

Una vez más acortando la distancia entre sus labios: lo besó. Las lenguas se acariciaron y la saliva se hizo una. Las temperaturas de sus cuerpos comenzaron a elevarse, las manos de Usami buscaron su camino por debajo de la camisa de Hiroki; su piel era tan suave y agradable al tacto que pronto necesitó más.
Las frías manos de Akihiko paseando por su abdomen y espalda daban una sensación de alivio al fuego que quemaba su piel. Lentamente se dejó llevar y cuando su amigo de cabellos plateados se precipitó sobre él haciéndolo caer sobre el mueble, instintivamente le desabotonó la camisa, también necesitaba sentir vivamente el ardor de su cuerpo.
Despojándose por completo de su camisa, continuó explorando, ahora con su boca, el torso de Hiroki hasta llegar a su cuello. El calor que su cuerpo emanaba quemaba sus labios, excitándolo más. Sus dedos comenzaron a juguetear con los pezones erectos de su pareja, mientras su lengua le recorría el cuello, después entre pequeños mordiscos fue bajando hasta apresar suavemente con sus dientes uno de los suculentos pezones que tenía a su disposición y con su lengua trazó círculos envolventes y estimulantes alrededor del rozado pezón. Podía escuchar la voz de Hiroki transformada en cortos gemidos.
Kamijou no pudo resistirse a tomar entre sus manos el duro miembro que se mantenía oculto tras la ropa; deshaciéndole el cinturón y desabotonando con premura el pantalón, sus manos asieron el objeto de su deseo y comenzaron a estimularlo suavemente al principio, para luego aumentar de intensidad, dejándolo incapaz de contener unos sugerentes quejidos que endulzaron sus oídos.
Y como si Usami necesitara mayor estimulación de la que ya tenía, cuando su mano se deslizó dentro del pantalón de su castaño compañero se encontró con un despierto y goteante pene, su dedo pulgar tocó la punta jugando un poco con la húmeda y sensible cabeza. Poco después comenzó a masturbarlo. Hiroki parecía estar disfrutándolo; su rostro excitado lo seducía.
Más rápido… hazlo más rápido

Su extasiada petición lo había excitado demasiado, sin contar que las manos de su amigo frotando su miembro ¡se sentían tan bien!, estaba a punto de alcanzar su límite.

El corazón de Kamijou palpitaba con violencia.
La experiencia era completamente distinta a aquella vez. El calor corporal de la figura de cabello platinado y ojos violáceos se sentía diferente, era una calidez que parecía provenir del corazón. Una calidez que parecía pertenecerle.
Cuántas veces antes no habían sido tocados sus cabellos por aquellas grandes manos; cuántas veces no se habían sonrojado sus mejillas al tacto de esas afectuosas palmaditas. Y, sin embargo, ahora que aquellos largos dedos de escritor reconocían su faz y se sumergían en su castaña cabellera, podía sentir otro tipo de afecto emanando de ellos y colándose en sus poros.
Su propio cuerpo respondía con más intensidad, su corazón latía con tanta premura como si temiera dejar de latir si no se daba prisa en hacerlo. Sentía su sangre precipitada irrigando a su miembro, consumiendo su piel y tiñendo sus mejillas.
Me… voy a… venir
Espera, aún no… quiero probarte declaró Usami, desasiendo su hinchado pene de las manos que lo acariciaban.
¡Qué!

Tomando el izado sexo de Hiroki, pasó su lengua desde la base hasta la punta
Mmm… delicioso
¡Uh!

Finalmente lo colocó dentro de su boca; su lengua sabía exactamente qué hacer para llevarlo al clímax y sin poder resistir más, su compañero por fin dejó salir el blanco líquido que su boca tanto ansiaba.
El saborear el placer de Kamijou y sentirlo deslizándose por su garganta le provocó una explosión de sensaciones.
Ya no aguanto más Hiroki, voy a entrar

Y así, con sus dedos expandió el orificio donde colocaría el impaciente miembro. Primero lo introdujo poco a poco estremeciendo a su compañero con cada centímetro que entraba
¡ha! … nnh …

Una vez preparado, lo dejó ir con fuerza.
¡HAAA!

Le parecía encantador escuchar sus quejidos. Su rostro enrojecido y sus labios entreabiertos eran extremadamente seductores.
Aki… hiko…

La forma en que pronunciaba su nombre era exquisita, nunca antes había querido con tanta ansias que llamara su nombre
Dilo de nuevo… mi nombre… repítelo.

Los sentidos de Hiroki estaban aturdidos, su mente aún no asimilaba la realidad, ¿era cierto que Akihiko se le había confesado o era sólo un juego cruel de su inconsciente?
El ritmo seguro y constante del hombre de plateado cabello entrando y saliendo; el dolor mezclado con el placer de tenerlo dentro, de ser como un solo cuerpo en ese momento; su voz pidiéndole llamar su nombre una vez más; el aroma de su piel y su intensa mirada sobre de él lo hacían perder la consciencia de lo que era real.
¡nn!… ¡uh! … A! … Akihiko… te… quiero…


Acto 9.5

Antes del amanecer, Usami abrió los ojos por unos instantes y vio a su lado el apacible rostro de Kamijou durmiendo profundamente.

Vaya, no me había dado cuenta de lo lindo que eres dijo suavemente para no despertarlo, mientras lo acogía delicadamente entre sus brazos quedando dormido de nuevo.


Primer Acto Extra

Escena 1

¿Por qué siempre que lees frunces el ceño? Te ves mucho más lindo cuando no lo haces preguntó Akihiko, que llevaba un rato observando atentamente a Hiroki mientras éste leía No me distraigas con tonterías. ¡Cállate y termina tu café!

Kamijou se había levantado temprano para preparar el desayuno, no era un gran cocinero y tampoco le entusiasmaba mejorar sus habilidades, pero nada podría ser peor que probar la comida de Usami.

Es sólo que desde que te conozco tienes ese hábito; si continúas así un día se quedará fruncido para siempre.

Y si eso pasara: ¿Qué? – replico el castaño.

Supongo que ya no te verías tan lindo mientras duermes respondió con su habitual tono despreocupado y dióle un sorbo a su café.

Idiota... No se supone que los hombres sean lindos dijo entre dientes pretendiendo ignorar cualquier otro comentario y continuar su lectura. Sin embargo, no tardó mucho en sentir a Akihiko abrazándolo por detrás ¡Qué demonios!

Me pareció verte triste por lo que dije y pensé en reconfortarte un poco.

¡Já! Estás imaginando cosas contestó, devolviendo la mirada al libro que sostenía entre sus manos; su compañero ágilmente se lo arrebató, con su mano libre giró el rostro de su adorable Hiroki y después de besarlo díjole: "Aún si te quedaras así por siempre, continuaría queriéndote cada vez más, justo como ahora".

Kamijou no pudo evitar agitarse, ni evitar sentir su rostro acalorándose y para evitar que el escritor se diera cuenta se puso de pie y se alejó unos cuantos pasos.

Te dije que te dejarás de tonterías, mejor ponte a trabajar que tiene muchas cosas por hacer.

Akihiko riendo despreocupado, se acercó de nuevo a él y aprisionándolo entre sus brazos besó su mejilla.

Realmente eres encantador.


Escena 2

"... Ya no te verías tan lindo mientras duermes".
¡Cómo si eso me importara! exclamó molesto el castaño. Sin embargo, encontrábase frente al espejo del baño untándose una mezcla espesa justo en el área del entrecejo.
De regreso a casa había escuchado a un par de chicas, sentadas a su lado, hablar sobre algunos remedios para las arrugas. Y así, sin saber cómo, Hiroki había comprado los ingredientes para dicho remedio tan pronto bajó del metro.

Debo verme realmente ridículo dijo para sí una vez terminó de aplicarse la mezcla. Mientras esperaba a que el remedio hiciera su magia tomó asiento e intentó relajarse, pero, él, tan acostumbrado a mantener siempre activa su mente no aguantó ni dos minutos de estar sentado sin hacer nada. Sabía que si se ponía a trabajar o a leer instintivamente frunciría el ceño y anularía el efecto de la mezcla, pues según había escuchado, no debía hacer ninguna expresión facial hasta que no se removiera la capa que se formaría una vez hubiera secado... Aunque, pensándolo bien, sí había algo que sí podía leer: un autor que sin importar lo grises que fueran sus historias, lograba imprimir serenidad a su rostro. No tuvo que buscar demasiado, todos los libros de dicho autor estaban a la mano;  cuando alcanzó uno de sus preferidos, la caratula mostró un nombre familiar: Usami Akihiko.


Segundo Acto Extra

Escena 1

“Mmm… ya llevamos un tiempo juntos pero nuestra relación no ha cambiado mucho. A excepción de que ahora hacemos “eso”, no hay gran diferencia a cuando sólo éramos amigos. Me pregunto si estará bien”. Hiroki había estado muy ocupado trabajando en unos reportes, había sido elegido para trabajar en Mitsuhashi y tenía que dar lo mejor de sí, así que no había podido ver a su querido escritor en un par de días y comenzaba a ponerse ansioso.
Cuando terminó con sus deberes ya era de madrugada, tenía ganas de ver esos ojos violáceos y de sentir la fuerza de su mirada pero el último metro ya había salido y además llegar tan de improviso a mitad de la noche definitivamente no iba con él.
Para distraerse un poco, antes de ir a dormir, prendió el televisor y lo primero que apareció fue una comedia romántica. Trataba de una chica que después de años de amor no correspondido, por fin, tenía la oportunidad de estar con el chico que conocía y amaba desde niños. La película llevaba más de la mitad, todo esto lo había pillado con diez minutos de verla, la verdad es que no parecía ser una buena película, sin embargo, la situación le era tan familiar que siguió viéndola hasta el final. Los protagonistas al principio se sentían incómodos, pasar de mejores amigos a pareja no era una transición tan fácil como pudiera parecer, pero, poco a poco, fueron adaptándose a la nueva relación. Salían a citas, caminaban tomados de la mano, se turnaban para ir a sus respectivos trabajos y regresar juntos a casa, cocinaban juntos y al final habían decidido mudarse a un solo departamento.
Akihiko se había ofrecido para ir a recogerlo al trabajo; él se había negado completamente, por lo menos a la idea de que fuera así todos los días: el joven y gallardo caballero cuidando de su frágil y desprotegida doncella… definitivamente NO.
“¿Caminar tomados de la mano?”, a veces al abrigo de la noche lo hacían.
“Salir a ci… ci… ci…”, ni siquiera podía decirlo. “¡Ambos somos hombres! Qué se supone que hagan dos hombres adultos ¡saliendo a una cita!”. Además, moriría antes de, siquiera, hacerle la sugerencia.
“¿Cocinar juntos?”, la comida de Akihiko era prácticamente tóxica, incluso su café instantáneo tenía apariencia de ser nocivo para cualquier forma de vida. Él mismo no cocinaba bien, de hecho odiaba hacerlo, pero, al menos, lo que preparaba era comestible. Tal vez si cocinaban los dos el resultado no fuera tan malo, y si la película tenía algo de verdad, incluso, podría acercarlos más.


Escena 2

¡Hoy vamos a cocinar! exclamó Hiroki al tiempo que colocaba ruidosamente una bolsa llena de provisiones sobre la mesa de la cocina.

¿Para qué cocinar si podemos ir fuera a que nos cocinen? respondió el desconcertado Usami.

Saber preparar uno o dos platillos nunca está de más.

El menú sería bastante simple: arroz con verduras y tempura.
Después de poner el arroz a cocer, Kamijou se dispuso a preparar la mezcla para el tempura; Usami asaría la zanahoria y la calabaza para el arroz.
Todo parecía marchar bien hasta que un ruido eléctrico se escuchó por encima del arroz a punto de cocerse. Cuando el catedrático se dio la vuelta soltó un grito, pues se encontró con el microondas sacando chispas.

¡Qué pasó aquí!

Nada. Sólo creí que sería más fácil asar las verduras si las colocaba en el microondas.

¡Pero qué! ¡Cualquiera sabe que no debes meter una zanahoria cruda al microondas!  

¿Cualquiera? Yo no lo sabía.

Cállate y desconéctalo rápido antes de que haga un corto en toda la casa.

El escritor calmadamente retiró la clavija del enchufe, y el microondas, poco a poco, dejó de emitir sonido, y de sacar chispas. Sin embargo, otro sonido metálico comenzó a alzarse entre los regaños de Hiroki: el arroz se estaba quemando.

¡AH! ¡No puede ser!

Kamijou se precipitó a apagar la estufa, pero era demasiado tarde, no había forma, ya, de salvar el arroz. “Definitivamente esto no va como en la película”.

Cualquiera sabe que hay que ser más cuidadosos con el tiempo de cocción del arroz dijo Akihiko con ese tono inocente y burlón que tan bien se le daba.

¡Todo ha sido tu culpa! Si no hubieras metido las verduras al microondas no hubiera perdido la concentración y ¡no se hubiera quemado el arroz! ¡Arrrggg!

El hombre de ojos violeta soltó una carcajada ante la exaltación de Kamijou, que lucía demasiado agobiado.

Es sólo una comida, no te lo tomes tan en serio, podemos salir a comer a cualquier lugar.

… no se trata de la comida… yo… quería que comiéramos lo que juntos habíamos preparado…

Akihiko se sorprendió por la casi inaudible confesión de su pareja. Hiroki, su lindo testarudo actuando así, sería un recuerdo que atesoraría por siempre.
Se acercó a Hiroki y tomando entre sus manos aquel fino rostro, que se había teñido de carmesí, lo alzó hacia él y clavó su gentil y suave mirada en el bello y expresivo marrón de los ojos de su amado.

Está bien, aún podemos comernos el uno al otro.

Y así, unieron sus labios, incorporaron sus alientos, combinaron sus cuerpos, saborearon sus afectos y juntos prepararon la comida perfecta.


Tercer Acto Extra

Escena 1

Déjame hacerlo dijo Hiroki arrodillado frente a su amado escritor. Trataba de lucir seguro y calmado, pero su timidez lo traicionaba. Su boca moría de ganas por comenzar, y sin embargo, sus manos no se daban suficiente prisa.
Usami lo miraba con interés y eso lo ponía aún más nervioso. No obstante, estaba decidido y no se retractaría.
Cuando el erecto y duro miembro por fin quedó libre ante sus ojos lo tomó entre sus manos y acercó sus labios, para, después de darle unos pequeños besos alrededor de la punta meterlo en su boca. Al principio su lengua se movía con timidez, mas, pronto, el mismo calor del pene que ocupaba su boca lo hizo olvidarse de toda reserva y entregarse por entero a su labor.

Akihiko se sorprendió cuando su adorable castaño se colocó de rodillas y comenzó a desabrochar su pantalón. La vista que Hiroki le proporcionaba lo estimulaba, en su pálido rostro el rubor parecía brillar; le encantaba verlo sonrojarse, lucía ¡tan lindo! Cuando le hacía el amor adoraba ver sus ojos llorosos y sus labios entreabiertos dejando escapar pequeños quejidos.
Ahora un panorama nunca antes visto se le ofrecía: su lindo gruñón manteniendo a su sexo cautivo entre sus labios y a merced de su ávida lengua moviéndose hábilmente.

Nnh… Hiroki… se siente muy bien…

El escritor pasó su mano por el castaño y suave cabello de su amante, provocando que éste alzara la vista hacia él. Sus miradas se encontraron y Usami no pudo evitar notar lo seductor que lucía Kamijou.

Hiroki, déjame meterla.

El catedrático retiró su anhelante boca, y adelantándose a su compañero que ya estaba listo para tumbarlo sobre el suelo y embestirlo, lo retuvo con fuerza en su asiento. Colocándose sobre de él bajóse el pantalón y la ropa interior de un tirón, introdujo sus dedos para preparar el paso al impaciente pene que urgía su cuerpo.
El escritor no ocultaba su sorpresa: Hiroki podía ser realmente sexy si se lo proponía. Sintió su miembro deslizándose suavemente en el angosto canal que parecía haberse amoldado ya a él. La presión del cuerpo de Kamijou sentíase ¡tan bien!, sus movimientos, su respiración, sus tenues gemidos, su cabello sobre su rostro, su sexo despierto y deleitado ante el estímulo de aquellas frías y grandes manos que tan bien conocían su cuerpo: todo era una fuente de placer para él.
Los dos estaban llegando al punto máximo de su excitación.

¡AH!

Las manos de Akihiko se llenaron del fluido blanco y resbaloso que finalmente escapó del izado pene, al mismo tiempo que el interior de Hiroki se anegó con los fluidos de él.
Unir su cuerpo con el de la persona que amaba era una experiencia incomparable, como si durante ese momento dejaran de ser dos y se volvieran uno. Kamijou nunca diría lo mucho que le gustaba sentir a su adorado escritor corriéndose dentro suyo, era su placer secreto… aunque… un día, también, le gustaría sentirse dentro de él.


Escena 2

Los recuerdos de la noche  anterior se agolparon todos juntos tan pronto despertó. Poniéndose rojo cual tomate, se levantó de la cama donde aún dormían los ojos violáceos que tanto amaba.
No daba crédito a sus actos. Si bien fue él quien se impuso a Akihiko la primera vez, la noche anterior fue diferente: había hecho exactamente lo que unos días antes leyera en una de esas novelas BL que su amante escribía.
El protagonista era distante con su pareja aunque lo amaba profundamente, simplemente no se le daba el expresar sus sentimientos. Un mal día su, generalmente, amoroso amante comenzó a portarse frío con él y en un intento desesperado por “recuperar su amor” lo había seducido, tratando así de hacerle llegar sus sentimientos. Al final todo había sido un mal entendido; su pareja no quería hostigarlo y por ello había decidido tomar un poco de distancia, lo que menos quería era que se cansara de él por ser tan empalagoso.
No obstante, a Hiroki le había causado una gran impresión la historia ¿Qué pasaría si Akihiko se cansara de él y buscara a alguien más cariñoso? Aunados a esta preocupación, el hecho de que la noche anterior estuvieron brindando hasta tarde para festejar su más reciente libro, y que su tolerancia al alcohol nunca ha sido buena, no podía resultar en algo diferente a: haber seducido al escritor, haberlo disfrutado mucho (aunque le costara admitirlo), y morir de vergüenza al día siguiente.

FIN

11 comentarios:

  1. Muy buen Lemon me gusto pero a mi me gusta mas que hiroki este con nowaki pero aun así por una extraña razón me gusto mucho y si era algo extenso ;)

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    1. ¡Yay! ¡Me alegra mucho que te gustara Rumi-chan! ^o^ ¡Muchas gracias por tomarte el tiempo de dejar un comentario! :D

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  2. simplemente germoso, por alguna extraña razon tambien siempre me ha gustado el UsamixHiroki <3
    Siempre me he preguntado que pasaria si se quedaban juntos? seguro tambien hubiese sido una hermosa historia, pero bueno tambien me encantan las parejas oficiales y esta es como mi otp no oficial favorita jeje

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    1. ¡Muchísimas gracias! >w<
      Síiiiii, es mi trauma de toda la vida ésta pareja, tienen tanta historia juntos que no puedo no shippearlos, jiji. Me da mucho gusto encontrar a alguien más que ama ésta pareja <3

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  3. Kawaaaii redactas increible! Has pensado en subir esto a wattpad? :3

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    1. ¡¡Mil gracias!! <3
      Si te soy sincera, soy muy floja para subir mis historias a varios sitios, jajaja

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    2. Me encanto esto amo a ese par redactas increible ojalá esto pasará algun dia saludos

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    3. ¡Wiiiii, qué genial que te gustara tanto! ^o^
      Saludos y abrazos :)

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  4. Me gustó muchísimo. Y tu forma de narrar es tan genial. La amé. Gracias!

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