Esta vez es el turno de mi queridísimo Leigh y..... ¿quién creen? ¡El gamer favorito de muchas! Síp, Armin, jiji. ¡Espero que les guste!
Disclaimer: Los personajes utilizados en esta historia no son de mi propiedad, pertenecen enteramente a su creadora ChiNoMiko.
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Lo vi pasarse
por la tienda varias veces en compañía de su gemelo. Espejos casi perfectos, de
no ser porque uno lleva delicadas orquídeas en los ojos y la clara mañana en el
cabello, mientras que el otro porta la vibrante electricidad del trueno en su
mirada y en sus cabellos deja ver la noche sin estrellas. Sus personalidades
reflejándose a la perfección en el exterior: uno cálido, ligero y alegre como
los rayos del sol despuntando al amanecer y el otro distante, reservado y
testarudo como la madrugada que se niega a despedirse. Tan próximos y tan
lejanos a la vez.
—¿Puedo
ayudarlos en algo, caballeros? —les pregunté un tanto ausente, había tenido una
grave pelea con Rosalya, la que hasta hace una horas había sido mi novia de
años, y mi mente no lograba emanciparse del asunto.
Ella
siempre se molestaba por mi “inexpresividad”, mi “indiferencia”. Anhelaba ser
amada con la violencia de una pasión desenfrenada y yo lo hacía con la mesura
de un amor de antaño que se atesora con tierna devoción.
—¿Qué
es lo nuevo de la temporada? —me respondió el joven de cabello azul.
—De
este lado —le dije, indicándole con mi brazo el gabinete de la izquierda.
—Usted,
caballero, ¿desea que le muestre algo en especial? —sugerí, dirigiéndome al
joven de cabello negro que no paraba de mirar de soslayo a la puerta, con los
brazos cruzados y una expresión de evidente hastío en el rostro.
—Así
estoy bien, gracias —contestó displicente.
—Armin,
¡mira! ¡Esto te iría perfecto! ¿No lo cree, señor vendedor? — exclamó animado
el otro gemelo.
Debo
admitir que su gusto era impecable, ni yo mismo hubiera sido capaz de elegir
una mejor prenda para su hermano. —Pueden hablarme de tú. Mi nombre es Leigh
—me presenté lo más amigablemente posible para alguien de mi temperamento— y en
efecto, eso que ha seleccionado lucirá espléndido en su hermano.
—¡Lo
sabía! —exclamó con una radiante sonrisa— pero Leigh, tú también háblanos de
tú, ¿vale? Yo soy Alexy y el antisocial de allí es mi encantador hermano Armin.
—Encantado
de conocerlos —expresé sonriendo cortésmente —Armin, ¿quieres que te muestre
los vestidores para que te pruebes lo que Alexy te ha encontrado? —le ofrecí
con naturalidad, sin embargo, él me lanzó un rayo fulminante con la mirada. Me
congelé. ¿Por qué estaba tan molesto? ¿Le había ofendido al llamarle por su
nombre con tanta confianza?
—¡Cómo
si tuviera otra opción! —arrebató las prendas de las manos de su hermano y me
volvió a mirar, esta vez esperando que le mostrara el camino.
Una
vez dentro del vestidor, su gemelo comenzó a disculparse —Por favor no le hagas
caso. Se pone de mal humor cada vez que vamos de compras. Si por él fuera
compraría cualquier cosa que sirviera de vestimenta en el súper.
—Ya
veo. Temía haber dicho algo inapropiado.
Alexy rió despreocupadamente y añadió —¡Para nada! Sólo comienzan a brotar los
síntomas de abstinencia a los videojue… ¡Oh por dios! ¡Qué cosa más genialosa!
—y así, interrumpiendo nuestro pequeño diálogo se precipitó hacia un gabinete
adyacente lleno de chaquetas de todos colores, estampados y telas.
—Alexy,
¡no sé cómo ponerme esta cosa! ¡Ayúdame! —gritó exasperado el gemelo de cabello
negro.
—Leigh,
se bueno y ayúdalo, ¿sí? — pidió el chico de ojos fuscia que estaba
empedernido examinando las chaquetas.
—Pero…
—¡Alexy!
—Llamó de nuevo— ¡Apúrate o no me pruebo nada!
—Disculpa,
tu hermano no puede asistirte en este momento y me ha pedido que te ayude.
—Tsk.
No sé por qué no me extraña, seguro está embobado con las chaquetas. —No pude
evitar pensar que ambos se conocían muy bien, lo cual de cierta forma me
reconfortó, puesto que me hizo recordar mi relación con Lysandro. Aunque ambos
somos muy reservados, logramos entender lo que el otro siente— Vale. No hay
remedio. Pasa y ayúdame tú —giré el pomo de la puerta y me encontré con la más
hermosa figura masculina que mis ojos hallan contemplado. ¡Una línea perfecta!
La ropa le caía con tanta naturalidad que cualquiera pensaría que fue hecha
exclusivamente para vestir su esbelto cuerpo. Él me miró expectante obligándome
a salir de mi ensimismamiento. Acomodé el accesorio con el que tenía problemas,
retrocedí unos cuantos pasos y consumiéndolo con la mirada musité “parfait”—
¿Dijiste algo? —sus ojos me contemplaban con expresión de extrañeza. Al fin
desvié la mirada, un poco avergonzado por mi falta de auto-control, pero no
podía dejar de imaginarlo vistiendo mis diseños.
—Lo
lamento. Es que te queda absolutamente perfecto.
Alexy
se acercó y se recargó en mi hombro con extrema confianza, lo cual me causó un
pequeño sobresalto que en su emoción pasó inadvertido— ¡Luces estupendo,
hermano! Así seguro te ligas a toooodas las del instituto. ¿Verdad, Leigh?
—Naturalmente asentí, no solamente porque fuera mi deber como vendedor el
elogiar a mis clientes, sino porque estaba completamente seguro de que nadie
que lo viera así sería capaz de no caer ante sus pies.
—Mmm…
No me vendría mal una novia guapa —contestó Armin, que parecía haberse animado
ante la sugerencia.
Alexy
continúo alentándolo a que se llevara aquél atuendo y que se probara otros
tantos. Sin embargo, sólo accedió a lo primero. Mientras eso pasaba, yo internamente
me debatía para invitarlo a formar parte del desfile de modas que llevaría a
cabo en unas semanas. Definitivamente él le daría vida al espectáculo. Rosalya
solía ser la modelo principal, con su refinada belleza robaba las miradas de
todos los espectadores, pero dadas las circunstancias era muy improbable que
esta temporada participara. Nunca la había visto así de molesta, ni tampoco
había visto nunca en sus ojos tanta determinación. Una vez les hube cobrado,
tomé valor y antes de que salieran de la boutique mi voz se hizo escuchar—
Armin, disculpa el atrevimiento pero me preguntaba si estarías dispuesto a
formar parte de mi equipo para un desfile de modas que estoy preparando. Verás,
me hacen falta modelos y creo que tú eres perfecto para el evento. ¿Qué dices?
—¡Debes
estar de broma! ¿Yo, modelar? ¡Imposible! No sabes el martirio que es para mí
eso de estarme probando una y mil ropas. ¡Mejor búscate a otro! Mi hermano, por
ejemplo. —exclamó completamente fastidiado. “Quizá debí esperar a que estuviera
de mejor humor”. Pero no sabía cuándo volvería a verlo y no quise desaprovechar
mi única oportunidad.
—¡Vamos,
Armin! No seas así ¡Suena divertido! —intervino Alexy animadamente.
—¡He
dicho que no! Tsk… —salió con tanta premura que el único vestigio de su
presencia en la habitación era el suave perfume que dejó tras de sí.
—No
te preocupes, Leigh. ¡Yo me encargo de convencerlo! Pero algo es seguro, él no
vendrá aquí si no vas tú a buscarlo primero. Es bastante cabezota cuando se lo
propone. ¿Podrías irnos a ver mañana al Sweet Amoris? ¿Si sabes dónde está?
—Supongo que mi expresión de sorpresa y mortificación fue demasiado evidente
dado que Alexy también se puso serio— ¿sucede algo?
—No,
lo siento. Sí, conozco el instituto. Mañana iré a verlos cuando tenga un tiempo
libre. ¡Gracias!
El
chico volvió a sonreír alegremente y se despidió echándose a correr tras de su
hermano.
¿Qué
interés podía tener él en ver a su gemelo modelando? “Quizá sólo quiere un buen asiento en el
desfile o espera obtener alguna prenda exclusiva en agradecimiento si logra
persuadirlo”. A decir verdad, me vi tentado a desistir cuando me dijo que debía
ir al Sweet Amoris, pero no sólo es el instituto de mi ex-novia, también es el
instituto de Lysandro y no estaría exento de ir ocasionalmente en el futuro.
El
resto de la tarde se fue con clientes entrando y saliendo, y sin embargo,
ninguno de ellos lograba desviar mi atención de la imagen que renuente a
dejarme se repetía una y otra vez: Armin de pie en los vestidores con los
tejidos de la camisa ajustándose a su torso; el pantalón ciñéndose sugestivo…
—¿Leigh?
Pareces ausente —señaló mi hermano durante la cena… ¿La cena? Sí, la cena. De
algún modo, había perdido la noción del tiempo extraviado en las líneas de
aquella nocturna figura que caprichosa alejábase de mí— ¿Es por Rosalya?
—No.
Cosas de trabajo. Se viene el desfile y aún me queda mucho por hacer —expliqué
ligeramente turbado. No era común que me sucedieran ése tipo de cosas. Había
escuchado cómo hay personas que están tan sumergidas en sus pensamientos que
tienen especie de lagunas mentales y pueden desconocer lo que hicieron durante
horas. No obstante, en mis veinte años de vida esta era la primera vez que lo
experimentaba.
—Ya
veo.
Después
de terminar la merienda me fui directamente a mi habitación y me envolví entre
las sábanas de fino raso, con un único pensamiento afianzado en mi mente:
Armin.
Continuará...
Cap. 5: Flechazo en los vestidores 2da. Pte.
Continuará...
Cap. 5: Flechazo en los vestidores 2da. Pte.
O.O Lo amé <3 <3 ¡Soy tu fan!
ResponderBorrarArigatou! ^o^
Borrar❤
Wooh! Es hermoso *-*
ResponderBorrarMe enamoré de ésta pareja *¬*
¡¡Muchas gracias!! ^o^
Borrar(Comento a medida que leo)
ResponderBorrarMe encanta el inicio.
Es como "diosas, ¡se nota tanto que habla Leigh! XD Este hombre habla poesía!".
Brokoro cuando a Rosalya y Leigh rompen. T_T Sé que es un mal necesario, ¡pero...!
De todos modos, veo que pronto se congracia con su nuevo cuñado, este hombre ¡qué velocidad! ¡jajaja!
Ayayayay, Alexy es tan amor. "Llámanos de tú ¿vale?" aoifgwriefkeqm <3
¡JAJAJA! Qué tsundere está el muchacho! Que es comprensible, cualquiera se pone así si en vez de jugar a la wii tiene que seguir a su hermano en busca de trapitos X')
¡Sísísísí! LEIGH AL RESCATE *___*
(cuando describes cómo le sienta la ropa, por alguna razón me he imaginado a Aoi-kun! LOL ¿demasiadas reseñas de vestuario en mi mente?)
F-I-G-H-T Leigh!!! Un encuentro con la ex no podrá contigo!
A decir verdad, sí que es un poco extraño que haya superado lo de Rosalya tan fácil ¿no?
En cualquier caso, me encanta tu prosa *___* Y bueno, la situación, así como primer encuentro, no carece de interés *wink, wink*
Att.
Cotic
Jajajaja, es que en mi mente la relación de Leigh y Rosa ya estaba moribunda, por eso la supera rápido. Y es que, gomen ne Cotic-chan >n<, a mí Rosa no me agrada.
BorrarJajaja, bueno, es que a ambos la ropa le sienta de maravilla *comienza a fantasear con Aoi-chan* jiji.
¡¡Muchas gracias!! =D